El futuro del espionaje ya est¨¢ aqu¨ª
La cuarta de la serie Bourne es la primera sin Matt Damon Su protagonista, alterado cl¨ªnicamente para matar mejor, plantea una vuelta de tuerca al g¨¦nero
Amn¨¦sicos, vengativos, profesionales... Sean cuales sean sus defectos o sus virtudes, este va a ser un gran verano para los agentes secretos. No dejar¨¢n en los pr¨®ximos meses puerta por patear o cabeza sin golpear, y a veces hasta ser¨¢ incluso por motivos personales. El primero en llegar es Aaron Cross, el sucesor oficial de Jason Bourne en la saga que lleva su nombre, dispuesto a demostrar con la cuarta entrega, El legado de Bourne, que no tiene nada que envidiar a su compa?ero de armas. Esta vez las tortas las dar¨¢ Jeremy Renner en lugar de Matt Damon, un conglomerado de fuerza bruta y talento (como ya demostr¨® en The town) contra el recuerdo de un actor consagrado como Damon.
A continuaci¨®n llegar¨¢ Venganza 2, lo ¨²ltimo de Liam Neeson, donde ¨¦ste vuelve a interpretar a un agente de la CIA, ya retirado, al que no frenar¨ªa ni una docena de tanques si se trata de salvar a una familia de una red de maleantes de alto copete. Y finalmente, llegar¨¢ Skyfall, la ¨²ltima entrega de las aventuras del legendario James Bond. Como en Casino Royale y en Quantum of solace ser¨¢n Daniel Craig y sus rasgos p¨¦treos los que defiendan una vez m¨¢s a la reina de Inglaterra, como en cierta gala inaugural de los Juegos Ol¨ªmpicos.
Quiz¨¢s no sea algo casual que de estas sagas hiper-taquilleras Bourne sea la primera en llegar. Pocos imaginaban hace una d¨¦cada la ascendencia que tendr¨ªa en todas las pel¨ªculas del g¨¦nero en los a?os venideros el se?or Bourne: Venganza, Casino Royale, Indomable, las dos ¨²ltimas entregas de Misi¨®n imposible o Sin salida son s¨®lo algunos de los ejemplos de la fiera influencia de la trilog¨ªa bourniana. El mism¨ªsimo Bond, remozado por el rostro del mencionado Craig, cambi¨® la actitud calma y burlona de sus antecesores hasta meterse en la sombra de Damon: r¨¢pido, hiperf¨ªsico, letal en todas las vertientes de su trabajo. ¡°Una m¨¢quina de matar de 100 millones de d¨®lares¡± en palabras de uno de los protagonistas de la pel¨ªcula inaugural, que vino a sacudir los cimientos del cine de acci¨®n y supuso el inicio de una saga multimillonaria que se complementar¨ªa con El mito de Bourne y El ultim¨¢tum de Bourne.
A partir de su ejemplo, todos los esp¨ªas eran tipos (y tipas) de una contundencia descomunal, poco amigos de la charleta. Se acabaron los tejemanejes en los s¨®tanos de las embajadas y los encuentros a oscuras en ciudades de color gris. El propio Neeson confirmaba en la primera parte de Venganza ese giro brutal del g¨¦nero que vino del fr¨ªo a un producto m¨¢s duro, menos preocupado por los guiones (un esqueleto argumental m¨¢s o menos sencillo era m¨¢s que suficiente) y m¨¢s centrado en el da?o que uno puede infringir a los villanos de turno.
El ¨²ltimo ejemplo, El legado de Bourne, lleva el asunto un poco m¨¢s lejos. No es s¨®lo que se atreva a darle al reset en la franquicia cambiando al actor principal por otro. Esto en s¨ª mismo no resultar¨ªa demasiado sorpresivo ya que este mismo a?o se ha estrenado entre nosotros la nueva entrega de Spiderman, en la que Andrew Garfield debuta como hombre ara?a. Tambi¨¦n es un secreto a voces que Warner Brothers est¨¢ impulsando un nuevo Batman, cuyo rostro a¨²n es una inc¨®gnita, para sustituir al de la exitosa saga de Christopher Nolan.
Visto as¨ª el fen¨®meno conocido como reboot tiene poco de nuevo. Lo m¨¢s sorprendente de El legado de Bourne es el giro que se da al propio personaje otorg¨¢ndole poderes casi sobrehumanos mediante una modificaci¨®n gen¨¦tica: ¡°un superesp¨ªa que ha sido modificado farmacol¨®gicamente para saltar m¨¢s alto, pensar m¨¢s r¨¢pido, pegar m¨¢s fuerte, escuchar mejor y tolerar el fr¨ªo extremo¡± tal y como contaba Hugh Hart en su influyente blog, Underwire, de la revista Wired, toda una referencia en los temas de tecnolog¨ªa y entretenimiento.
Hart explicaba que el nuevo Bourne (llamado Aaron Cross, al que interpreta el mencionado Renner) a¨²n siendo un retrato de ficci¨®n no est¨¢ muy lejos de lo que ser¨¢ en el futuro un esp¨ªa de una superpotencia. Aquel suero que administraban al Capit¨¢n Am¨¦rica para convertirle en un soldado perfecto podr¨ªa no andar muy desencaminado de la realidad. Y Bourne es el primer filme en trasladar esa hip¨®tesis a una trama convencional.
Rachel Weisz, que interpreta en la pel¨ªcula a la cient¨ªfica encargada de moldear el h¨¦roe lleg¨® a entrevistarse con expertos en el ¨¢rea para asesorarse y el realizador, Tony Gilroy, fue un poco m¨¢s lejos, tratando de averiguar todo lo posible del programa DARPA. DARPA es la rama de investigaci¨®n avanzada del Pent¨¢gono estadounidense y ¡ªtal como adelantaba el rotativo brit¨¢nico Sunday Express el domingo pasado¡ª est¨¢ estudiando en estos momentos como modificar los genes de los soldados para hacerles capaces de sobrevivir varios d¨ªas sin dormir, comer, ni beber sin que su salud se resienta. El periodista Marco Giannangeli entrevistaba al profesor Joel Garreau, de la Universidad de Arizona, quien admit¨ªa que se hab¨ªan producido ya diversos avances al respecto: ¡°El ejercito ha probado ya una droga que anula los mecanismos del sue?o. Se test¨® en pilotos y a los 40 horas hab¨ªan mejorado su concentraci¨®n sin haber dormido¡±. As¨ª pues, en El legado de Bourne, la ficci¨®n del esp¨ªa invencible no solo cambia de actor sino tambi¨¦n de pelaje: bien podr¨ªa ser un nuevo ejemplo de que la vida real corre mucho m¨¢s deprisa que el cine o de que Bourne vuelve a sentar nuevas bases para el g¨¦nero: uno m¨¢s inquietante y aterrador que el legendario cine de esp¨ªas.
La saga de Bourne, que tiene como protagonista a un agente secreto tan poderoso y resolutivo como amn¨¦sico, interpretado por Matt Damon, lleg¨® hace una d¨¦cada para hacer saltar por los aires las convenciones del cine de esp¨ªas, s¨ª, pero tambi¨¦n el g¨¦nero de acci¨®n en general. Las tres primeras entregas se distribuir¨¢n con EL PA?S a partir del domingo 26 de agosto por 2,95 euros y con periodicidad semanal.
- El Caso Bourne, Doug Liman. (2002). Matt Damon se destapa como h¨¦roe de acci¨®n en una cinta alejada de los c¨¢nones del g¨¦nero. Un desmemoriado Bourne es rescatado por un pesquero y recala en Z¨²rich, donde descubre que alguien va tras ¨¦l.
- El Mito Bourne, de Paul Greengrass. (2004). La segunda entrega de la saga es tambi¨¦n la primera de una frutc¨ªfera colaboraci¨®n entre Damon y el director Paul Greengrass. El periplo de Bourne en su hu¨ªda le lleva por parajes de India, Mosc¨², Berl¨ªn o Nueva York.
- El Ultim¨¢tum de Bourne, de Paul Greengrass. (2007). La despedida del actor Matt Damon (y tambi¨¦n de Paul Greengrass) de su personaje m¨¢s c¨¦lebre le lleva hasta la ciudad de Londres, donde un periodista del diario The Guardian le ofrecer¨¢ nuevos detalles sobre su verdadera identidad y por qu¨¦ quieren dar con ¨¦l.
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