El hombre de madera cuenta su vida
La novela 'Verano', del nobel J. M. Coetzee, ma?ana s¨¢bado con EL PA?S
J. M. Coetzee, sudafricano de 1940 y nobel de Literatura en 2003, es uno de los grandes de la literatura universal reciente, pero no es un escritor al uso. No lo es porque novelas como La edad de hierro o Desgracia demuestran la fuerza que tienen las palabras cuando alguien sabe usarlas. Y no lo es porque, adem¨¢s, el narrador de Ciudad del Cabo ha puesto boca abajo un g¨¦nero tan previsible como el autobiogr¨¢fico. El subt¨ªtulo de sus memorias ¡ªEscenas de una vida en provincias¡ª dice poco de la capacidad indagatoria de su autor, que llev¨® esa capacidad al extremo en Verano, un volumen que ¡ªcomo los dos anteriores, Infancia y Juventud¡ªpuede leerse independientemente.
La tercera entrega, publicada en 2009, trata de reconstruir la vida de Coetzee en los setenta, cuando era un treinta?ero en la Sud¨¢frica del apartheid. La palabra reconstrucci¨®n no es gratuita porque Verano es una fascinante autobiograf¨ªa escrita en tercera persona. M¨¢s a¨²n, supuestamente escrita una vez que el autor ha muerto, a partir de las entrevistas que un bi¨®grafo realiza a cinco personas que tuvieron relaci¨®n directa con Coetzee durante a?os en que este viv¨ªa con su padre, se ganaba la vida dando clases de ingl¨¦s en un colegio y publicaba su primera novela.
L¨²cida hasta hacer sangre, Verano puede leerse adem¨¢s como una novela de amor coral en la que el protagonista ¡ªy autor, no olvidemos¡ª no sale bien parado. Para unos es alguien ¨ªntegro e ingenuo que abomina de toda violencia y cuya utop¨ªa pol¨ªtica es esta: ¡°El cierre de las minas. El arrasamiento de los vi?edos. La disoluci¨®n de las fuerzas armadas. La abolici¨®n del autom¨®vil. El vegetarianismo universal. La poes¨ªa en las calles. Esa clase de cosas¡±. Tambi¨¦n alguien que considera que la presencia de los afrikaners en Sud¨¢frica es ¡°legal, pero ileg¨ªtima¡±, dado que se cimenta ¡°en un delito, el de la conquista colonial¡±.
Para otros, sin embargo, Coetzee es un soltero tan t¨ªmido que resulta engre¨ªdo, un ¡°hombre de madera¡± que parece relacionarse con el mundo a trav¨¦s de una membrana, uno de esos tipos que se pondr¨ªa ba?ador para suicidarse en el mar, un ser que, como dice una de las entrevistadas, ¡°no hab¨ªa aprendido a ocultar sus sentimientos, que es el primer paso hacia los modales civilizados¡±. Verano es, en fin, la autopsia de un forense crudamente contada por ¨¦l mismo, el retrato de un genio incapacitado para el amor que suelta sus iron¨ªas sin subrayarlas. As¨ª, cuando le preguntan qu¨¦ motivo habr¨ªa para ir al supermercado m¨¢s que comprar comida, ¨¦l responde: ¡°?La m¨²sica?¡±.
Babelia
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