La Biblioteca Nacional se emancipa

Es posible que un lector asiduo a la reverencial sala de la Biblioteca Nacional (BNE) no lo note, pero la directora de la instituci¨®n, Gl¨°ria P¨¦rez-Salmer¨®n, est¨¢ convencida de que ella s¨ª. En unos meses, el Gobierno tendr¨¢ lista una ley reguladora que, en la pr¨¢ctica, significa que se emancipa (en parte, claro) de la tutela administrativa 300 a?os despu¨¦s de nacer. El secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, aprovech¨® ayer la presentaci¨®n del proyecto Leonardo interactivo para anunciar que antes de que acabe 2012 ¡ªo a lo sumo principios de 2013¡ª estar¨¢ lista la norma que regir¨¢ los destinos de la instituci¨®n y que la dotar¨¢ de una autonom¨ªa similar a la que ya gozan los museos del Prado y del Reina Sof¨ªa.

Con este cambio legal, la BNE seguir¨¢ siendo un organismo aut¨®nomo como ahora (tiene ese rango desde 1991), pero romper¨¢ su actual cors¨¦ burocr¨¢tico. ¡°La biblioteca no cambiar¨¢ su esencia, pero cambiar¨¢ su gesti¨®n¡±, manifest¨® P¨¦rez-Salmer¨®n. La captaci¨®n de financiaci¨®n privada para actividades o la contrataci¨®n de personal podr¨¢n ser m¨¢s fluidas. ¡°A lo mejor hay necesidades de perfiles profesionales que no est¨¢n en el cat¨¢logo de puestos de trabajo de la Administraci¨®n del Estado y, con la situaci¨®n actual, no se pueden cubrir. Una ley propia nos dar¨¢ m¨¢s flexibilidad¡±, explica la directora. Desde su perspectiva, no hay duda sobre el anuncio de Lassalle: es el mejor regalo de cumplea?os que pod¨ªa recibir la instituci¨®n a punto de concluir su tricentenario.

Y es una decisi¨®n que la apuntala, justo lo contrario de lo que ocurri¨® en mayo de 2010, cuando el Gobierno socialista la devalu¨® para adelgazar la Administraci¨®n estatal en una de las primeras podas que anticipaban que los malos tiempos estaban a la vuelta de la esquina. La biblioteca, que emplea a un millar de personas, perdi¨® entonces su condici¨®n de direcci¨®n general ¡ªse convirti¨® en una subdirecci¨®n general¡ª, lo que desemboc¨® en la dimisi¨®n de su responsable, Milagros del Corral, y en una lluvia de cr¨ªticas de algunos ¨¢mbitos de la cultura, sorprendidos ante la minusvaloraci¨®n de un s¨ªmbolo.

Lassalle afe¨® entonces a la ministra ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde la degradaci¨®n y, en sus intervenciones en el Congreso, consider¨® ¡°urgente e imprescindible¡± replicar el modelo de la ley del Prado en ¡°todas las grandes instituciones de cabecera del Estado¡±, entre las que incluy¨® al Reina Sof¨ªa (que cuenta con ley propia desde 2011), la Biblioteca Nacional y el Museo Arqueol¨®gico. Las propuestas de Lassalle fueron enunciadas por Jos¨¦ Ignacio Wert en su primera comparecencia en el Congreso como ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte. Ayer, en la sede del paseo de Recoletos, las palabras de Lassalle dejaron entrever su empecinamiento: ¡°Como ya anunciara al inicio de la legislatura, es empe?o de quien les habla que la BNE cuente con una ley de autonom¨ªa, como la que disfrutan en estos momentos el Museo Nacional del Prado y el Reina Sof¨ªa¡±.

La espa?ola (30 millones de documentos) es una de las grandes bibliotecas del mundo junto a la British Library, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, la Biblioteca Nacional de Francia y la Biblioteca Nacional de Rusia en San Petersburgo. Su actividad arranc¨® en 1712, despu¨¦s de que el rey Felipe V, un franc¨¦s que necesitaba consolidarse en un trono al que hab¨ªa llegado de la peor manera posible ¡ªtras una interminable guerra que se prolong¨® durante doce a?os¡ª, acept¨® la sugerencia de su confesor, el jesuita Pierre Robinet, para crear una Real Biblioteca con los fondos que el duque de Anjou hab¨ªa tra¨ªdo consigo de Francia (6.000 vol¨²menes), los acumulados por la dinast¨ªa precedente de los Habsburgo (2.000) y los confiscados a los nobles que hab¨ªan combatido al lado del caballo perdedor, el archiduque de Austria, en la Guerra de Sucesi¨®n.

Impulsado o no por el s¨ªndrome del rey extranjero en una corte extra?a, Felipe V accedi¨® a algo singular para aquellos tiempos: darle un car¨¢cter p¨²blico a la biblioteca, con las limitaciones propias de la ¨¦poca. Las mujeres solo pudieron acceder en 1837, un a?o despu¨¦s de que la instituci¨®n fuese transferida de la Corona al Ministerio de la Gobernaci¨®n y pasase a denominarse Biblioteca Nacional.

El refuerzo jur¨ªdico de la BNE coincide, sin embargo, con los hachazos que sufrir¨¢ su presupuesto para 2013 (la transferencia de fondos del Ministerio caer¨¢ de 31 a 25 millones, un 19,6% y ) y el de las partidas destinadas a las bibliotecas p¨²blicas, que retroceden de 60 a 47 millones, lo que se traduce en la extinci¨®n casi total de partidas para compras de material y actividades culturales.