Como el agua y el aceite
Podr¨ªa haber en este filme de Cuerda dos pel¨ªculas en una La primera ser¨ªa delicada, po¨¦tica y est¨¦tica La segunda, en tono de intriga criminal, ser¨ªa aguerrida, cruel y desencantada
Podr¨ªa haber en Todo es silencio dos pel¨ªculas en una. La primera, entre la nostalgia y la melancol¨ªa, hablar¨ªa de la p¨¦rdida de la inocencia, del descubrimiento de un arsenal de sentimientos emparentados con las relaciones que se mantienen cuando se es un cr¨ªo, del trompazo con la realidad m¨¢s cruel del mundo adulto, del asentamiento de una serie de c¨®digos morales. La segunda pel¨ªcula en potencia, consecuencia de la primera, hablar¨ªa de las secuelas de todas aquellas experiencias, de la sedimentaci¨®n ¨¦tica de los comportamientos infantiles, de un nuevo encontronazo, esta vez con el ni?o que fuimos, y que ya nunca volver¨¢ a ser.
La primera ser¨ªa delicada, po¨¦tica y est¨¦tica. La segunda, en tono de intriga criminal, ser¨ªa aguerrida, cruel y desencantada.
TODO ES SILENCIO
Direcci¨®n: Jos¨¦ Luis Cuerda. Int¨¦rpretes: Quim Guti¨¦rrez, Miguel ?ngel Silvestre, Celia Freijeiro, Juan Diego, Luis Zahera. G¨¦nero: drama. Espa?a, 2012. Duraci¨®n: 116 minutos.
Claro que todo esto es la teor¨ªa. En Todo es silencio podr¨ªa haber dos pel¨ªculas en una. Y sin embargo no hay ninguna. Porque ambas casan como el agua y el aceite, al menos en el ejercicio practicado por Jos¨¦ Luis Cuerda a partir de un gui¨®n del escritor Manuel Rivas, que ha adaptado su propia novela. A la primera parte, de unos 45 minutos de duraci¨®n, le sobra aire y le falta concreci¨®n, porque no es ni lo po¨¦tica ni lo est¨¦tica que se pretende, parece redundante en cuanto a experiencias creadoras de un determinado car¨¢cter, y poco a poco propulsa en la platea el deseo de que llegue esa segunda mitad.
Pero ¨¦sta es a¨²n peor. A la parte adulta, en cambio, le falta aire y le sobra concreci¨®n. Incapaz de transmitir autenticidad (desde el muy mejorable playback de la actuaci¨®n musical, detalle menor, hasta la aparici¨®n del periodismo en dos momentos paup¨¦rrimos, el de la entrevista al capo mafioso y el de los canutazos televisivos a la salida del juzgado, detalle mayor), el veterano Jos¨¦ Luis Cuerda parece adem¨¢s fuera de foco en todo lo referente al territorio thriller y a su puesta en escena, tanto en el concepto secuencial (por qu¨¦ est¨¢n los personajes en un determinado lugar, qu¨¦ hacen y qu¨¦ pretenden) como en el andamiaje formal necesario para que las escenas de persecuciones o tiroteos tengan credibilidad, rigor y potencia (d¨®nde est¨¢ la c¨¢mara, cu¨¢l es el encuadre y cu¨¢nto dura cada plano).
Mientras, en materia de guion, hay personajes y tramas secundarias que parecen cortados (ya sea en fase de gui¨®n o de montaje), que hubieran necesitado un mayor desarrollo para que sus consecuencias afecten realmente al ¨¢nimo del espectador (los dos suicidios pueden ser una muestra). Por desgracia, Cuerda parece lejos de aquellas dos extraordinarias obras legadas a la historia del cine espa?ol: El bosque animado y Amanece que no es poco. ¡°Si quieres joder una novela, hazle una buena cr¨ªtica¡±, dicen, textualmente, en dos ocasiones, un par de personajes. Am¨¦n.
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