¡®Proyecto Milgram¡¯, ?todos a una!
El CDN presenta 'Proyecto Milgram', la primera de las cuatro piezas seleccionadas para su convocatoria de escritura colaborativa 'Escritos en la escena'
Entre el clich¨¦ mudo y grave del dramaturgo solitario, encerrado en su propia cabeza en efervescente proceso de creaci¨®n, y la casi festiva escritura a pie de escenario, realizada sobre la marcha en colaboraci¨®n entre escritor, director, actores y el resto del equipo, solo media un paso. Para facilitar la transici¨®n, el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) abri¨® a principios de a?o la primera convocatoria de Escritos en la escena, una empresa de b¨²squeda de talento dram¨¢tico y esp¨ªritu colaborador entre los autores de teatro. Una especie de experimento de los que se hacen con gaseosa ¨Csin peligro, pero con potencial- del que ya se han anunciado los cuatro mejores resultados: Proyecto Milgram, de Lola Blasco; La comedia que nunca escribi¨® Mihura, de Carlos Contreras; La ceremonia de la confusi¨®n, de Mar¨ªa Velasco y Serena Apocalipsis Vespertina, de Ver¨®nica Fern¨¢ndez, de las que la primera se presenta entre el 6 y el 15 de julio en el madrile?o teatro Valle-Incl¨¢n. El resto de las funciones, previstas tambi¨¦n para ser representadas en el Valle-Incl¨¢n, se mostrar¨¢n a finales de este a?o y principios del que viene.
Con un intervalo de apenas dos meses entre principio y fin del proceso, lo que los autores muestran ante el p¨²blico es un semimontaje
Con un intervalo de apenas dos meses entre principio y fin del proceso, lo que los autores muestran ante el p¨²blico es un semimontaje, una obra a medio fabricar, justo en el punto ¨®ptimo para medir la reacci¨®n de los espectadores y comprobar si se ha tomado la direcci¨®n correcta. En el proceso, el dramaturgo ha debido adaptarse a los m¨¦todos e idiosincrasias del director ¨Cseleccionado por el CDN-, y los int¨¦rpretes ¨Cprovenientes de una bolsa de actores tambi¨¦n del Centro Dram¨¢tico- para entre todos poder edificar una historia partiendo de la idea original del escritor. ¡°Es bastante dif¨ªcil trabajar as¨ª, sobre todo cuando llegas con tu escena sin acabar, porque te mueres de verg¨¹enza¡±, explica Lola Blasco. La pieza de esta alicantina de 29 a?os que, pese a su juventud ya acumula experiencia y premios como el Buero Vallejo, que consigui¨® en 2009, ha sido la elegida para arrancar la muestra de estas experiencias: ¡°Vamos a ver c¨®mo funciona y c¨®mo reacciona la gente¡±.
Su Proyecto Milgram parte de una turbadora porci¨®n de la realidad hist¨®rica, los experimentos -estos definitivamente no con gaseosa- que Stanley Milgram realiz¨® meses despu¨¦s del juicio en 1960 a Adolf Eichmann, el responsable de la ¡°soluci¨®n final¡± nazi. De los sujetos que participaron en la prueba, alrededor de un 75 por ciento acept¨® aplicar descargas de hasta 450 voltios a otras personas (que en realidad eran actores, pero fing¨ªan sufrir la electrocuci¨®n) solo porque una autoridad se lo demandaba en nombre de la ciencia. ¡°Lo que demuestra que todos podemos ser Eichmans en potencia¡±, dice Blasco. "Y creo que la idea es bastante pertinente para el momento en el que estamos, en el que parece que es m¨¢s f¨¢cil obedecer que tomar decisiones". A partir del material documental que pervive de tan macabro experimento, el equipo amalgamado por el CDN se meti¨® en faena conjunta, una en la que ¡°todo el mundo tiene posibilidad de aportar cosas, lo que se convierte en un proceso enriquecedor, en el que se siente uno menos solo¡±.
'Proyecto Milgram' parte de una turbadora porci¨®n de la realidad hist¨®rica: los experimentos Stanley Milgram
Por casualidades del teatro, el director asignado para la funci¨®n por el CDN, Juli¨¢n Fuentes, ya hab¨ªa trabajado en otra ocasi¨®n con Blasco, lo que ha hecho m¨¢s fluida la colaboraci¨®n. ¡°Mi idea es lanzar las palabras del dramaturgo, que lo que se vea y se oiga sea el texto¡±, asegura Fuentes. Para poner ¨¦nfasis en la trama, la puesta en escena que han preparado es relativamente sencilla. ¡°Usamos la sala como objeto escenogr¨¢fico¡±, ilustra el director. El objetivo, dice, es hacer de la sobriedad un punto a favor, convertirla en un potenciador del texto. "Queremos que la gente se plantee que tiene capacidad de decir cosas, en estos tiempos m¨¢s que nunca", concluye Blasco. "Por ejemplo, que se retire la Seguridad Social a los inmigrantes ilegales, es un tema sobre el que hay que decir algo".
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