Aburrimiento en compa?¨ªa

Dos entradas al precio de una. Perdonen la publicidad en un texto que ¨²nicamente deber¨ªa ser cr¨ªtica, pero en los tiempos que corren parece obligada la informaci¨®n de la oferta de una nueva distribuidora, que nace con el 2x1 como acompa?ante de High school; en principio, la pel¨ªcula perfecta para semejante apuesta comercial. ?Por qu¨¦? Porque forma parte de esas cintas ideales para ver en comandita (cuanta m¨¢s mejor) y con aditamento: Desmadre a la americana y unas litronas; MASH y unos martinis con aceituna; Porky¡¯s y un cond¨®n gigante; Miedo y asco en Las Vegas y¡­ Bueno, ya saben. Dejemos las apolog¨ªas, porque High school es una gamberrada juvenil con la marihuana en el instituto como eje central, en la que quiz¨¢ sobre el papel todo encajara como en¨¦sima revisi¨®n de la m¨ªtica (en materia de cine adolescente de, y para, perdedores) La revancha de los novatos. De hecho, no por casualidad, Curtis Armstrong, alias Pelotilla, tiene un peque?o papel como homenaje a aquel hito de los ochenta, dirigido por Jeff Kanew. Y, sin embargo, nada funciona en pantalla.

High school deber¨ªa ser fren¨¦tica y solo provoca tedio, su antagonismo entre el conservadurismo y el progresismo americano nace con vocaci¨®n de gamberrada y solo es un chiste malo, su efervescencia se apaga en un santiam¨¦n, acumula por la v¨ªa de reiteraci¨®n, pero ver la misma situaci¨®n durante m¨¢s de media pel¨ªcula solo provoca una resaca anticipada. ?Divertimento o aburrimiento? Lo que sea, pero en compa?¨ªa.