Villancicos del aguafiesta
Comprendo que la edici¨®n pasa por momentos dif¨ªciles y que vale todo: s¨®lo hay que visitar algunas librer¨ªas y comprobar el espacio que el merchandising ha robado a los libros. La megacompra de Penguin por Bertelsmann a golpe de bombo y platillo medi¨¢ticos no ha sido m¨¢s que el comienzo de otra oleada de fusiones en el globalizado negocio del libro.
No quisiera resultar un aguafiestas en estas entra?ables fechas en que todo el mundo es tan bueno y se quiere tanto y en que el optimismo m¨¢s o menos impostado puede hacer creer que hasta Wert o Ba?ez (por poner s¨®lo dos ejemplos de reiterada incompetencia) no sean en el fondo tan azotes de la ciudadan¨ªa como parecen. Por no hablar de su jefe, el se?or Rajoy, que ah¨ª sigue, con su sempiterno donde-dije-digo-digo-Diego y ese carisma de patata hervida con que le obsequi¨® madre Naturaleza. La otra noche, despu¨¦s de montar el exiguo abeto de Navidad (adquirido en un chino), so?¨¦ que el ¨¢rbol era ¨¦l: all¨ª estaba, erguido en medio del sal¨®n, desnudo, cubierto de guirnaldas de luces de colores y con un ejemplar del BOE entre los dientes. No: esta vez me gustar¨ªa ser amable, desearles a todos (a casi todos: para qu¨¦ voy a mentir) felices fiestas y Pr¨®spero Merim¨¦e; en fin, lo normal. Pero lo cierto es que, una vez m¨¢s, tengo que referirme a asuntos poco agradables. La megacompra de Penguin por Bertelsmann a golpe de bombo y platillo medi¨¢ticos no ha sido m¨¢s que el comienzo de otra oleada de fusiones en el globalizado negocio del libro. Es curioso que gran parte de la prensa y los llamados ¡°mercados¡± hayan saludado con j¨²bilo una fusi¨®n empresarial que publicar¨¢ el 25 % de todos los t¨ªtulos en lengua inglesa del planeta. Las megacorporaciones ¡°de contenidos¡± nunca se han resignado a que el libro sea menos rentable que sus otros productos y, encima, sobrevino Amazon para hacerles a¨²n m¨¢s la pu?eta, obligando a los editores a rebajar el precio de los ebooks y poniendo en peligro, por tanto, la viabilidad comercial del libro de bolsillo. Se nos ha vendido la fusi¨®n como un medio para hacer frente a los malos de la pel¨ªcula, que son Amazon, Google y Apple: nos explican que con la concentraci¨®n se ahorrar¨¢n en personal y distribuci¨®n y estar¨¢n en una situaci¨®n m¨¢s ventajosa para competir con ellos o, al menos, para arrancarle mejores condiciones. No se nos dice, en cambio, que esas mismas fusiones tender¨¢n, por pura l¨®gica empresarial, a ir adelgazando lo que se llama la midlist, es decir, los t¨ªtulos y los autores que son menos vendedores, incluyendo los ensayos serios y la narrativa m¨¢s literaria. Por lo dem¨¢s, tanto Amazon como sus competidoras tecnol¨®gicas siguen laminando toda competencia. Su insaciable imperialismo comercial ha terminado por borrar casi totalmente del paisaje de Londres o Nueva York las librer¨ªas independientes, ha acabado con alguna cadena (Borders) y ha mordido sustancialmente los beneficios de otras como Barnes & Noble o Waterstone?s, en cuyas estanter¨ªas es cada vez m¨¢s dif¨ªcil encontrar muchos de esos t¨ªtulos midlist que no se anuncian en la tele o la prensa. Porque esa es otra: con el feroz darwinismo libresco imperante, en el que casi s¨®lo se vende lo que ya se vende mayoritariamente, el librero prescriptor y consejero es una especie en v¨ªas de extinci¨®n. De modo que no estar¨ªa mal que cuando estos d¨ªas acudan a una librer¨ªa de las de verdad (y no a una tienda de o con libros), recaben su opini¨®n, le compren un libro y, por qu¨¦ no, le den un beso. Felices fiestas. Y a ser buenos, que ya tenemos bastante con Wert.
Sexo
s¨®lo hay que visitar algunas librer¨ªas y comprobar el espacio que el merchandising ha robado a los libros
Ya s¨¦ que la primera regla del mago es no descubrir nunca sus trucos, pero no puedo resistirme a revelar los de otros. Recibo (previa petici¨®n) el pack (as¨ª lo llaman) Cincuenta propuestas er¨®ticas para disfrutar en pareja que ha ¡°publicado¡± Grijalbo. Reconozco que me pudieron los paratextos editoriales: ¡°te proponemos un pack para disfrutar con tu pareja, para romper tab¨²es y explorar el placer juntos¡±. Y, m¨¢s abajo: ¡°la caja contiene un libro con 50 juegos y trucos, esposas de sat¨¦n, plumero y dados¡±. Total: 16?90 euros. Les explico: el ¡°libro¡± tiene 64 p¨¢ginas con cap¨ªtulos como, ¡®Dec¨¢logo para un cunnilingus como a ella le gusta¡¯, ¡®El dulce castigo¡¯ o ¡®Que me est¨¢ haciendo cosquillitas¡¯. El (¡°suave¡±) plumero, los dos dados de plastiquillo (en las caras de uno hay verbos: pellizcar, lamer, morder, etc¨¦tera; y en las del otro, sustantivos: nalga, pecho, pezones, etc¨¦tera: ?comprenden el juego?) y las esposas de sat¨¦n (dos cintas de unos 70 cent¨ªmetros) podr¨ªan adquirirse en el chino del barrio por menos de 3 euros. Es m¨¢s, con el extraordinario talento mim¨¦tico de los orientales (que se lo pregunten a Rolex, Prada o Gucci), estoy seguro de que, si el pack fuera un best-seller, ya habr¨ªan puesto a la venta el cl¨®nico por la cuarta parte. Comprendo que la edici¨®n pasa por momentos dif¨ªciles y que vale todo: s¨®lo hay que visitar algunas librer¨ªas y comprobar el espacio que el merchandising ha robado a los libros. Incluso a los de Grijalbo, la hist¨®rica editorial fundada en el exilio por Juan Grijalbo (1911-2002) y hoy propiedad de Mondadori (Bertelsmann). Comprendo tambi¨¦n que el fen¨®meno 50 sombras de Grey (Grijalbo) ha contaminado casi todo, imponiendo por doquier su est¨¦tica gris marengo y su ¨¦tica de pornograf¨ªa blanduzca para gente de orden. Pero lo del pack me deprime, qu¨¦ quieren que les diga. He encestado el insulso librillo en la caja de desechables y le he regalado el resto de los ¡ªdigamos¡ª objetos a mi sobrina peque?a, para que ate con las esposas de sat¨¦n a su osito de peluche mientras le hace cosquillitas en el culete con el (suave) plumero. Por lo dem¨¢s, he tirado los dados durante la comida (un coup de d¨¦s jamais n?abolir¨¢ l?hasard, insist¨ªa Mallarm¨¦) y me ha salido en uno ¡°morder¡± y, en otro, ¡°pecho¡±, instrucciones que he seguido al pie de la letra con la pechuga de pollo al curry que estaba degustando. Lo m¨¢s ¨²til del pack es la caja, de cart¨®n duro (dise?o de Nicol¨¢s Castellanos): le he quitado la tapa y uso el resto del envase como vaciabolsillos. Gracias, Grijalbo.
Grimm
En 1812 se public¨® la primera recopilaci¨®n de los cuentos que Jacob (1785-1863) y Wilhelm (1786-1859) Grimm hab¨ªan ido recogiendo del folklore popular a trav¨¦s de distintos cuentacuentos. En un principio el volumen no se dirig¨ªa a un p¨²blico infantil, pero luego ellos mismos ¡°editaron¡± esos relatos para atender la creciente demanda de literatura para ni?os surgida al amparo de la consolidaci¨®n de la clase media urbana. Aquellos cuentos, que han entrado a formar parte del imaginario de muchas generaciones, siguen conservando su poder de fascinaci¨®n. Entre las mejores recopilaciones publicadas para conmemorar el bicentenario les recomiendo la de Taschen Cuentos de los hermanos Grimm, que re¨²ne 27 historias, y la de N¨®rdica, Hermanito y hermanita y otros 16 cuentos que no est¨¢n en los libros. Si prefieren relatos exentos les se?alo dos perfectamente ilustrados y que, adem¨¢s, se publican en toda su original crudeza: Blancanieves (Reino de Cordelia, ilustrado por Miguel Navia), en el que podr¨¢n enterarse del espantoso final de la malvada madrastra, y El amad¨ªsimo Rolando (Rey Lear, ilustrado por To?o Benavides), uno de los cuentos m¨¢s salvajes y surrealistas de los Grimm; ambos libritos, por cierto, est¨¢n perfectamente traducidos por ?lvaro y Luis Alberto de Cuenca.
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