El MoMA indaga en la fascinaci¨®n infantil por el juguete
El museo neoyorquino exhibe su primera muestra pensada para los ni?os En ella se analiza la evoluci¨®n del dise?o infantil a lo largo del siglo XX
En el siglo XVIII Rousseau afirm¨® que ¡°la infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir¡±. La exposici¨®n del MoMA, El siglo de los ni?os, creciendo con el dise?o,1900-2000, analiza c¨®mo el dise?o infantil del ¨²ltimo siglo ha influido en esas maneras de ver, pensar y sentir de los menores y en su desarrollo f¨ªsico, intelectual y emocional. A trav¨¦s de 500 piezas, la primera exhibici¨®n que el museo de arte moderno de Nueva York dedica exclusivamente a los menores muestra c¨®mo la preocupaci¨®n por los ni?os y la infancia se ha convertido en un paradigma para los profesionales del dise?o.
A trav¨¦s de 500 piezas se muestra c¨®mo la preocupaci¨®n por los ni?os y la infancia se ha convertido en un paradigma para los profesionales del dise?o
¡°Hasta ahora se hab¨ªa abordado el tema del dise?o infantil de manera fragmentaria, juguetes, ropa... Nosotros hemos querido abarcar todos los ¨¢mbitos. En la exposici¨®n hay material escolar, juguetes, p¨®sters, mobiliario, objetos de hospitales, material audiovisual que hemos recopilado gracias a la colaboraci¨®n otros museos y de entidades y coleccionistas privados de todo el mundo, adem¨¢s de las piezas que ya ten¨ªamos en el MoMA¡±, explica a EL PA?S Aidan O¡¯Connor, comisaria de la exhibici¨®n junto con Juliet Kinchin. La exhibici¨®n, que se inaugur¨® el 26 de julio y permanecer¨¢ abierta al p¨²blico hasta el 5 de noviembre, est¨¢ dividida en siete secciones que evidencian c¨®mo el desarrollo del dise?o infantil a lo largo del siglo XX est¨¢ indisolublemente unido a la evoluci¨®n de las preocupaciones sociales por la educaci¨®n de los menores.
El comienzo de la exposici¨®n, centrada en la primera d¨¦cada del siglo pasado, muestra c¨®mo los objetos est¨¢n enfocados al desarrollo espacial de los ni?os, fruto de la amalgama de movimientos art¨ªsticos de finales del XIX (Art Nouveau, Art and Craft...). ¡°Tras la Primera Guerra Mundial la visi¨®n de la infancia cambia radicalmente y se centra en estimular la imaginaci¨®n y la creatividad del menor. Un ejemplo es el panel titulado The bad kid, de Antonio Rubino en el que se ve a un ni?o rodeado de monstruos y seres extraordinario¡±, explica O¡¯Connor.
Pero la exhibici¨®n no plasma ¨²nicamente la cara amable de la infancia. El espacio que aborda la d¨¦cada de los 30 refleja c¨®mo el ideario totalitario utilizaba el dise?o para modelar a los ni?os nacidos bajo reg¨ªmenes fascistas. Un buen ejemplo es un juego de madera hecho en Italia por Richard Ginori que, a primera vista, parece un inocente puzzle hasta que se repara en que varias piezas representan tanques, cascos de guerra y dem¨¢s parafernalia militar. ¡°Para nosotros era vital mantener un equilibrio y no centrarnos ¨²nicamente en la vertiente agradable y desenfadada del dise?o infantil¡±, puntualiza O'Connor.
Entre las joyas de la exposici¨®n la comisaria destaca una silla de ni?o de 1902 dise?ada por Eugene Drummond, un arquitecto disc¨ªpulo de Frank Lloyd Wright y una fotograf¨ªa de Sputnik, una escultura para ni?os de 1959 creada por el artista checo Zdenek Nemecek. ¡°Lo que m¨¢s me sorprendi¨® fue encontrar en el MacBa de Barcelona una grabaci¨®n sobre una exposici¨®n de 1968 en un museo de Dinamarca que permit¨ªa a los ni?os pasear y disfrutar libremente. La cinta la proyectamos en una de las paredes del museo¡±, indica O¡¯Connor.
Aunque se trata de la primera exposici¨®n que el MoMA organiza dedicada exclusivamente a los ni?os, el p¨²blico adulto tambi¨¦n disfruta con ella, asegura O¡¯ Connor. ¡°Reconocen en los objetos los juguetes con los que jugaron de peque?os y rememoran momentos de su propia infancia, porque todos hemos tenido una infancia y la recordamos de manera muy personal¡±, explica. En un gui?o a ese ni?o que todos llevamos dentro, el noruego Peter Opsvik ha dise?ado en exclusiva modelos gigantes de su silla Tripp Trapp, que es la que la cafeter¨ªa del museo tiene para los ni?os peque?os, para que se sienten los padres y experimenten la misma sensaci¨®n que tienen sus hijos cuando se sientan a la mesa con ellos.
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