Venganza
Mientras ve¨ªa en el Canal Odisea el documental alem¨¢n sobre el poder corrupto en Rusia, me iba levantando levemente de la silla, hasta que finalmente me levant¨¦ del todo. Por el asombro que produce la venganza. Pues no es un documental sobre el poder, sino sobre la venganza a la que es capaz de llegar el poder cuando ya no soporta al contrario.
La ra¨ªz de todo es el caso Yukos, la petrolera que era propiedad del oligarca ruso Mija¨ªl Jodorkovski, condenado en 2010 a 14 a?os de prisi¨®n acusado de innumerables delitos, aunque no juzgado por la verdadera ofensa que le hizo al Estado: enfrentarse al presidente (o primer ministro, que todo ha sido) Vlad¨ªmir Putin.
En una reuni¨®n de oligarcas con Putin, al joven magnate se le ocurri¨® poner sobre la mesa (una mesa inmensa, por cierto, se ve en el documental) sus dudas acerca de la legalidad de las cuentas de la empresa estatal del petr¨®leo, en la que se estaban llevando a cabo (a su juicio) pr¨¢cticas de dudosa legalidad.
En el documental se ven estas im¨¢genes: Putin toma la palabra y, ante una audiencia estupefacta, comienza a amenazar al oligarca que tuvo la desfachatez de desafiarle, y le relata los casos de fraude en que Jodorkovski pod¨ªa haber incurrido, los investigar¨¦, a ver qui¨¦n cae antes, viene a decirle.
A partir de entonces, desde el sistema judicial, desde la polic¨ªa y desde sus propias apariciones p¨²blicas en televisi¨®n o ante la prensa, Putin jura que meter¨¢ en la c¨¢rcel al que le desafi¨®. El documental, una joya de la televisi¨®n, muestra paso a paso este proceso de venganza, que incluy¨® la manipulaci¨®n del juicio, al que el oligarca no pudo llevar a sus testigos, aunque un ex primer ministro de Putin se col¨® para dar su versi¨®n contraria a la de su exjefe, al que ahora repudia.
El juez ten¨ªa ya hecha su sentencia, y Jodorkovski la cumple, como designio de una venganza, en una c¨¢rcel de Siberia.
Al d¨ªa siguiente de mirar con estupor este reportaje me puse de nuevo de pie leyendo lo que le dec¨ªa el domingo aqu¨ª Baltasar Garz¨®n a Natalia Junquera sobre el proceso que le tach¨® como juez. Casos distintos, pero, en el alma del procesamiento, el mismo envoltorio de venganza.
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