Vestidos de domingo
Ana Locking factura su colecci¨®n m¨¢s comercial Ailanto se vuelca en uno de sus puntos fuertes: el dise?o y producci¨®n de delicados estampados
Madrugar el primer domingo de septiembre para acudir a una fr¨ªa nave industrial de Ifema a contemplar apenas 15 minutos de desfile en directo (cuando uno puedo verlo felizmente desde su cama en streaming) requiere un grado bastante elevado de pasi¨®n por la moda (o por los eventos de masas). Pero Ana Locking ¡ªa la que le toc¨® inaugurar esta tercera jornada de la Mercedes Benz Fashion Week¡ª consigui¨® despertar a las gradas de su letargo con una colecci¨®n "fresca y pr¨¢ctica". Vestidos de estructura triangular y toda una declinaci¨®n de rosas que buscaban abiertamente "ser muy comerciales" sin traicionar la filosof¨ªa de la marca. Un dif¨ªcil equilibrio que se plasmaba tambi¨¦n en el propio concepto de su propuesta. Bautizada como The talk (La charla) se planteaba como un di¨¢logo est¨¦tico entre el estilo racional de Jackio O y el poderosamente sensual de Marilyn.
"Las historias que nos montamos entorno a las colecciones est¨¢n muy bien, pero cuando est¨¢n colgadas en la percha de una tienda no hay historia que valga, por eso he querido que sean piezas apetecibles y reales. Tengo los pies en la tierra y vivo de vender", explicaba. Entre sus proyectos m¨¢s importantes para este a?o est¨¢ encontrar un showroom potente "en Par¨ªs y Nueva York". Tambi¨¦n espera que las esparde?as rematadas con cuerda de escalador que ha producido con Casta?ar le faciliten la entrada en el complejo mercado del calzado. "Necesitas fabricar en cantidad, adem¨¢s de un agente y un distribuidor que lleve tu marca y no encontramos a nadie que lo haga", argumenta.
Los hermanos I?aki y Aitor Mu?oz (Ailanto) tambi¨¦n est¨¢n centrados en la venta. O m¨¢s, concretamente, en una herramienta para potenciarla: su nueva tienda, abierta hace poco m¨¢s de un mes en la calle Argensola de Madrid. "Nos dividiremos, I?aki se quedar¨¢ en Barcelona [donde viven y trabajan] y yo me vendr¨¦ a Madrid, porque una boutique como esta necesita que, sobre todo al principio, se controlen los detalles y se le d¨¦ vida", explica Aitor. De sus perchas colgar¨¢ dentro de seis meses la colecci¨®n que han presentado hoy y en la que se han volcado en aquello que mejor saben hacer: vestidos femeninos y estampados rom¨¢nticos. Para estos ¨²ltimos, han empleado como referencia la casa construida en Caracas por el arquitecto italiano Gio Ponti. "Pensando en el suelo de las escaleras, por ejemplo, pintamos en pastel cuadros gigantes que reproduc¨ªan hasta 22 texturas de m¨¢rmol y que luego escaneamos y llevamos a Italia para producir el tejido", cuenta I?aki. Sus piezas, no aptas para diab¨¦ticos, tambi¨¦n se ilustran con p¨¢jaros y otros motivos elaborados de la misma y mimada t¨¦cnica.
Los Ailanto no son los ¨²nicos dise?adores del d¨ªa que apuestan por los estampados propios. Mart¨ªn Lamothe ha creado ¨Cy patentado¨C ilustraciones inspiradas por la Florencia del Cinquecento, materia prima de una colecci¨®n que indaga y experimenta con el concepto pict¨®rico de la perspectiva. "Cuando lleg¨® la crisis pens¨¦: ¡®para no vender de cualquier forma, por lo menos voy a hacer lo que me apetezca¡¯. Y al final me ha salido bien: mis clientes ¨Cque est¨¢n principalmente en Estados Unidos y Emiratos ?rabes¨C quieren lo m¨¢s loco y especial que presento cada temporada, porque para piezas ponibles pero con rollo tienen decenas de marcas en la calle asequibles y bonitas", argumenta. Aunque reconoce que puede permitirse "el lujo de dar rienda suelta a sus ensayos conceptuales" porque, adem¨¢s de directora creativa de Lamothe, es profesora de universidad y trabaja como freelance para otras firmas.
Las propuestas de Roberto Torretta, que cerraron los desfiles de la ma?ana, ir¨¢n directamente de la pasarela a su tienda madrile?a. El creador sabe lo que funciona con sus clientas y se centra en ello, aunque eso deje en la grada un cierto sabor redundante.
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