Padres fundadores del ¡®rock¡¯n¡¯roll¡¯
El sello barcelon¨¦s HooDoo rescata cl¨¢sicos olvidados de la cultura popular
Tal y como es hoy el mundo de la m¨²sica, cuesta imaginar que hubo una ¨¦poca en la que una cantante llamada Ruth Brown, desconocida para la gran mayor¨ªa de los oyentes en la actualidad, vend¨ªa m¨¢s discos a mediados del siglo pasado que los que despacha ahora Rihanna. Como dif¨ªcil es saber que, antes incluso que Elvis Presley, el incipiente rock tuvo a su mejor evangelista en un locutor de radio que respond¨ªa al nombre de Rufus Thomas. O que el hermanamiento entre blancos y negros en la sociedad estadounidense tuvo una de sus primeras cimas en el rockabilly del afroamericano Ray Sharpe. Cuesta pensar en un mundo musical muy distinto al conocido pero hubo un periodo en la historia protagonizado por nombres poco escuchados hoy en d¨ªa que, con sus obras, construyeron los grandes pilares de la m¨²sica popular que ahora apreciamos. Fue el tiempo de los padres fundadores del rock¡¯n¡¯roll.
Hoodoo Records, un sello nacido en Barcelona, perteneciente a Distrijazz, se ha lanzado a la aventura arqueol¨®gica de desenterrar a muchos de estos m¨²sicos que, desde sus distintas visiones del rhythm and blues en los cincuenta norteamericanos, dieron forma e identidad a todo el rock¡¯n¡¯roll posterior y sus muchas ramas estil¨ªsticas hasta nuestros d¨ªas. ¡°Hay muchos artistas que no est¨¢n tan bien tratados como se merecer¨ªan por la historia¡±, dice Jordi Soley, responsable del sello, cuyo cat¨¢logo est¨¢ formado por 68 ¨¢lbumes que exploran con una admirable profundidad de rastreo el maravilloso legado de los pioneros a los que acudieron en sus comienzos The Beatles, The Rolling Stones, The Clash o Nirvana, entre tantos.
Desde los primeros trabajos de cl¨¢sicos imperecederos como Elvis Presley, Roy Orbison, Little Richard, Brenda Lee, Johnny Cash o Chuck Berry hasta verdaderos ignorados por la memoria colectiva como Billy Lee Riley, h¨¦roe personal de Bob Dylan y gigante del rockabilly vibrante de Sun Records, Hank Ballard, influencia directa de James Brown con su sensual rhythm and blues, o Bobby Mitchell, joya oculta del sonido de Nueva Orleans que impuls¨® el nacimiento del soul. ¡°En la ¨¦poca muchos tuvieron ¨¦xito aunque se perdieron con el ruido de los sesenta¡±, afirma Santi Comelles, productor de la colecci¨®n. ¡°Adem¨¢s, los sellos les pervert¨ªan mucho y les pon¨ªan la miel en los labios¡±, a?ade. En la Norteam¨¦rica segregacionista de los cincuenta, el vicio del enga?o o la infravaloraci¨®n no solo pasaba con los negros sino tambi¨¦n con m¨²sicos blancos. ¡°Johnny Burnette est¨¢ en el repoker de mejores cantantes de rockabilly de todos los tiempos y se hubiese merecido un reconocimiento masivo¡±, afirma Comelles.
Desde que la industria discogr¨¢fica est¨¢ de capa ca¨ªda con la pirater¨ªa, han sido varios los sellos que se han dedicado a desempolvar sus archivos para ofrecer colecciones de un estilo determinado, cuidadas en su presentaci¨®n y m¨¢s o menos populares en su precio. Aparte del exhaustivo criterio de selecci¨®n, el mimo con el que est¨¢ elaborado cada disco de Hoodoo, que se hace acompa?ar de fotograf¨ªas, memorabilia y un amplio libreto biogr¨¢fico del artista, guarda el atractivo de otros celebrados cat¨¢logos como el de Ace Records con el jazz y el soul, Rhino con el rock y el rockabilly o Esoteric con el heavy-metal. ¡°Queremos significar esta m¨²sica¡±, dice Comelles. ¡°No solo se trata de buscar un concepto y un tono atractivos sino tambi¨¦n pasar los masters de sonido por laboratorios de tecnolog¨ªa punta¡±, apunta Soley.
En el caso de Hoodoo, que surgi¨® de la pasi¨®n musical de Soley y Comelles hacia este tipo de sonidos, la publicaci¨®n de los discos ha sido posible gracias a la pol¨¦mica ley de dominio p¨²blico contra la que combaten superestrellas como Paul McCartney o los Rolling Stones, temerosos de que sus primeras grabaciones se queden sin el copyright en unos a?os. En Europa, las obras musicales pierden sus derechos de autor a los 50 a?os de su creaci¨®n mientras que en Estados Unidos perduran hasta los 95. ¡°Investigamos c¨®mo est¨¢ el mercado y hacemos combinaciones para saber qu¨¦ grabaciones podemos utilizar¡±, explica Soley. Y, de ese agujero de la industria, ha surgido la colecci¨®n de Hoodoo, un enloquecedor viaje en el tiempo, explorando el alma original y menos conocida del rock¡¯n¡¯roll, un embriagador potingue s¨®nico del que bebieron casi todos en el futuro.
Aquellos maravillosos a?os del ¡®Rhythm & Blues¡¯
De Wanda Jackson, reina del rockabilly, a The Isley Brothers, pioneros del sonido Motown, o Dale Hawkins, arquitecto de eso que se dio en llamar rock pantanoso, la m¨²sica creada en los cincuenta y primeros sesenta y que se denomin¨® con la etiqueta omnicomprensiva de rhythm & blues es objeto de rescate por sellos de reediciones como HooDoo Records o Ace, adem¨¢s de referencia ineludible, a¨²n hoy, en artistas como Bob Dylan o la nueva generaci¨®n de m¨²sica estadounidense de ra¨ªces.
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