Guiones delirantes y cambios de sexo: el cine seg¨²n los Wachowski
Los hermanos se suman a Tom Tykwer para presentar ¡®El atlas de las nubes¡¯
En los ¨²ltimos a?os todo ha cambiado con los hermanos Wachowski. Los autores de Matrix eran dos, estaban en la cima y nadie rehu¨ªa tanto a la prensa como estos visionarios. Ahora no callan, son tres, gracias a su asociaci¨®n con Tom Tykwer, director de Corre, Lola, corre al que llaman ¡°su hermano perdido¡±, y para financiar los 77 millones de euros de su ¨²ltima pel¨ªcula, El atlas de las nubes, se volvieron independientes, adelantando incluso su propio dinero. ¡°Y con lo dif¨ªcil que ha sido, solo desear¨ªa que esta experiencia no acabara nunca¡±, parlotea una incontenible Lana Wachowski de un periodo al que tambi¨¦n suma su viaje personal. Hasta 2002 era conocido como Larry, entonces cambi¨® de sexo y ahora, como ella misma bromea, se parece m¨¢s a la Lola de la pel¨ªcula de Tykwer. ¡°Supongo que influyo a la gente para que se parezca a mis obsesiones personales¡±, le sigue la corriente el cineasta alem¨¢n, que estuvo unido a Franka Potente, protagonista de aquel filme.
Los tres comparten una energ¨ªa contagiosa con la que quieren invitar a la audiencia a participar en el viaje m¨¢s ambicioso de sus carreras, la adaptaci¨®n del inadaptable best seller de David Mitchell sobre la evoluci¨®n de la humanidad, un total de seis historias entrelazadas a lo largo de 500 a?os y diversos g¨¦neros cinematogr¨¢ficos que trasciende razas o g¨¦neros. ¡°Es una invitaci¨®n a participar en el sentido de la vida¡±, se atreve a resumir Lana sin sonar mojigata. Porque adem¨¢s es un juego de conexiones, ¡°como un sudoku¡±, dice, donde a los tres realizadores les fue tan dif¨ªcil y divertido unir todas las piezas como le ser¨¢ al espectador desgajarlas. En Estados Unidos se estrena el pr¨®ximo viernes 26 y en Espa?a, el 22 de febrero de 2013.
Quiero desmitificar el miedo que hay a gente como yo Lana Wachowski
Un proyecto que comenz¨® de forma inocente, cuando Natalie Portman, amiga de Tykwer, le regal¨® a Lana el libro en el rodaje de V de vendetta. ¡°Y menos mal que ten¨ªa un hermano para transcender la soledad de leerlo¡±, a?ade Lana efusiva sobre una lectura que inmediatamente quiso compartir de forma universal. El tercer hermano no se hizo rogar, tras coincidir en varias ocasiones. ¡°A partir de ah¨ª no pensamos en nuestras diferencias, sino en nuestras similitudes¡±, explica Tykwer de un guion y una pel¨ªcula que construyeron al alim¨®n, con una sola voz, pese a los problemas que plagaron un rodaje de cuatro a?os.
Especialmente econ¨®micos: si bien los actores fueron f¨¢ciles de convencer para interpretar papeles m¨²ltiples en las diferentes historias (Andy recuerda con cari?o a un Tom Hanks apunt¨¢ndose sin reparos a ¡°un barco que hac¨ªa aguas por todos lados y por el que no iba a cobrar¡±), la financiaci¨®n estaba asegurada solo en parte con los estudios Warner y el resto se consigui¨® de su bolsillo y de aportaciones individuales de Asia y Europa. Por eso dividieron el rodaje en seis historias. Tykwer film¨® las tres m¨¢s contempor¨¢neas mientras que los hermanos Wachowski se hicieron cargo de la m¨¢s remota en el tiempo y de otras dos que se adentran en el futuro hasta el Hawai del siglo XXIV. ¡°Son muchas las gotas que han hecho esta pel¨ªcula¡±, a?ade Lana, ¡°de un alma y sus diferentes reencarnaciones en este mosaico que es la vida¡±, concluye Tykwer la frase. A ellos les uni¨® el programa inform¨¢tico Skype, dirigiendo al un¨ªsono en Mallorca o Berl¨ªn gracias a los planos que ve¨ªan en sus iPads y siempre bajo un ¨²nico lazo que fue la m¨²sica de Tykwer, autor de todas sus bandas sonoras. El resultado se ha convertido en ¡°una avalancha de amor¡±, como recuerda Lana de la ovaci¨®n del p¨²blico durante el estreno en el festival de Toronto. La cr¨ªtica no es tan efusiva y la taquilla teme m¨¢s un desastre tipo Babel que un ¨¦xito como Origen puestos a hablar de pel¨ªculas de narrativa no lineal.
Los hermanos Wachowski-Tykwer no parecen preocupados. En eso no han cambiado. Si durante a?os no quisieron hablar con la prensa, recuerda Andy, es por la misma raz¨®n por la que reniegan de la frase tan buscado por otros y que reza ¡°esta es una pel¨ªcula de¡±. ¡°El cine es un arte comunal y nunca podemos arrogarnos ese protagonismo, ya que desacreditar¨ªamos a todos los dem¨¢s¡±, resume. La experiencia comunal tiene, en este caso, para Lana un significado personal: la p¨¦rdida del anonimato que viene con las entrevistas por la responsabilidad de ¡°desmitificar el miedo que hay a gente como yo¡±. Sus recuerdos llevan a una infancia en la que no recuerda a alguien con quien identificarse que hubiera cambiado de sexo, un sentimiento que vivi¨® como ¡°deprimente y terror¨ªfico¡±. ¡°Quiero que esta sea una invitaci¨®n, una oportunidad para ver que el mundo no est¨¢ cerrado¡±, a?ade con una sonrisa y un movimiento de asentimiento de sus rastas p¨²rpura.
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