El bailaor de la muerte
Israel Galv¨¢n estrena 'Lo Real', una reflexi¨®n sobre el holocausto de los gitanos producida por el Real de Madrid

Madrid, enero de 2010. Gerard Mortier (Gante, 1943) es nombrado director art¨ªstico del Teatro Real. Declara que quiere abrir el gran teatro a otros p¨²blicos, y que uno de sus prop¨®sitos es trabajar temas y artistas espa?oles. Madrid, septiembre de 2010. Mortier acude al teatro de la Abad¨ªa a un espect¨¢culo flamenco. No es otro pez gordo extranjero paseado por los tablaos de la ciudad. Tampoco elige a un artista flamenco al uso. Acude a ver Solo, del bailaor Israel Galv¨¢n (Sevilla, 1973), un espect¨¢culo sin m¨²sica ni acompa?amiento de ning¨²n tipo. Una coreograf¨ªa que, despu¨¦s de estrenarse en 2007, cambia una y otra vez para adaptarse al escenario que pisa. Es el laboratorio de este particular creador, un experimento constante, su espacio de pruebas. Tras el pase, el director dice al bailaor que quiere trabajar con ¨¦l. Cenan juntos y sobre la cabeza de Galv¨¢n sobrevuela un personaje: Hitler.
En aquella conversaci¨®n, Mortier pide al bailaor un espect¨¢culo para el Real. ¡°Me dijo: ¡®Haz lo que quieras¡±, explica Galv¨¢n sobre aquel primer encuentro. ¡°Y en medio de toda la conversaci¨®n me vino a la cabeza una idea sobre la persecuci¨®n nazi a los gitanos que yo quer¨ªa poner en marcha¡±. Un tema dif¨ªcil de tratar y, pese a ser un hecho hist¨®rico, tambi¨¦n lo era de actualidad en aquel momento, en el que Sarkozy hab¨ªa comenzado a deportar gitanos instalados en campamentos de Francia a Ruman¨ªa. As¨ª nace Lo Real - Le R¨¦el - The Real, la ¨²ltima producci¨®n del Teatro Real de este a?o, el nuevo espect¨¢culo de Israel Galv¨¢n, que una vez m¨¢s, vuelve a contar con Pedro G. Romero para la direcci¨®n art¨ªstica. Una gran producci¨®n para cuya realizaci¨®n ha sido necesaria incorporar otros colaboradores como el Th¨¨atr¨º de la Ville de Par¨ªs, Mercat de les Flors de Barcelona, Stadsschouwburg Amsterdam, Flamenco Biennale, Ludwigsburger Schlossfesptpiele o el Festival Internacional de M¨²sica y Danza de Granada.
Mortier me dijo: ¡®Haz lo que quieras¡±
Hasta ahora, Galv¨¢n hab¨ªa tratado la muerte de manera simb¨®lica: el hombre que muere para transformarse en bicho a trav¨¦s de La metamorfosis de Kafka (en La metamorfosis, 2000); los textos b¨ªblicos sobre el final del mundo, en El final de este estado de cosas, redux (2007), o la muerte en la plaza de toros en Arena (2004). Pero esta vez, Galv¨¢n aborda el tema desde la perspectiva m¨¢s humana: el exterminio de un pueblo, el asesinato sistematizado. Todo eso, combinado con la extra?a fascinaci¨®n que el gitanismo y el folclor despertaban en Hitler y el nazismo. ¡°El gran desaf¨ªo es ver si es posible bailar la gran muerte humana¡±, a?ade el bailaor en la nave que sirve de estudio de baile en un pol¨ªgono industrial de Sevilla.
De origen gitano por su familia materna e hijo de padres testigos de Jehov¨¢, la marginaci¨®n y la sensaci¨®n de persecuci¨®n no son ajenas a la vida de este creador. ¡°Por muchas razones, hablar del genocidio, de la persecuci¨®n nazi, ha formado parte de mi educaci¨®n¡±, justifica en los textos sobre la obra. ¡°Israel tiene un mundo de cosas que contar, as¨ª que es l¨®gico que reaparezcan¡±, apostilla Pedro G. Romero su colaborador desde hace a?os y una suerte de alter ego intelectual que ayuda a este creador a canalizar sus inquietudes como bailaor en una propuesta est¨¦tica completa y fundamentada. En este montaje, el bailaor lleva su personal lenguaje esc¨¦nico al extremo. ¡°Se trata del intento de Israel de bailar zonas no enunciables por ¨¦l, bailar aquello que no es capaz de describir con todas sus palabras¡±, explica Romero. ¡°Su riesgo a hacer un tema, tan lleno de aristas¡, a m¨ª esto siempre me sorprende¡±.
El bailaor lleva su personal lenguaje esc¨¦nico al extremo.
Para Lo Real, Galv¨¢n se ha rodeado de un elenco de m¨²sicos que entran y salen constantemente del escenario (Chicuelo a la guitarra, David Lagos y Tom¨¢s de Perrate al cante, Proyecto Lorca, Sistema Tango y Bobote y sus gitanos de Las Tres Mil Viviendas) como parte de una puesta en escena que es un personaje m¨¢s de la obra, dirigidos todos por Txiki Berraondo. Por primera vez, Israel Galv¨¢n se hace acompa?ar en el escenario por otras dos bailaoras.
Despu¨¦s de ser vilipendiado tras sus primeras obras, siempre solitario y personal¨ªsimo en sus propuestas, este creador incluye ahora, para contar el holocausto gitano, a Bel¨¦n Maya e Isabel Bay¨®n, dos bailaoras de su generaci¨®n. ¡°Siempre he bailado solo o con objetos, pero esta vez necesitaba acercarme a lo humano, bailar con otros cuerpos, necesitaba ayuda¡±, explica. La nave en la que ensaya es testimonio fiel de sus palabras: en una esquina, varios tambores rocieros destrozados evocan su peculiar versi¨®n del Apocalipsis, en otra, una columna de sillas de metal traslada a su interlocutora a una de sus versiones del Solo. Cada rinc¨®n de este personal espacio de trabajo acumula objetos que el bailaor ha usado en cada una de sus propuestas art¨ªsticas. Acudir a su lugar de ensayo es pasear por su carrera.
Incluye para contar el holocausto gitano, a Bel¨¦n Maya e Isabel Bay¨®n
¡°Con Bel¨¦n, adem¨¢s de la conexi¨®n con su padre (Mario Maya), pens¨¦ que ella pod¨ªa bailar lo que yo quer¨ªa hacer, dejar hablar a su cuerpo, que se viera el ara?azo del genocidio y a la vez la supervivencia a trav¨¦s del baile, las ganas de bailar incluso en las peores condiciones¡±, explica. ¡°A Isabel la eleg¨ª porque necesitaba una mujer que gustase al p¨²blico, que fuese como el ant¨ªdoto ante el mal, tirar hacia lo bello. Creo que tiene sangre azul bailando, un magnetismo especial. Hasta mi madre, que solo le gusta c¨®mo baila mi hermana Pastora, ve algo especial en ella¡±. Para Romero, sin embargo, las dos bailaoras refuerzan el papel de Galv¨¢n en la obra. ¡°En realidad, Bel¨¦n e Isabel son su doble y su contraria¡±, explica.
Otro bailaor se hace presente en escena desde el inicio hasta el fin: Mario Maya, padre de Bel¨¦n, maestro de Israel, un artista revolucionario fallecido en 2008 que dedic¨® parte de su carrera a trabajar sobre la persecuci¨®n hist¨®rica del pueblo gitano. ¡°Creo que ten¨ªa que surgir tarde o temprano, soy una consecuencia de Mario¡±, dice Galv¨¢n. ¡°A Mario lo llevo siempre que bailo, siempre est¨¢ ah¨ª¡±.
Los gitanos de Las Tres Mil viviendas de Sevilla ¡ªBobote, encargado de las palmas y el comp¨¢s, Uchi, su mujer, y Caracaf¨¦¡ª completan un extra?o cuerpo de baile como el testimonio m¨¢s directo de lo que odiaron Hitler y otros m¨¢s recientemente. Galv¨¢n los incluye porque representan precisamente la verdad de los gitanos, lo real, porque bailan tal como son, porque no act¨²an. Romero tiene una interpretaci¨®n m¨¢s profunda. ¡°De alguna manera, estaba esa necesidad de meter a los propios marginados en el escenario del Real, y es interesante introducir en el gran arte que ya representa Israel, como gran bailaor que es, ese elemento que es escurridizo, dif¨ªcil de manejar, una zona que ni siquiera ¨¦l domina¡±.
Los gitanos de Las Tres Mil viviendas de Sevilla completan un extra?o cuerpo de baile
Pese a lo abultado del elenco, Galv¨¢n no renuncia a trabajar con objetos. Adem¨¢s de un piano desvencijado que m¨¢s que sonar baila, un elemento fundamental en escena es un therem¨ªn gigante, un instrumento electr¨®nico creado a principios del siglo XX que genera un sonido (y cambia de tono) a partir del movimiento del cuerpo humano alrededor de su antena. ¡°La idea era que todo su cuerpo fuera le¨ªdo como m¨²sica¡±.
Este therem¨ªn se convierte en uno de los referentes culturales a los que el bailaor acude para contar su historia, gener¨¢ndole capas de interpretaci¨®n a su propuesta. Mario Maya bailando en la pel¨ªcula Canta gitano, de Tony Gatlif, una parodia de Leni Riefenstahl, cronista del nazismo, interpretando a una bailaora gitana en la cinta Tiefland o la canci¨®n Hitler in my heart del grupo estadounidense Anthony and The Johnsons en una versi¨®n flamenca, son algunos de los elementos reconocibles en Lo Real. ¡°Se trata m¨¢s de un alimento art¨ªstico que de citas culturales¡±, explica sobre la abundancia de referencias Pedro G. Romero. ¡°Me gusta mucho que cuando Israel levante el dedo me?ique tenga 27 niveles de interpretaci¨®n, pero eso no quita que haya un nivel de lectura an¨ªmico primero. Quien reconozca Yo soy el rata primero, yo soy el rata segundo y sepa de d¨®nde viene tiene que sentir extra?eza y preguntarse qu¨¦ es lo que hace eso aqu¨ª, no hacer un reconocimiento de la discusi¨®n entre Wagner y Nietzsche como si estuviera en el Pasapalabra¡±.
ta es, probablemente, la coreograf¨ªa m¨¢s intensa de las que ha desarrollado
Una de las cosas que distingue a Galv¨¢n de otros bailaores actuales es esa propuesta est¨¦tica que le ayuda a construir Romero. Lector voraz en su tiempo de ocio, Galv¨¢n ofrece, siempre que se sube a un escenario, varios espect¨¢culos en uno. El espectador, si as¨ª lo quiere, puede hacer una interpretaci¨®n superficial, a primera vista, una valoraci¨®n de la coreograf¨ªa que interpreta el bailaor. Pero debajo de esa primera capa yacen muchas otras, fundamentadas, estudiadas, consecuencia de un creador inquieto, en permanente cuestionamiento de las grandes verdades, en permanente b¨²squeda personal y espiritual, y en permanente di¨¢logo con Romero, que acompa?a su b¨²squeda a trav¨¦s de lo que ya se ha contado antes en la historia del arte.
La densidad de la propuesta est¨¦tica, las m¨²ltiples capas de interpretaci¨®n en Lo Real van de la mano con la densidad de la propuesta art¨ªstica. Esta es, probablemente, la coreograf¨ªa m¨¢s intensa de las que Israel Galv¨¢n ha desarrollado hasta ahora. El baile de este creador se vuelve en esta ocasi¨®n expresionista, desnudo, retorcido, s¨ªmbolo de lo feo y de lo extremo, con un fuerte desgaste f¨ªsico para el propio artista. ¡°La coreograf¨ªa est¨¢ hecha para que se vaya un poco de rosca, que no se mantenga un perfil t¨¦cnico muy centrado, rozando incluso la posibilidad de la lesi¨®n¡±, justifica Galv¨¢n.
Despu¨¦s de pr¨¢cticamente dos a?os de trabajo, se siente confiado en el resultado final del montaje, que se estrena el 12 de diciembre en Madrid, un trabajo al que Mortier dio recientemente el visto bueno en un primer ensayo con todo el elenco al que acudi¨® en viaje rel¨¢mpago a Sevilla. ¡°Mortier vive en el arte. No le pueden el estado de la producci¨®n o esas cosas. Lo que le importa es el arte¡±, explica Galv¨¢n. Romero matiza: ¡°As¨ª y todo es muy complicado trabajar con estos grandes teatros, porque no entienden el nivel de producci¨®n necesario en los espect¨¢culos de flamenco. Ellos calculan sus bailarines, que se juntan, construyen figuras y si falla uno hay un sustituto, pero no cambia el montaje. No se pueden figurar lo que es para la productora tener una tabla de ensayos en la que todos los m¨²sicos son singulares, en la que es imposible renunciar a ellos y que si alguno falla hay que cambiar el gui¨®n entero¡±.
Pese a todo, Galv¨¢n trata de mantener la actitud de frescura: ¡°Quiero ir al Teatro Real tal como soy, ligero, sin que me pesen las responsabilidades¡±.
Lo Real - Le R¨¦el - The Real se representa en el Teatro Real de Madrid entre el 12 y el 22 de diciembre.
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