Fassbinder, el radical
En sus pel¨ªculas el director alem¨¢n hace un certero retrato de las distintas clases sociales de su pa¨ªs en la posguerra, tanto de la burgues¨ªa como del proletariado
¡°Ya dormir¨¦ cuando est¨¦ muerto¡±, contestaba Rainer Werner Fassbinder cuando sus amigos le ped¨ªan que frenara su fren¨¦tico ritmo de vida, dejara de trabajar, se tomara un descanso y pusiera fin al desmedido consumo de drogas y de alcohol que acompa?aban su d¨ªa a d¨ªa. Desgraciadamente sus palabras se hicieron realidad muy pronto. Muri¨® a los 37 a?os de edad pero dej¨® tras de s¨ª m¨¢s de una veintena de pel¨ªculas, series y largometrajes para la televisi¨®n, y diversos documentales que renovaron completamente el panorama cinematogr¨¢fico alem¨¢n en los a?os 70. T¨ªtulos imprescindibles como Todos nos llamamos Al¨ª, El matrimonio de Mar¨ªa Braun o Las amargas l¨¢grimas de Petra Von Kant, que el pr¨®ximo martes emite TCM Autor.
Rainer Werner Fassbinder naci¨® en una familia de clase media de Baviera en 1945. Su padre era m¨¦dico y su madre traductora. Desde muy peque?o las salas de cine se convirtieron en su refugio y casi en un segundo hogar, ya que all¨ª le enviaba su madre cuando ten¨ªa que trabajar. Estudi¨® teatro a mediados de los sesenta y, sobre los escenarios, aprendi¨® a manejar los distintos campos del arte dram¨¢tico: la escritura, la producci¨®n y la direcci¨®n de actores.
En sus pel¨ªculas Fassbinder hace un certero retrato de las distintas clases sociales de la Alemania de la posguerra, tanto de la burgues¨ªa como del proletariado. Se convierte tambi¨¦n en un gran observador del universo femenino gracias al trabajo de int¨¦rpretes como Hanna Schygulla o Barbara Sukowa, dos de sus actrices fetiche. Renueva asimismo el concepto tradicional del melodrama con historias llenas de dolor y de pasi¨®n pero presentadas de una forma fr¨ªa y distante, intentando no manipular sentimentalmente al espectador. En sus argumentos abundan personajes que sufren agudas crisis de identidad, algo que, por otra parte, a ¨¦l mismo le ocurr¨ªa.
La imagen del director vestido con una vieja cazadora de cuero negro, luciendo sombrero de ala ancha, con sus gafas de sol y su cigarrillo en la mano, super¨® las fronteras de su Alemania natal, y su cine se hizo muy popular en todo el mundo influyendo en directores como Lars von Trier o Pedro Almod¨®var.
El 10 de junio de 1982 Fassbinder fue encontrado muerto en su casa, v¨ªctima de una mezcla letal de coca¨ªna y somn¨ªferos. Junto a ¨¦l, un gui¨®n sobre la vida de Rosa Luxemburgo en el que estaba trabajando. Una muerte que resume tr¨¢gicamente lo que fue toda su vida: una pasi¨®n desenfrenada por contar historias y llevarlas al cine.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.