A veces llegan cartas

La temporada pasada arroj¨® en Catalu?a un buen bot¨ªn de nuevas obras, entre las que destaco cinco: Los jugadores, de Pau Mir¨®; La sombra a mi lado, de Marilia Samper; S¨¦ de un lugar, de Iv¨¢n Morales; El principio de Arqu¨ªmedes, de Josep Maria Mir¨® Coromina, y Litus, de Marta Buchaca. Ni el transfer ni la reposici¨®n han sido, por desgracia, una pr¨¢ctica habitual en los ¨²ltimos a?os, pero se dir¨ªa que el buen criterio y el espoleo de la crisis, que l¨®gicamente pide el aprovechamiento de los ¨¦xitos probados, han hecho que algunas de estas piezas vayan a volver a los escenarios. Por lo pronto (agenda al canto), S¨¦ de un lugar, presentada en La Seca, ocupar¨¢ en breve el hall del Romea, y El principio de Arqu¨ªmedes, el hit veraniego de la Beckett, se ver¨¢ la pr¨®xima primavera en la Villarroel.

Litus (nombre de su ausente, pero omnipresente protagonista) fue la ¨²ltima en estrenarse y ha sido la primera en regresar a escena. Lleg¨® a principios de verano a la sala Flyhard, comandada por el dramaturgo Jordi Casanovas y su indesmayable grupo de actores, que pese a (o por) tratarse de un espacio off-off, en el barrio de Sants, con aforo exiguo (40 butacas) y heroica autofinanciaci¨®n, ha ofrecido en su tercer a?o nada menos que seis producciones de j¨®venes autores catalanes. J¨®venes y no tan j¨®venes: Jordi Galcer¨¢n eligi¨® Flyhard para presentar Burundanga tras su zambombazo en el Maravillas madrile?o. Burundanga pas¨® luego a la Villarroel y Litus ha sido repescada, hecho singular, por el Espai Lliure. Y una iniciativa a repetir: los teatros p¨²blicos (al menos en Catalu?a) funcionan por programaciones cerradas y no suelen acoger producciones ya estrenadas, ni siquiera yendo a taquilla, como dir¨ªa que es el caso.

Marta Buchaca, la autora y directora de Litus, no es ninguna debutante. Tiene cinco obras a sus espaldas, y en el Bellas Artes contin¨²a, con gran acogida, la comedia de sketches El a?o que viene ser¨¢ mejor, cuya creaci¨®n comparti¨® con Carol L¨®pez, Merc¨¨ Sarrias y Vict¨°ria Szpunberg. No conoc¨ªa sus anteriores trabajos, y Litus me ha parecido una pieza formidablemente escrita y dirigida. Seduce, atrapa, divierte y emociona: conozco pocas funciones recientes que ganen en esos cuatro negociados. Les cuento la premisa. Litus, muerto viv¨ªsimo, es un peterpanesco m¨²sico de rock que se ha suicidado (furgoneta, barranco) para eludir las servidumbres de la vida adulta. Toni, su hermano mayor, convoca a sus mejores amigos a los tres meses de su muerte para lo que se presenta como una cena de homenaje. Los convocados son Laia, la exnovia de Litus, y ahora pareja de Toni; Pau, su compa?ero de piso, que mantiene intocada la habitaci¨®n del muerto como un altar a su memoria; Pepe, un integrante de su banda, que para sorpresa de todos ha saltado del underground al ¨¦xito masivo, y el ultraneur¨®tico Marc, desnortado por la p¨¦rdida de su faro vital. Para sorpresa de los presentes, Toni anuncia que Litus dej¨® cinco cartas que han de ser le¨ªdas esa noche y cuyo contenido va a poner patas arriba la existencia de los convocados.

Lo primero que llama la atenci¨®n es su claridad estructural, la habilidad de su modulaci¨®n y la econom¨ªa del relato. En apenas ochenta minutos traza retratos tan completos como bien perfilados de los protagonistas, esquivando t¨®picos y, cosa muy de agradecer, sin que en ning¨²n momento sientas que te est¨¢n ¡°pasando informaci¨®n¡±. Segunda prueba de fuste autoral: la manera en que te lleva del humor al drama (y viceversa) sin forzar la m¨¢quina, sin subrayar los gags ni campanear lo grave. La risa y el dolor est¨¢n en su sitio, pero no donde los esperas, con lo que te pilla casi siempre a contrapi¨¦, que es la gracia del asunto, un asunto que en otras manos se hubiera zambullido en lo trillado o lo sentimentaloide. A algunos les recordar¨¢ un cruce entre Reencuentro, de Lawrence Kasdan, y El club de los cinco, de John Hughes, y a otros puede que les haga pensar en Hasta luego cocodrilo, aquella estupenda serie de Alfonso Ungr¨ªa, con unas gotas del Mankiewicz de Carta a tres esposas. El di¨¢logo fluye con una admirable suavidad, sin estridencias, y al mismo tiempo con un ritmo picado, algo nada f¨¢cil de conseguir, y siguen ese mismo patr¨®n el avance de la intriga y la arquitectura de las tensiones, que desembocan en la majestuosa y creciente emoci¨®n de la ¨²ltima carta: una escena preciosa y muy bien controlada.

Quiz¨¢s lo que m¨¢s me gusta de Litus es que rechaza los alardes para ir directamente a lo que quiere contar, a lo que importa. Es una obra generacional porque sus personajes est¨¢n en la misma franja de edad (treinta y pocos), pero Marta Buchaca no parece haberse propuesto dar mensajes o diagn¨®sticos sobre ¡°la juventud actual¡±, porque no existe tal cosa, ni ser ¡°original¡± o ¡°moderna¡±, sino comunicar lo mejor posible su historia: atraparnos con una trama y unos personajes a los que contempla con respeto y afecto, sin juicios r¨¢pidos ni definitivos. En un principio creemos que utiliza al agresivo y amargo Toni como portavoz y sacudidor de conciencias (un arquetipo cl¨¢sico en toda ¡°cena de acusados¡±), y durante un rato nos identificamos, por el prestigio del sarcasmo, con su mirada inclemente, pero la autora siempre permite que los otros personajes escapen de esas jaulas arquet¨ªpicas y crezcan ante nuestros ojos. Virtud del texto, virtud de las interpretaciones, y virtud de la puesta en escena. Sara Esp¨ªgul (Laia), Borja Espinosa (Toni), Sergi Torrecilla (Pau), Josep Sobrevals (Pepe) y David Verdaguer (Marc) se mueven en la misma frecuencia de onda: una naturalidad constante y una atenci¨®n absoluta a las r¨¦plicas, las miradas y los silencios de los otros.

Iba a decir, como m¨¢ximo elogio, que Litus es de esas funciones que ¡°no parecen dirigidas¡± pero vaya si lo est¨¢, y al mil¨ªmetro: lo bueno, que no se nota. Est¨¢ teniendo un gran ¨¦xito en Barcelona, pero todav¨ªa puede (y debe) alcanzar m¨¢s en toda Espa?a. Atentos, programadores, que esta comedia (o tragicomedia, mejor) tiene mucho recorrido y, me parece a m¨ª, mucho dinero en la tripa.

Litus. Texto y direcci¨®n de Marta Buchaca. Teatre Lliure. Montju?c. Barcelona. Hasta el 8 de octubre. http://www.teatrelliure.com/.

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