Enigma Rembrandt: continuar¨¢...
El Proyecto de Investigaci¨®n especializado en el maestro holand¨¦s del Siglo de Oro ha dedicado 44 a?os a certificar su firma Est¨¢ dudosa la autor¨ªa de 162 obras y 80 m¨¢s est¨¢n por revisar
¡°Hay que haber estado muerto varias veces para pintar as¨ª¡±, exclam¨® Van Gogh, ante la obra de Rembrandt. Van Gogh, que firmaba solo con su nombre, Vincent, en honor del maestro del Siglo de Oro, supo ver en los cuadros de su predecesor la fortaleza de esp¨ªritu que le sostuvo para seguir trabajando. Porque Rembrandt perdi¨® a cuatro de sus cinco hijos, y a dos esposas, antes de morir en 1669, a los 63 a?os. El dolor de Rembrandt ensombreci¨® su alabado claroscuro, pero nunca dej¨® de pintar. Una cualidad, que unida a la excelencia de sus alumnos, ha complicado la adjudicaci¨®n de su obra.
A la tarea de certificar la autor¨ªa de su valiosa firma, ha dedicado 44 a?os el Proyecto de Investigaci¨®n Rembrandt, un grupo de expertos que ha dado por concluida su labor. Recogida en el denominado Corpus de los Cuadros de Rembrandt ¡ªcinco vol¨²menes y m¨¢s de 4.000 p¨¢ginas de erudici¨®n y an¨¢lisis cient¨ªficos¡ª, la ¨²ltima entrega est¨¢ en preparaci¨®n. Ser¨¢ un resumen de las 320 obras consideradas aut¨¦nticas por el actual coordinador, Ernst van de Wetering, de 73 a?os e historiador del Arte.
Su particular visi¨®n de la producci¨®n del artista promete ser pol¨¦mica. Ve la mano del pintor, por la composici¨®n y emotividad expresada, en m¨¢s obras de las reconocidas por el an¨¢lisis cient¨ªfico del Corpus, que le atribuye solo 240 cuadros. Otras 162 presentan dudas o han sido rechazadas, y unas 80 m¨¢s est¨¢n por ordenar. En 1968, Van de Wetering accedi¨® al Proyecto decidido a rescatar al pintor de la mara?a rembrandtiana ejecutada durante el siglo XVII. ¡°Hay miles de cuadros que se le parecen y tratan de captar su luz o miradas. Rembrandt innova sin cesar. Hemos intentado ordenarlos para ver qu¨¦ era propio, o pintado por los alumnos¡±, ha dicho, resumiendo una labor sin sucesor en Holanda.
El germen del Proyecto Rembrandt se fragu¨® en 1956, cuando el conservador Robert Haak preparaba una exposici¨®n en el Rijksmuseum de ?msterdam. Era el 350 aniversario del nacimiento del pintor, y llegaron tantas piezas que empez¨® a dudar. Haak convenci¨® a seis colegas de la urgencia de certificar el legado del maestro nacional. Con ayuda del Estado, los siete aplicaron rayos X a las telas para verlas por dentro, productos qu¨ªmicos en las capas de pigmentos, y patrones para medir la edad de las tablas en los anillos de la madera. Descubrieron bocetos bajo cuadros famosos, y tablas de otros pintores repintadas encima por el maestro. El alarde de los eruditos redujo de golpe la cifra de rembrandts en museos y colecciones particulares.
Rembrandt no fue un pintor de Corte ni estuvo a las ¨®rdenes de los arist¨®cratas. Firm¨® su primer autorretrato con 21 a?os. A los 22 estren¨® alumnos y a los 26 concluy¨® una de sus mejores obras: La lecci¨®n de Anatom¨ªa del doctor Tulp. Trabajaba mucho y vend¨ªa tambi¨¦n mucho en el mercado holand¨¦s del XVII, generador de una poderosa burgues¨ªa que le eligi¨® como retratista para la posteridad. Incluso cuando las deudas le arruinaron, sigui¨® recibiendo encargos.
Tanto pint¨®, que en 1913 el cat¨¢logo del holand¨¦s Cornelis Hofstede de Groot sumaba 988 piezas. En 1935, la compilaci¨®n de Abraham Bredius, el mayor estudioso del artista, acept¨® 613. Los primeros tiempos del Proyecto fueron muy restrictivos. Las obras se ordenaron cronol¨®gicamente y las escalas resultaron temibles: A, para los cuadros aut¨¦nticos; B, en los dudosos; C, de rechazados. En 1990, se hab¨ªan descartado 120 obras y solo pasaron la criba 144.
Los t¨ªtulos empezaron a cambiar de categor¨ªa. As¨ª, El caballero del yelmo de oro (1650), colgado en la Gem?ldegalerie de Berl¨ªn, se adjudic¨® en 1986 al entorno del artista. En cambio, Hombre riendo (1629-30), expuesto en La Haya, es considerado hoy aut¨¦ntico. El jinete polaco (1655), en la colecci¨®n estadounidense Frick, ¡°es un Rembrandt con a?adidos del taller¡±. El joven Rembrandt como Dem¨®crito, el fil¨®sofo sonriente (1629), fue otro beneficiado. Vendido en 2008 en Inglaterra por 3,1 millones de euros, abri¨® la puja en 1.100 euros.
Durante d¨¦cadas, la tensi¨®n ha sido enorme porque el Proyecto no avisaba. Se cuenta el caso de Hombre con barba en una arcada, adscrito al taller. El due?o pensaba subastarlo por 10 millones de d¨®lares. Debi¨® conformarse con 800.000. Las fricciones en el seno del Proyecto no se hicieron esperar. En 1993 se rompi¨® la armon¨ªa y Van de Wetering qued¨® solo al frente. Desde entonces, prima un enfoque tem¨¢tico en su relato. El tomo final que planea incluir¨¢ las 320 obras que considera verdaderas. Tambi¨¦n las 240 ya catalogadas y 80 sin analizar. Parad¨®jicamente, los cr¨ªticos ven ahora demasiados rembrandts.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.