¡°Esta no es la era de la creaci¨®n, sino la de la interpretaci¨®n¡±
Daniele Gatti, uno de los directores habituales de la Staatsoper de Viena, recala estos d¨ªas en Madrid y Barcelona con obras de Brahms
Desde hace 10 a?os, cuando debut¨® en la Staatsoper de Viena con Simon Boccanegra,Daniele Gatti (Mil¨¢n, 1961) mantiene una relaci¨®n privilegiada con la Filarm¨®nica de esa ciudad. La orquesta, que carece de director titular y selecciona con enorme celo a quienes la acompa?an temporalmente, se ha embarcado con el italiano en una gira que aborda la obra de Brahms y con la que ha recalado en Espa?a estos d¨ªas (jueves y ayer en Madrid y hoy en Barcelona). Convertido en una de las grandes estrellas de la cl¨¢sica, atraviesa un momento de madurez excepcional. Esa perspectiva le permite criticar la inflaci¨®n de directores j¨®venes que se disputan los grandes podios para terminar diluy¨¦ndose. Hincha del Inter de Mil¨¢n y de Mourinho, recurre sin complejos a las met¨¢foras futbol¨ªsticas para explicar la emoci¨®n musical en estos tiempos de crisis.
Pregunta. En Espa?a arrecian las protestas contra el Gobierno y los recortes. ?C¨®mo afectar¨¢n a la cultura, especialmente aqu¨ª o en Italia?
Respuesta. Es dif¨ªcil hablar de esto con argumentos m¨¢s serios de lo que se suele. La crisis toca todas las partes de nuestra vida. Pero la m¨²sica siempre se ha interpretado, la ¨®pera se ha puesto en escena, la educaci¨®n ha continuado¡ La m¨²sica est¨¢ principalmente dentro de cada uno. No hay que esperar que la pol¨ªtica haga algo por ella. Si alguien quiere acercarse a la cl¨¢sica, puede.
P. ?Hay que esperar menos de los Gobiernos?
R. Seamos sinceros: la m¨²sica cl¨¢sica es una peque?a parte del inter¨¦s de la poblaci¨®n. No es un fen¨®meno de masas como el deporte. Si quieres, la vas a buscar. Es dif¨ªcil tambi¨¦n hablar de la educaci¨®n musical. La m¨²sica se quiere, no se ense?a. Si la amas, bien, pero no debes ser forzado. Es m¨¢s importante que en la familia exista ese amor y se transmita.
P. Pero habr¨¢ que entender...
R. ?Cu¨¢nta gente va a ver un partido del Real Madrid y no tiene ni idea de si juegan con un 4-3-3 o un 4-3-2-1? Da igual, juegan y la misi¨®n del f¨²tbol es generar excitaci¨®n. Lo otro es un segundo paso.
P. Algo no har¨¢n bien si siempre nos quejamos del envejecimiento del p¨²blico.
R. La m¨²sica cl¨¢sica es muy exigente. No puedes acercarte a ella de forma ligera como har¨ªas con el jazz o el rock. Hablamos de algo que fue escrito hace 200 a?os. Un concierto es hoy el reto de los int¨¦rpretes por diferenciarse en estilos y en visiones sobre los compositores. Las nuevas generaciones solo se acercar¨¢n a la m¨²sica si se encuentran a s¨ª mismos en estas experiencias. En realidad no hay tanto que entender. No es una obligaci¨®n que todo el mundo llene los auditorios. Es un problema del que ya se quejaban hace 30 a?os.
P. ?A usted le preocupa m¨¢s el baby boom de directores?
R. No estoy en contra de la gente joven, yo lo fui. Pero hay muchos int¨¦rpretes demasiado j¨®venes. Antes no pod¨ªas dirigir a la mejor orquesta del mundo sin pedigr¨ª. Hoy se les exprime hasta que no queda nada.
P. ?Por qu¨¦ hay ese ansia?
R. Es una competici¨®n entre las organizaciones musicales por descubrir al nuevo Mozart. Pero no es el tiempo de que un ni?o de 8 o 10 a?os sea un genio. No es la era de la creaci¨®n, sino de la interpretaci¨®n. Tenemos la obligaci¨®n de entender la m¨²sica escrita por otros genios y proponer una lectura, si cabe. Se pueden cometer errores, pero al m¨¢s alto nivel se pagan m¨¢s caros.
P. ?C¨®mo se interpreta musicalmente un sentimiento desconocido personalmente?
R. Cuando yo ten¨ªa 31 respond¨ªa a muchas cosas de forma diferente. Aprendes a trav¨¦s del sufrimiento, del dolor. La felicidad no ayuda a madurar. A los 25 no se ha experimentado el sufrimiento. Y al final, la m¨²sica es solo una experiencia de vida.
P. ?Por eso usted graba poco?
R. La discograf¨ªa es un legado. Y para eso tu interpretaci¨®n tiene que ser madura, para que sirva para la posteridad. Muchos sellos contratan a artistas j¨®venes porque tienen historias detr¨¢s. Y eso es lo que venden. Es como escribir una autobiograf¨ªa: ?Qu¨¦ vas a contar con 25 a?os? Es rid¨ªculo.
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