Joaqu¨ªn Romero Marchent, creador del w¨¦stern espa?ol
El director y guionista impuls¨® el cine del salvaje Oeste en el pa¨ªs
El director, productor y guionista Joaqu¨ªn Romero Marchent (Madrid, 1921) falleci¨® en su ciudad natal el pasado 16 de agosto a los 91 a?os. Perteneciente a una amplia familia de cineastas, su labor abarc¨® muy diversas facetas pero es recordado especialmente por sus trabajos en el w¨¦stern espa?ol, que ayud¨® a crear en 1955 con El Coyote y La justicia del Coyote, pel¨ªculas de encargo que se rodaron simult¨¢neamente.
En colaboraci¨®n con su ayudante Jes¨²s Franco, escrib¨ªa por la ma?ana lo que deb¨ªa rodarse por la tarde, y la confusi¨®n entre ambas pel¨ªculas hizo que en ocasiones aparecieran personajes que ya hab¨ªan muerto en alg¨²n tiroteo previo. Pero en sus siguientes trabajos, La venganza del Zorro, Tres hombres buenos, El sabor de la venganza y Antes llega la muerte, fue precisamente el cuidado en la puesta en escena lo que caracteriz¨® su estilo, adem¨¢s de cierto tono moralizante.
En su opini¨®n, en el Oeste sucedieron los mismos dramas humanos que en cualquier otra ¨¦poca y lugar; de esta forma el sadismo habitual del g¨¦nero, primordial en lo que el cine italiano convertir¨ªa en el spaghetti-western, daba paso en las pel¨ªculas de Romero Marchent a cierto costumbrismo no exento de ambiciones trascendentes. Es significativa en este sentido su adaptaci¨®n del mito de Fedra en Fedra West (rebautizada en Italia como Yo no perdono¡ mato).
Los 12 cap¨ªtulos que a mediados de los a?os setenta Romero Marchent dirigi¨® para la serie Curro Jim¨¦nez dieron cuenta de su buen oficio en un g¨¦nero en el que, parad¨®jicamente, nunca hab¨ªa so?ado especializarse. En sus agridulces comedias con ribetes de humor absurdo El hombre que viajaba despacito (1957) con Gila, y El hombre del paraguas blanco (1958) con Jos¨¦ Luis Ozores, pr¨®ximas al cine del primer Berlanga, aunque sin la ¨¢cida iron¨ªa del maestro valenciano, Romero Marchent compon¨ªa personajes buenos e inocentes, como los presidiarios condenados por error, Fulano y Mengano (1959), que tras ser liberados se topan con el rechazo social aunque tambi¨¦n con seres amables y solidarios, tan pobres como ellos. Vistas hoy, estas pel¨ªculas ofrecen una informaci¨®n sociol¨®gica de la Espa?a del momento, no del todo involuntaria, que las enriquece.
Babelia
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