El agente sin identidad

Habla con fluidez ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n, espa?ol e italiano. Conduce como el mejor Michael Schumacher. Tiene una memoria de hierro, un f¨ªsico envidiable y, nada m¨¢s entrar en un bar, su cerebro ya ha calculado todas las posibles salidas adem¨¢s de saber que el tipo sentado a la barra pesa exactamente 98 kilos y puede defenderse bien. La verdad es que ser el agente secreto Jason Bourne no estar¨ªa nada mal. Si no fuera, eso s¨ª, por dos detalles algo desagradables. No tiene la menor idea de qui¨¦n es (de hecho, solo sabe su nombre por haberlo le¨ªdo en uno de sus pasaportes). Y mucho menos entiende por qu¨¦ hay decenas de personas volcadas en detenerle o asesinarle.

La raz¨®n la descubrir¨¢n ustedes, junto con Bourne, a lo largo de una trilog¨ªa que ha seducido cr¨ªtica y p¨²blico y que EL PA?S ofrece en exclusiva en DVD a partir del pr¨®ximo domingo, 26 de agosto, por 2,95 euros. El caso Bourne, la primera entrega, de 2002, inaugurar¨¢ un viaje de tres semanas por el complejo pasado y el enredado presente del agente secreto protagonizado por Matt Damon. El mito de Bourne y El ¨²ltimatum de Bourne, con el mismo precio de 2,95 euros, llegar¨¢n respectivamente los domingos 2 y 9 de septiembre para cerrar el misterio del agente sin identidad.

Del mar italiano frente a Imperia, donde Bourne es rescatado ¡ª inconsciente y con dos balas en la espalda¡ª por un barco de pescadores, a Zurich, de Par¨ªs a la India, Doug Liman (el director de la primera entrega) y Paul Greengrass (que estuvo detr¨¢s de la c¨¢mara en los otros dos cap¨ªtulos) sumergen al espectador en un universo fren¨¦tico de acci¨®n, tiroteos, flashbacks y revelaciones.

Olviden el glamour y el sarcasmo de James Bond: Bourne no viste trajes ni bebe dry martini. Prefiere ir al grano, repartir le?a y eliminar a todo aquel que se plante en su camino hacia la verdad. Una nueva manera de concebir las pel¨ªculas de esp¨ªas que arras¨® en la taquilla, gan¨® tres Oscar y cambi¨® el cine de acci¨®n: el propio 007, en sus ¨²ltimos filmes, se ha pasado al bando de Bourne. Es decir, m¨¢s disparos y menos charletas. Lo que, al fin y al cabo, a?ade otro misterio m¨¢s: ?para qu¨¦ aprender¨ªa Jason Bourne tantos idiomas?