Toundra: ¡®III¡¯

No pasa nada. III, el nuevo disco de los madrile?os Toundra es un gran ¨¢lbum. Importante. Su producci¨®n, impecable. El virtuosismo de sus componentes, intachable. En definitiva, la factura es homologable a la de cualquier producci¨®n internacional. Lanzarse a desarrollar un proyecto como este, un grupo que elabora m¨²sica instrumental con canciones que no bajan de los cinco minutos, requiere altas dosis de confianza en uno mismo. Y de autosuficiencia. Reconforta comprobar que, al igual que viene sucediendo en otros territorios musicales patrios, tambi¨¦n en el ¨¢mbito del rock progresivo se pueden parir obras sin aristas. O casi sin ellas. Porque a Toundra, en esta cr¨ªtica, nos vamos a empe?ar en sacarle alguna.

Ya lo dec¨ªamos, no pasa nada, III (Aloud Music) es un discazo, pero debe mucho a bandas como Tool, Explosions In The Sky, a los Mogwai m¨¢s sombr¨ªos y, sobre todo, le debe mucho a ISIS, a los ISIS de In the absence of truth, un disco de hace seis a?os (Ipecac Recordings, 2006). Y no pasa nada, pero hay que decirlo: han logrado emular a la perfecci¨®n los gui?os y giros de esos grupos profundos, ambiciosos y con un punto de afectaci¨®n. Pero tambi¨¦n han ido m¨¢s all¨¢ (y eso tambi¨¦n hay que decirlo).

Sucede a menudo que en el corral musical espa?ol el que consigue emular a una referencia extranjera cosecha aclamaci¨®n un¨¢nime. A veces ocurre porque el que aclama no sabe reconocer el car¨¢cter de ¨¦mulos de los aclamados. Pas¨® con S?ber y su deuda con Tool, con Hamlet y su deuda con Pantera y luego con el Nu-Metal¡­ Pasa en el cine y en las series de televisi¨®n. Se toma por original lo que es copia. Al que llegue a Toundra sin el bagaje necesario quedar¨¢ deslumbrado por la belleza de este ¨¢lbum.

III encierra no obstante momentos de aut¨¦ntica originalidad. No desde luego el manido recurso de introducir un tema (Cielo negro) con sonidos de tormenta, ni tampoco algunas progresiones previsibles de Ara Caeli y en alg¨²n otro tema (estructuras reconocibles para cualquier amante del metal y cuya excesiva recurrencia en alg¨²n corte hacen pensar en si no estaremos ante los t¨ªpicos extrav¨ªos musicales propios de las sesiones de ensayo desbocadas). Afortunadamente, al ser temas largos, hay pasajes soberbios (donde de verdad se ha meditado la estructura) que absuelven a los menos logrados.

Donde Toundra de verdad son ellos y nadie m¨¢s es en Requiem. All¨ª la secci¨®n de cuerdas gana entidad para dejar de ser un mero arreglo que sirva de peralte emocianal al resto. Este corte de 5 minutos y 35 segundos podr¨ªa f¨¢cilmente inaugurar un g¨¦nero que habr¨ªa que llamar algo as¨ª como americana progresiva. Es una puerta abierta que permitir¨ªa que Toundra, en el futuro, escapara de la tutela de otras bandas y volara por libre. Y muy alto. A ellos les toca elegir.