La factor¨ªa m¨¢s animada
En plena recesi¨®n econ¨®mica, tres personas fundaron una productora de animaci¨®n Hoy son cien y han conseguido vender su primera serie, ¡®Jelly Jamm¡¯, a 150 pa¨ªses V¨ªctor Manuel L¨®pez es su capit¨¢n
Una tarde de s¨¢bado, despu¨¦s de la siesta, V¨ªctor Manuel L¨®pez estaba en el sof¨¢ de su casa pensando en el nombre de su nuevo proyecto. Un nombre que condensara su esencia y objetivos. Que fuera impactante, f¨¢cil de recordar y con repercusi¨®n internacional. Apuntaba palabras y frases en una hoja, pero no tardaba en descartarlas. Frente a ¨¦l, el televisor emit¨ªa un anuncio en donde un grupo de emprendedores deduc¨ªa el nombre de su marca bas¨¢ndose en las caracter¨ªsticas m¨¢s elementales del negocio: ¡°?Un consultorio dental? ?Doctor Muelas!¡±. Entonces V¨ªctor Manuel escribi¨® los tres nombres de los socios de la empresa. Y delante de ellos, ¡°OK¡±. Okey significa, literalmente, ¡°cero muertos¡±, y consider¨® que as¨ª hab¨ªan salido ¨¦l y sus compa?eros de Zinkia, la empresa de animaci¨®n que cre¨® el ya cl¨¢sico Pocoy¨®: ¡°Sin ninguna baja¡±. Con esta idea y esos nombres form¨® la palabra ¡°vodka¡± y, enseguida, el lema: ¡°Talent distillery¡±.
Pero otra palabra ya dominaba en los medios de informaci¨®n: ¡°Crisis¡±. Era 2008 y las noticias vomitaban quiebras, la ca¨ªda de las Bolsas, el aumento del paro, los recortes presupuestarios de los Estados¡ Y sin embargo Vodka Capital?luchar¨ªa por abrir este mar de desgracias y llegar a su meta.
Cuatro a?os despu¨¦s de haber sido fundada, y en medio de un ¡°contexto adverso¡±, Vodka Capital ha logrado consolidarse en el mundo de la animaci¨®n. Aquel equipo de tres personas fue creciendo hasta llegar actualmente a cien. Crearon una serie de 52 cap¨ªtulos, Jelly Jamm, y la vendieron a 150 pa¨ªses.
V¨ªctor Manuel L¨®pez (Madrid, 1970) ¨Cla frente amplia, los ojos alerta detr¨¢s de unas gafas de pasta negra, la barba bien recortada, la sonrisa f¨¢cil, la camisa blanca y los vaqueros azules¨C nunca pens¨® dedicarse a esto. Es verdad que desde ni?o le encantaban las series de animaci¨®n y los videojuegos, pero era por simple afici¨®n. O eso pensaba. Cuando cumpli¨® 17 a?os descubri¨® que lo que m¨¢s le gustaba era el baloncesto y las mujeres. Hizo a un lado los estudios, y su padre, no conforme con las notas que le llevaba, le dijo que ten¨ªa que buscar un trabajo. El chico busc¨® y lo ¨²nico que encontr¨® fue una plaza de soldador cerca de su casa. Por las ma?anas iba al instituto y por las tardes a trabajar. Con 18 a?os lleg¨® ¡°la mili¡± y, por primera vez en su vida, se separ¨® de su familia. Y de su novia. Hizo una peque?a maleta y se fue rumbo a Granada.
¡°Con el servicio militar me di cuenta de que hab¨ªa gente muy analfabeta, gente muy extraordinaria y gente muy mezquina. Y me convenc¨ª de que si quieres salir adelante tienes que hacerlo t¨² solo¡±. Ese verano ¡°de mili¡± en Granada ley¨® una historia que no ha podido olvidar: Sinuh¨¦, el egipcio. ¡°Cuando llegu¨¦ al punto final de ese libro pens¨¦ que no pod¨ªa dedicar mi vida a la nada. ¡®Tengo que estudiar¡¯, me dije a m¨ª mismo¡±.
Jelly Jamm es la historia de los habitantes del planeta Jammbo, donde se origina la m¨²sica del universo
Volvi¨® a Madrid y encontr¨® otro empleo: vigilante en una obra. De seis de la tarde a ocho de la ma?ana. ¡°Me ven¨ªa muy bien porque me daba tiempo para estudiar; saqu¨¦ tercero de bachillerato con unas notas extraordinarias y aprob¨¦ selectividad muy bien. Eleg¨ª derecho, en la Universidad Complutense. Solo por estudiar algo, no por otra cosa¡±.
Ya iba a la facultad, pero no dej¨® de trabajar. Fue camarero y hasta escolta ¡°de gente m¨¢s o menos conocida¡±. Quiso terminar la carrera m¨¢s r¨¢pido para ver si as¨ª, con un t¨ªtulo en la mano, pod¨ªa conseguir algo serio. En eso estaba cuando son¨® el tel¨¦fono de su casa y un amigo le pregunt¨®:
¨COye, ?quieres trabajar de project manager en una empresa de Internet?
¨C?De qu¨¦?
¨CDe project manager.
¨CSi me explicas qu¨¦ es eso, a lo mejor¡
Dos entrevistas despu¨¦s, firm¨® un contrato y su vida cambi¨® radicalmente.
Tecnoland ofrec¨ªa plataformas de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n a las empresas. ¡°Era una compa?¨ªa con oficinas en varios pa¨ªses, joven, din¨¢mica, con el ritmo de Internet. Era un mundo donde conflu¨ªan la creatividad, el dise?o y la tecnolog¨ªa¡±. No obstante, lleg¨® el a?o 2000 con el estallido de la ¡°burbuja del puntocom¡± y Tecnoland quebr¨®. Lejos de deprimirse, V¨ªctor Manuel se fue tres meses a San Francisco (California). ¡°Quer¨ªa mejorar mi ingl¨¦s y ver qu¨¦ se coc¨ªa en el epicentro de las compa?¨ªas de tecnolog¨ªa¡±. Cuando regres¨® a Espa?a ten¨ªa una oferta de trabajo de Telef¨®nica, pero otro amigo le propuso crear una nueva empresa de contenidos de Internet. Se arriesgaron y, poco a poco, recuperaron los principales clientes que hab¨ªan tenido en Tecnoland.
De esa nueva empresa hecha por amigos surgir¨ªa despu¨¦s Zinkia, la productora de animaci¨®n y estudio interactivo que cre¨® al exitoso Pocoy¨®. El equipo de Zinkia comenz¨® a crecer y a tener presencia en varios pa¨ªses hasta que en 2007 surgieron las diferencias entre ellos. ¡°Jos¨¦ Mar¨ªa Castillejo ten¨ªa un modelo de gesti¨®n y yo otro. Pero ¨¦l era el socio mayoritario, y como yo no estaba de acuerdo con su filosof¨ªa de empresa, decid¨ª separarme. Poco despu¨¦s de mi salida, otros dos socios tambi¨¦n lo hicieron¡±.
En las Navidades de ese a?o, V¨ªctor Manuel se fue de vacaciones con su esposa y su hija a Disneyland Par¨ªs. Volvi¨® despu¨¦s de Reyes, ya en 2008, con la idea de crear otra productora. Por eso aquella tarde de s¨¢bado, despu¨¦s de la siesta, se empe?¨® en dar con el nombre y en definir el plan de negocios.
En el centro de la factor¨ªa, el tronco y las ramas de un ¨¢rbol blanco se levantan hasta el techo. Al fondo, dos salas de juntas con un mapamundi estampado en las puertas. En un costado hay una sucesi¨®n de mesas con ordenadores. En casi todos hay una persona con la mirada clavada en la pantalla. De cuando en cuando rompen el silencio con el sonido de los teclados o con un comentario en voz baja. Ninguno peina canas. Ninguno tiene una vestimenta formal. Todos disfrutan de lo que hacen, con paciencia y cuidado. Todos han ido aprendiendo de forma esencialmente autodidacta.
¡°La gente est¨¢ aqu¨ª por vocaci¨®n. Hay algunos que hemos trabajado juntos desde hace 14 a?os. Como en Espa?a no se ense?a animaci¨®n, pues vienen de todas las ¨¢reas. Hay quien estudi¨® cine, derecho, relaciones internacionales, ingenier¨ªa, dise?o, empresariales¡ pero han encontrado en esto su verdadera vocaci¨®n. A muchos, cuando eran ni?os, sus padres les daban una colleja por llenar los cuadernos de dibujitos. Y m¨ªralos ahora¡±, dice V¨ªctor Manuel con el orgullo en la mirada.
Los trabajadores de Vodka Capital llegan a estas instalaciones a las diez de la ma?ana. En un ambiente relajado, todos saben exactamente lo que tienen que hacer: cu¨¢ntos planos iluminar, cu¨¢ntos planos animar, cu¨¢ntas correcciones realizar. Y la ¡°cadena de producci¨®n¡± est¨¢ ¨ªntimamente ligada: si una parte se detiene, se afecta todo el proceso. Han creado su propio lenguaje de programaci¨®n y, tambi¨¦n, su propia ¡°jerga profesional¡±.
Ante la falta de formaci¨®n en Espa?a, desde hace dos a?os Vodka Capital decidi¨® tener su propia escuela. Est¨¢ en Segovia y ofrece un m¨¢ster de nueve meses en el que los mejores profesionales de la compa?¨ªa comparten sus conocimientos y experiencias. Y de los 20 alumnos del primer curso han seleccionado a ocho para trabajar con ellos.
Una serie surge en equipo. Es un trabajo creativo y un poco an¨¢rquico. Armados con l¨¢piz y papel, provocan una tormenta de ideas, las pulen y empiezan a realizar bocetos y guiones. Hay que saber, por ejemplo, lo que les gusta y les disgusta a los ni?os en materia de entretenimiento. Tener en cuenta las indicaciones de asesores educativos para incluir aspectos pedag¨®gicos acerca de la amistad, el respeto, la empat¨ªa, la adquisici¨®n de responsabilidades, los primeros pasos para socializar¡ y de esta manera reforzar con la historia la educaci¨®n que reciben en la familia y en la escuela. Como se espera que la serie sea vista (y bien recibida) en muchas partes del mundo, es necesario congeniar valores universales y convenciones sociales. Se trata de crear un ambiente narrativo de buen soporte tecnol¨®gico y un componente visual diferenciador.
Jelly Jamm es la historia de los habitantes del planeta Jammbo, donde se origina la m¨²sica del universo. Y es, sobre todo, el ¡°buque insignia¡± de Vodka Capital, que ya se ha visto en 150 pa¨ªses. ¡°La serie no se ha financiado con lo que pagan las empresas de televisi¨®n¡±, aclara V¨ªctor Manuel. ¡°Te doy cifras reales: TVE pag¨® por Jelly Jamm 75.000 euros. Y el presupuesto de producci¨®n es de 7,5 millones de euros. Es decir, vendi¨¦ndola en todo el mundo apenas se cubren los gastos de producci¨®n hecha en Espa?a. Por eso hay que tener negocios alternativos. El verdadero negocio para nosotros est¨¢ en el merchandising: DVD, juguetes, mochilas, videojuegos, m¨²sica, libros¡ Por eso, al dise?ar un personaje hay que pensar que tambi¨¦n funcione como juguete, que tenga colores femeninos y masculinos¡ En fin: caracter¨ªsticas comerciales para atraer socios. Y consumidores¡±.
En el altillo de esta factor¨ªa, donde est¨¢ el equipo de gesti¨®n comercial de la marca, hay una larga mesa en cuya cabecera est¨¢ V¨ªctor Manuel L¨®pez. Aqu¨ª el consejero delegado no tiene un despacho aparte, sino que trabaja al lado de sus compa?eros. Pero tiene, en cambio, un enorme ventanal que le brinda toda la luz de la calle.
V¨ªctor Manuel viaja constantemente para afianzar acuerdos comerciales. ¡°Cruzo el Atl¨¢ntico unas seis veces al a?o¡±, apostilla. Trabaja as¨ª para consolidar su industria cultural. Sin despegar los pies del suelo, se recrea en un charco de optimismo y lanza su ¡°mon¨®logo de empresario¡±:
¡°Hay que difundir el mensaje de que hay otro tipo de profesiones, de negocios, de industrias. Y hay que abrirles camino en Espa?a. Hay que promover que las universidades incluyan en sus planes de estudio profesiones como la nuestra. En 2008 la crisis ya era una realidad. ?ramos conscientes de todo lo que suced¨ªa, pero no mir¨¢bamos mucho la Bolsa ni la prima de riesgo. Nos centramos en nuestro negocio, en nuestros contenidos y en mirar m¨¢s all¨¢ de Espa?a. Decidimos tomar el camino contrario al que ha tomado casi toda la sociedad espa?ola: el pesimismo, la sensaci¨®n de incapacidad para hacer las cosas. Los Gobiernos son importantes, pero las personas somos capaces de transformar el mundo. No te puede paralizar un entorno negativo¡±, afirma L¨®pez.
¡°Ahora bien, por cada salario de un trabajador¡±, contin¨²a, ¡°una empresa tiene que pagar el 30% a reserva de los impuestos que tambi¨¦n pagan los trabajadores. Cuando comenzamos el proyecto de Jelly Jamm, tuvimos la osad¨ªa de ir a Hacienda y decirle: ¡®?Qu¨¦ tal si nos permiten, durante los primeros dos a?os de vida de nuestra empresa, no pagar ese 30% y as¨ª contratamos a m¨¢s gente?¡¯. La respuesta inmediata fue no¡±.
L¨®pez contin¨²a su an¨¢lisis reflexionando sobre la reforma laboral: ¡°Ahora es m¨¢s barato despedir, pero lo que se debe hacer es contratar m¨¢s barato. Si queremos que se reduzca el paro, tenemos que incentivar la contrataci¨®n de la gente. Nosotros tambi¨¦n estamos en momentos de dificultad. No hay empresas que tengan problemas y empresas que notengan problemas. La diferencia es la forma en la que encaras esos problemas¡±.
Babelia
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