Abbado + Boulez = Lucerna
Ambos directores cumplen una d¨¦cada como referentes de un festival que cuida con mimo su programaci¨®n y este a?o reflexiona sobre las creencias
Los efectos psicol¨®gicos de la crisis econ¨®mica han pasado de largo por el Festival de Lucerna. La venta de entradas ya ha superado el 85% cuando quedan cuatro semanas para la finalizaci¨®n. Hay un proyecto muy s¨®lido detr¨¢s de la programaci¨®n, un contenido que se articula edici¨®n tras edici¨®n alrededor de un tema de antropolog¨ªa de la conducta. Este a?o reflexiona sobre las creencias (en otras ediciones se han formulado correspondencias musicales con memoria, noche, individualismo o erotismo).
Es el d¨¦cimo a?o en que los dos sumos sacerdotes de esta manifestaci¨®n cultural, Claudio Abbado y Pierre Boulez, est¨¢n al frente de sus respectivas causas. El primero, con la Orquesta creada a su medida; el segundo, con el proyecto pedag¨®gico de la Academia. Contar diez a?os consecutivos con dos mitos musicales como Abbado y Boulez es para quitarse el sombrero. El director del festival, Michael Haefliger, debe de sentirse euf¨®rico.
La crisis pasa de largo en la cita: la venta de entradas supera ya el 85%
Abbado se ha centrado especialmente en la Primera sinfon¨ªa de Bruckner. Despu¨¦s de haber dirigido en ediciones anteriores todas las sinfon¨ªas de Mahler, excepto la Octava, ahora le ha cogido el punto al compositor austriaco, del que en Lucerna hab¨ªa interpretado ya en esta d¨¦cada prodigiosa la Cuarta, la S¨¦ptima y la Quinta. Para el pr¨®ximo verano est¨¢ en las intenciones de Abbado acometer la Novena. La fascinaci¨®n bruckneriana es m¨¢s que evidente. Si llega a una integral sinf¨®nica o no es m¨¢s impredecible, despu¨¦s de aplazar sine die la de Mahler a falta de una sola sinfon¨ªa. Abbado es Abbado y va a su aire. Lo cierto es que su aproximaci¨®n a Bruckner tiene mucha personalidad, dentro de ese lirismo intimista que caracteriza al maestro italiano. Incluso posee una componente camer¨ªstica que otros directores no resaltan. La orquesta le responde como un mecanismo de relojer¨ªa. Existe una identificaci¨®n absoluta entre el director y sus m¨²sicos. En el grupo hay varios espa?oles que proceden de diferentes orquestas europeas: Lucas Mac¨ªas Navarro, Julia Gallego, Mart¨ªn Baeza, Jos¨¦ Vicente Castello, Ana Puig, Francisco Varoch¡ La orquesta ir¨¢ de gira con esta sinfon¨ªa en septiembre a Viena, Mosc¨², Hamburgo y Ferrara. En la ciudad italiana ser¨¢ una muestra de apoyo solidario al teatro de ¨®pera, al igual que los beneficios econ¨®micos del primer concierto del Festival con el R¨¦quiem de Mozart se destinaron a los damnificados por los terremotos en la Emilia Roma?a. La Primera de Bruckner ha estado acompa?ada en Lucerna por el Concierto para piano n¨²mero 3, de Beethoven, con una lectura impecable del pianista rumano Radu Lupu.
La aproximaci¨®n de Abbado a Bruckner tiene mucha? personalidad
La Academia del Festival de Lucerna, ese territorio de enorme importancia cultural y educativa que dirige Pierre Boulez, tiene lugar entre el 19 de agosto y el 7 de septiembre. Adem¨¢s del compositor y director franc¨¦s se ponen al frente de la orquesta de la Academia los incondicionales Peter E?tv?s y Pablo Heras-Casado. Los tres forman una pi?a desde que dirigieron juntos aqu¨ª en Lucerna la obra Gruppen, de Stockhausen. El joven director granadino tiene un verano que se las trae entre Lucerna con la Orquesta de la Academia y el Ensemble Intercontemporain de Par¨ªs, Salzburgo con el Klangforum de Viena y Nueva York con la Orquesta Barroca de Friburgo. El pasado domingo por la ma?ana interpret¨® con el m¨ªtico grupo franc¨¦s obras de Philippe Manoury ¡ªuno de los compositores en residencia de esta edici¨®n del Festival de Lucerna¡ª, Michael Jarrell y Sean Shepherd. Entre el p¨²blico asistente estaban desde Boulez hasta Wolfgang Rihm.
Abbado y Boulez no son los ¨²nicos que despiertan pasiones en Lucerna. El domingo la compositora rusa Sofia Gubaidulina ¡ªa quien se dedica un ciclo en esta edici¨®n como artista residente¡ª puso al p¨²blico en pie tras una versi¨®n vibrante de la Pasi¨®n seg¨²n San Juan con una orquesta joven de Suiza central, el sensacional coro eslavo Latvija y un grupo de cantantes de primer nivel de Rusia, Estonia y Lituania al frente del expresivo director Andres Mustonen. La compositora fue aclamada, como un par de d¨ªas antes lo hab¨ªa sido el pianista Pierre-Laurent Aimard en un primoroso recital con el segundo libro de Preludios de Debussy, y obras de Messiaen o Liszt.
La m¨²sica de nuestro tiempo est¨¢ bien servida en el festival ¡ªocho estrenos mundiales¡ª pero tambi¨¦n las muestras de m¨²sica popular en las calles o los ciclos de conferencias y pel¨ªculas complementarias alrededor del tema estrella de las creencias.
Babelia
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