Adi¨®s al banjo
El grupo madrile?o Hola a Todo EL Mundo, publica su segundo disco. Pop con sintetizadores y bailable en ocasiones alrededor de un poema apocal¨ªptico de Roy Tiger Milton
En el edificio en el que ensayan Hola A Todo El Mundo (HATEM, a partir de ahora) hay clases. ¡°Cuando empezamos, hace cinco a?os, est¨¢bamos en el s¨®tano. All¨ª los locales son enanos y oscuros. Ahora ya hemos ascendido a la primera planta, que est¨¢n mucho mejor. En el de arriba est¨¢n los famosos, Dover y as¨ª¡¡±, dice ?lvaro Sanju¨¢n, bajista del grupo ?Se ven en el piso superior? ¡°Lo mismo que otra vez en el de abajo. ?Te imaginas, Ari?¡±, le pregunta a su compa?ero. ¡°Dentro de diez a?os de vuelta a las catacumbas. Otra vez a hacer folk sin ventanas¡±
They won't let me grow,? primer sencillo de Ultraviolet catastrophe, segundo disco de HATEM
Sonr¨ªen ambos con la idea, que ahora les parece descabellada. M¨¢s que nada porque han dado un golpe de tim¨®n a su carrera. ¡°A m¨ª ya no me pillas con un banjo. Ni siquiera cerca de uno¡±, bromea Sanju¨¢n. Curiosa afirmaci¨®n viniendo de un componente del grupo madrile?o que fue la versi¨®n patria de aquello que se llam¨® weird folk.
Aparecieron en 2007, cuando una ola de furor por lo ac¨²stico y tradicional golpeaba a los hipsters del mundo. Empezaban a crecer esas barbas que hoy ya resultan habituales en los clubes y los editoriales de moda se llenaban de modelos que parec¨ªan le?adores canadienses tras una huelga de hambre.
Pero m¨¢s all¨¢ del superficial revisionismo est¨¦tico era el momento del despegue de artistas que han sido referenciales: Sufjan Stevens, Bon Iver o Vetiver, los favoritos de HATEM. Un sonido, que quedar¨¢ fijado a un tiempo concreto, los noughties, y en el que se recuperaba la sinceridad, la austeridad, la excentricidad y el respeto de la tradici¨®n como valores musicales. Durante diez minutos pareci¨® una buena idea. HATEM fue, junto con Russian Red, una de las primeras interpretaciones locales. Y todav¨ªa hoy, es una de las m¨¢s logradas. Tuvieron la suerte, o la desgracia, (ellos se encogen de hombros como si todav¨ªa no tuvieran muy claro, cual de las dos fue) de crecer en p¨²blico. Con su segundo concierto ya llamaron la atenci¨®n de la prensa. Entonces eran seis, ahora cuatro. ¡°Es cierto que todos los bailes de formaci¨®n? quedaron reflejados, pero hace tiempo que somos los mismos. En eso nos hemos estabilizado".
Hatem prayer team, canci¨®n del primer disco de Hola a Todo el mundo
Solo en eso, porque como dec¨ªa minutos antes su compa?ero Ari en el ascensor que lleva al piso de su discogr¨¢fica madrile?a: ¡°Decidimos cambiar y ?para qu¨¦ andarse con medias tintas?¡±. Su segundo ¨¢lbum Ultraviolet catastrophe significa una vuelta de tuerca en todos los sentidos.
El principal musicalmente. ¡°Terminamos un poco saturados de sonar ac¨²sticos. Sacamos el primer disco en 2010, pero ya ven¨ªamos de cuatro a?os de m¨²sica limpia y ac¨²stica. A partir de ah¨ª ha sido una cosa gradual. Sustituir instrumentos por programaciones o sintes¡±, recuerda Ari. En ingl¨¦s, como llevan haciendo desde sus comienzos, musican un poema de Roy Tiger Milton. "Est¨¢ dividido en 10 partes y es una visi¨®n apocal¨ªptica del ser humano. Su m¨¦trica, y su ritmo se adaptan muy bien a nuestra forma de hacer m¨²sica, y siempre hemos intentado hacer las cosas alrededor de un concepto".
Ultraviolet catastrophe est¨¢ publicado en Mushroom Pillow
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