Unamuno desde la visi¨®n de Jon Juaristi
La Fundaci¨®n March ha presentado una nueva biograf¨ªa del ensayista y pensador, escrita por su paisano bilba¨ªno
Dicen que cuando un autor se sumerge durante meses o a?os en investigaciones para elaborar la biograf¨ªa de un personaje acaba pareci¨¦ndose, de alg¨²n modo, en ese personaje. Las similitudes entre Miguel de Unamuno y Jon Juaristi no parecen ir m¨¢s all¨¢ de sus or¨ªgenes bilba¨ªnos y la profesi¨®n que comparten: la literatura. Dos elementos dif¨ªciles de ignorar si uno no quiere convertirse en un unamunito del siglo XXI. Por esta raz¨®n Juaristi (Bilbao, 1951) admite que ha intentado distanciarse lo m¨¢ximo posible del personaje durante las investigaciones y lecturas que han requerido la biograf¨ªa que publica ahora Taurus, dentro de la serie de Espa?oles eminentes, impulsada por la Fundaci¨®n March. El bilba¨ªno ha admitido que Unamuno no es precisamente su pensador favorito: ¡°Si hubiera vivido esa ¨¦poca seguramente me caer¨ªan mejor Men¨¦ndez Pidal o P¨ªo Baroja¡±, y lo ha calificado como ¡°un megal¨®mano tit¨¢nico¡±.
La pasada primavera apareci¨® el primer volumen de la colecci¨®n, P¨ªo Baroja, escrito por Jos¨¦ Caros Mainer. Ahora ve la luz Miguel de Unamuno. ?Por qu¨¦ Juaristi? Javier Gom¨¢, director de la Fundaci¨®n March, lo tiene muy claro: ¡°Re¨²ne el conocimiento, el juicio y el estilo adecuados. No s¨¦ si ser¨¢ un best seller, pero estoy segur¨ªsimo de que ser¨¢ un long seller y una biograf¨ªa de referencia de este carism¨¢tico personaje¡±.
Biografiar a Unamuno tiene una ventaja, apunt¨® el escritor. ¡°Es una persona interesante por motivos pol¨ªticos, familiares, por su car¨¢cter y por su narcisismo. Es un hombre de contrastes, absolutamente ejemplar y cari?oso en su vida familiar, y sin embargo un neur¨®tico de manual, muy severo con sus contempor¨¢neos, con ese puritanismo influenciado por los Jesuitas, muy taca?o y de pocos amigos¡±. Adem¨¢s de los aspectos personales, Juaristi destac¨® la importancia del personaje como escritor modernista y pensador: ¡°siempre se movi¨® en una dicotom¨ªa irreconciliable, eligi¨® conservarse en sus puras contradicciones y manifest¨® un car¨¢cter rom¨¢ntico: Era incapaz de conciliar su tendencia al entusiasmo con lo racional, pero necesitaba argumentar la fuerza con la raz¨®n¡±, indic¨® el autor. Todo esto le llev¨® a chocar con los movimientos pol¨ªticos del momento: ¡°Transit¨® del nacionalismo vasco al enaltecimiento de la monarqu¨ªa, luego se enfrent¨® a Alfonso XIII y Primo de Rivera y durante la II Rep¨²blica, cuando hab¨ªa sido recibido como uno de sus padres, se distanci¨® de ella¡±, cont¨® Juaristi. En este sentido, el catedr¨¢tico a?ade que Unamuno fue ¡°el primer nacionalista, en sentido moderno¡±. Incluso lleg¨® a manifestar que Sabino Arana le deb¨ªa a ¨¦l su bagaje intelectual.
Gom¨¢ ha enumerado los motivos que llevaron a instituci¨®n y editorial a elaborar esta serie de biograf¨ªas, tras el ¨¦xito de los ciclos de conferencias en torno a ¡°espa?oles eminentes¡± de la historia de Espa?a: Primero, para fomentar el g¨¦nero de la autobiograf¨ªa en nuestro pa¨ªs, que siempre hab¨ªa tenido acento anglosaj¨®n. ¡°Si uno busca la biograf¨ªa de Margaret Tatcher, probablemente se tope adem¨¢s con otras tres sobre su perro y dos del psiquiatra de su perro¡±, brome¨® el director de la March. La segunda raz¨®n de la existencia de Espa?oles eminentes responde al vac¨ªo que subyace en la literatura espa?ola ¡°de buenas biograf¨ªas de este tipo de escritores¡±, que en muchos casos son incompletas, anticuadas, o no responden al tipo de persona que era. El tercer factor gira en torno a las interpretaciones fallidas y a menudo crispadas de la perspectiva que los giros de la historia contempor¨¢nea provocan. ¡°Entonces no planteamos: ¡®?Qu¨¦ suceder¨ªa si rescribi¨¦ramos la historia desde la perspectiva de espa?oles eminentes que suscitan consenso?¡±, se pregunt¨® Gom¨¢.
En esta serie no se encontrar¨¢n las vidas de reyes, ni de pol¨ªticos, ni de aquellos personajes torcidos, malditos, traidores o desgarrados. Espa?oles eminentes, a?adi¨® el catedr¨¢tico de Historia Moderna y asesor de la colecci¨®n, Ricardo Garc¨ªa C¨¢rcel, ¡°busca personajes que sean espejos de su tiempo, con sus luces y sus sombras, con sus caracteres contradictorios. Busca la huida del gremio, de escribir historia para historiadores, pero tambi¨¦n huye de la divulgaci¨®n rastrera y los convencionalismos del mercado¡±. Con esta filosof¨ªa de la b¨²squeda del equilibrio y la perfecci¨®n en el enfoque de las vidas de tama?os personajes, Jon Juaristi pone el punto y seguido a la colecci¨®n, cuyo pr¨®ximo tomo llevar¨¢ el nombre de Ignacio de Loyola, y estar¨¢ firmado por Enrique Garc¨ªa Hern¨¢n.
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