'Arrow': ?Placer culpable?
H¨¦roe. 1. m. Var¨®n ilustre y famoso por sus haza?as o virtudes.
A pesar de que a los apasionados del c¨®mic nos tachen de ultraexigentes y mitoplastas, existe un deleite morboso en ver a un superh¨¦roe que admiramos respirando en pantalla. Sea el ¨²ltimo hijo de Krypton, el Hombre Murci¨¦lago de Gotham o cualquier otro enmascarado, el lado friqui que tenemos expulsa el raciocinio de nuestra mente, como cuando Hulk se asoma por la retina de Bruce Banner y lo subyuga a una celda rec¨®ndita de su psique.Arrow, la ¨²ltima apuesta de CW que esta noche estrena Calle 13 a las 22.25 h., no es ninguna excepci¨®n. ?Placer culpable? Puede. Pero tambi¨¦n un genuino para¨ªso para cualquier adepto a las mallas; un producto de factura impecable que menosprecia la naturaleza accidental de Flecha Verde en su primer cuarto de siglo de vida y lo catapultaal Olimpo del sello DC. Las audiencias acompa?an y, despu¨¦s de que el piloto fuera lo m¨¢s visto en CW desde hace tres a?os y el drama con m¨¢s seguimiento desde Nikita en 2010, la cadena ha encargado una temporada completa de 22 episodios.
Acostumbrados al rasero chistosamente mediocre de CW (La bella y la bestia, Ringer, The Secret Circle), lo que m¨¢s sorprende de Arrow es, no su inclinaci¨®n por el tono oscuro y descarnado, sino su triunfo en construir un piloto s¨®lido, enormemente entretenido y, al mismo tiempo, que encaje a la perfecci¨®n con la marca de la cadena. La cursiler¨ªa y lo kitsch siguen predominando en los di¨¢logos; el protagonista Stephen Amell parece un modelo de Calvin Klein la mayor parte del tiempo y los chulazos glam de mirada hueca y d¨¦ficit de facundia piden a gritos recibir una flecha que los libere de su tormento... y del nuestro. A¨²n as¨ª, asociar a este Arquero Esmeralda con t¨ªtulos como Batman Begins de Christopher Nolan o El caso Bourne de Doug Liman no parece descabellado.
Despu¨¦s de comprobar que el ADN de Oliver Queen no incorpora el imperativo heroico de "la muerte no es necesaria",algunos medios se han apresurado a describirlo como un "Dexter Morgan con ojos de lobo disecado". Nada m¨¢s lejos de la realidad. Su modus operandi preconiza la m¨¢xima "el fin justifica los medios", imitada por otros personajes de c¨®mic comoJean-Paul Valley/Azrael (DC), Frank Castle/Punisher (Marvel) o el grandilocuente Ozymandias de Watchmen (DC). Y ese rasgo, tambi¨¦n su tal¨®n de Aquiles, lo convierte en un antih¨¦roe necesario en contraposici¨®n al palad¨ªn mesi¨¢nico y deseado por excelencia, Superman, encarnado por Tom Welling en Smallville.
Amenazar, torturar, secuestrar, e incluso matar. Los m¨¦todos de Flecha Verde carecen de suavidad y de tacto. Como vemos en el piloto, Oliver Queen no era m¨¢s que un ni?o rico malcriado y eg¨®latra, hasta que un accidente de barco lo confina como n¨¢ufrago en la isla de Lian Yu, un arrecife situado en el Mar del Sur de China que en mandar¨ªn significa "purgatorio". Al inicio del cap¨ªtulo, Queen regresa rescatado a Starling City (Star City en los c¨®mics) tras 5 a?os dado por muerto. Su tiempo en la isla queda como un misterio. A trav¨¦s de flashbacks iremos conociendo su transici¨®n de playboy a vigilante, sus enemigos y por qu¨¦ su cuerpo est¨¢, adem¨¢s de cincelado, repleto de cicatrices. Como en el caso de Bruce Wayne, el ni?o rico representa el ¨¢lter ego de Arrow y no a la inversa. Las fiestas, el alcohol. Todo es un disfraz. Un se?uelo para desviar a los curiosos.
Los creadores Greg Berlanti (Linterna Verde), Marc Guggenheim (FlashForward) y Andrew Kreisberg (Cr¨®nicas vamp¨ªricas) se han inspirado en los muy recomendablesEl Cazador Acecha (de Mike Grell) yFlecha Verde: A?o Uno (de Andy Diggle y Jock), aunque tambi¨¦n se han tomado licencias creativas. Entre otras, y aparte de renombrar el campo de juegos de Arrow -una nueva Gotham o Metropolis-, la serie ha dejado con vida a la madre de Oliver, la enigm¨¢tica Moira (Susanna Thompson, Kings), y ha creado para ¨¦l una hermana llamada Thea (Willa Holland, Gossip Girl). La historia familiar potencia el melodrama -con situaciones que recuerdan a Dallas- y obligan al espectador a hacerse preguntas como: "?Qu¨¦ ocultar¨¢? ?Est¨¢ realmente muerta? ?Fue un simple accidente?". Eso s¨ª,tambi¨¦n favorece que la serie articule conflictos m¨¢s all¨¢ de las -por cierto, muy bien grabadas- escenas de acci¨®n. Que el protagonista caze a sus v¨ªctimas con una lista tipo Revenge-pens¨¢bamos que Emily Thorne la hab¨ªa patentado-, y que imite el esquema freak of the week de Smallville,ayuda a que la veamos como un culebr¨®n epis¨®dico.
El padrastro Walter Steele (Colin Salmon, El ma?ana nunca muere), el mejor amigo Tommy Merlyn (Colin Donnell, Pan Am), el guardaespaldas John Diggle (David Ramsey, Blue Bloods), la ex novia Lauren Lance (Katie Cassidy, Melrose Place), el padre detective de esta (Paul Blackthorne, The River). La lista de secundarios es interminable y preocupa que m¨¢s de uno quede marginado seg¨²n progrese la serie. Como las flechas de Oliver, la trama acusa hipervelocidad y, aunque as¨ª evita el aburrimiento, acaba degenerando en un esquema repetitivo. Para explicar hasta qu¨¦ punto Arrow pisa el acelerador, pondremos un ejemplo.Smallville present¨® 98 personajes de DC Comics a lo largo de sus 10 temporadas y 216 cap¨ªtulos. En s¨®lo 5 episodios, la serie de Stephen Amell ya lleva 15. Tambi¨¦n se aprecia en la urgencia por disfrazar al protagonista. Los fan¨¢ticos del Clark Kent televisivo tardamos en verlo con mallas -por la pol¨ªtica No tights,no flights- m¨¢s de 9.000 minutos. Aqu¨ª, Oliver viste el verde en Starling City pasados los primeros 25. Y, gracias a Dios, su atuendo no se parece en nada a la moda "motero chabacano" que luci¨® Justin Hartley.
Rumores aparte de si grandes superh¨¦roes como Superman o Batmanhar¨¢n acto de presencia en la serie -lo cual perjudicar¨ªa su estilo realista-, los ins¨ªpidos y malgastados cameos y lo que est¨¢ por venir prometen sacar de quicio a los puristas de DC. Ah¨ª tenemos alDeadshot (Michael Rowe) con gui?os a Memento, la peluca andante deChina White (Kelly Hu) o el implacableDeathstroke (Jeffrey C. Robinson). Esperemos que no arruinen demasiado las adaptaciones de personajes como Felicity Smoak (Emily Bett Rickards) o Yao Fei (Byron Mann) y la posibilidad de que Tommy, Thea y Laurel se conviertan en Vordigan,Speedy y Black Canary, respectivamente.
Aunque, quiz¨¢, el error m¨¢s gordo de Arrow haya sido extirpar de la naturaleza de su antih¨¦roe la cualidad que lo diferencia del resto de los vigilantes del c¨®mic: su marcada filosof¨ªa de izquierdas -al igual que el pulido republicanismo del Tony Stark de Robert Downey Jr. en el cine de Marvel. "Oliver no es ni dem¨®crata ni republicano. Simplemente se trata de un idealista que persigue a aquellos que abusan de su poder", ha explicado Amell. Obviamente, en aras de confeccionar un producto lo m¨¢s neutral posible para que se dirija a cuantas m¨¢s personas mejor. Y todo engalanado con gracias facilonas sobre Perdidos, Barack Obama y hasta La saga Crep¨²sculo. ?Durar¨¢ tanto como Smallville? Imposible saberlo. Pero, de momento, ha dado en el centro de la diana.
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