La savia vieja de Los Enemigos levanta el Sonorama

Llegaron como las sanguijuelas, henchidos de la sangre de Ca¨ªn. Ya lo hab¨ªan advertido en su nota de regreso a principios de a?o. Los Enemigos de Josele Santiago, Fino Oyonarte, Chema Animal P¨¦rez y Manolo Ben¨ªtez llevan unos meses de vuelta y anoche levantaron la primera jornada del festival Sonorama, a la que le cost¨® algo m¨¢s de lo habitual reanimarse del bochorno. S¨ª, en la Ribera del Duero tambi¨¦n cayeron 40 grados sin tregua, a la sombra y a la solana.

El cartel del primer d¨ªa del festival decano en rock en espa?ol estaba dominado por las f¨¦minas. A Rebeca Jim¨¦nez la recibieron unos pocos que, arrejuntados en uno de esos locales de cantautor que frecuenta en la capital, hubieran abultado el doble. Tras ella llegaron No Band for Lluvia, Anni B Sweet y The Cabriolets de Bimba Bos¨¦, pero fueron cuatro veteranos los que hicieron rugir a la explanada en mitad de un pol¨ªgono de Aranda de Duero donde se celebra el Sonorama. Como buenas fieras respondieron con John Wayne y chuler¨ªa. Ni un saludo, ni concesi¨®n. Dispararon otros tres temas de rock callejero, whisky y desamor, antes de que Santiago se dignara a agradecer al p¨²blico su presencia.

Hac¨ªa 10 a?os que Los Enemigos se hab¨ªan bajado de los escenarios, pero como contaron en una entrevista en EL PA?S, el tiempo no les ha pillado con el paso cambiado ¨Cen esta d¨¦cada se han dedicado a proyectos en solitario¨C y ahora suenan ¡°mejor que nunca¡±. La revuelta enemiga, etiqueta para este retorno nost¨¢lgico ¨Cnada nuevo que aportar a un repertorio m¨¢s que completo¨C recorre Espa?a con el formato que son¨® anoche en el escenario principal del festival, coronado por su gran raspa de pescado: Septiembre, Soy un ser humano y Desde el jerg¨®n, entre otros cl¨¢sicos de la decena larga de discos que editaron entre el barrio madrile?o de Malasa?a y el resto de Espa?a.

Sus guitarras y oficio fueron lo m¨¢s destacable de una noche que en connivencia con los Juegos Ol¨ªmpicos encumbr¨® a las chicas. No band for Lluvia, proyecto musical de la actriz Lluvia Rojo ¨Cm¨¢s conocida desde 2001 como Pili, una joven so?adora en la serie de TVE Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨®¨C, se estren¨® en el escenario peque?o del recinto, tal vez por exceso de cautela de la organizaci¨®n o por el conocimiento de causa de que el bajo aforo de primera hora no entendiera su rock en¨¦rgico, aunque algo oscuro. Rojo no tiene nada de Pili sobre el escenario, a¨²lla como una gatita al amor asesino, ¡°es lo nuestro¡±, explic¨® al p¨²blico durante la actuaci¨®n. Lo ¨²nico que chirri¨® un poco de la puesta en escena de su trabajo de debut Dead End (Subterfuge 2011), envuelto en una parafernalia tenebrosa de ecos, aullidos y alguna sirena lejana, eran las pintas del bajo: pantalones cortos rojos de tenista de los ochenta, a juego con los calcetines. El tr¨ªo lo forman, adem¨¢s de la actriz, el gal¨¦s Lyndon Parish (exSunday Drivers) y el neoyorquino Kevin Kajetzke.

Despu¨¦s llegar¨ªa el pop hipster de The Cabriolets de Bimba Bos¨¦, a ratos indescifrable, a ratos bailongo, para dejar paso al otro salvavidas de la noche. Anni B Sweet ha venido con su segundo trabajo Oh monsters!, publicado este mismo a?o. Confiesa que a su edad ¨Cen su DNI dice que solo tiene 24 a?os¨C se ha dado cuenta de que no todo es tan bonito como parece y esta revelaci¨®n se traduce en un directo contundente y guitarrero, de letras desencantadas, que se aleja del sonido de cantautora para ensamblarse en un proyecto m¨¢s de banda. Ana L¨®pez, nombre real de la artista, ha ganado en arreglos, pero sigue fiel a esa timidez casi de manual. Dio las gracias una media de dos veces por canci¨®n entre ademanes nerviosos y risillas incontrolables. Solo sac¨® car¨¢cter en la despedida, cuando el tiempo apremiaba y a ella no le apetec¨ªa terminar de cantar.

Anni B Sweet subi¨® al escenario a David, Indio y Guillermo Galv¨¢n, dos de los componentes de Vetusta Morla para interpretar algunos de sus nuevos temas. La presencia t¨ªmida de los vetustos provoc¨® m¨¢s de un alarido premonitorio de lo que se viene encima los tres d¨ªas que quedan de festival. La primera jornada comenz¨® renqueante, ya sea por el efecto de la crisis sobre las carteras, por la sobreabundancia patria en los escenarios espa?oles por falta de giras internacionales durante el resto del a?o, o que, por primera vez, muchos vecinos de la regi¨®n tuvieron que pagar entrada, mejor quedarse en el ¡°seguiremos informando¡± antes de dar por finiquitado el efecto llamada del Sonorama. No vaya a ser que Love of Lesbian hoy o Vetusta Morla, ma?ana, acaben haciendo de las suyas en formato rural.