Muere Manoel de Oliveira, el m¨ªtico cineasta con noventa a?os de carrera
El realizador portugu¨¦s ten¨ªa 106 a?os Actu¨® ya en 1923, empez¨® a dirigir en 1931 y entreg¨® sus mejores obras en los noventa
Con 106 a?os, y con un ritmo de rodaje de un filme por temporada, parec¨ªa que Manoel de Oliveira hab¨ªa superado la muerte. ?l mismo dec¨ªa: ¡°?Que si pienso en parar? Si paro de rodar, me aburro y me muero. Tengo en mente un mont¨®n de proyectos. Ahora bien, no s¨¦ si la vida me va a dar para hacerlos todos¡±. Pues al menos muchos de ellos s¨ª. Tras su muerte esta ma?ana en su casa de Oporto, como informaron fuentes de su familia a medios portugueses, desaparece el ¨²ltimo gran cineasta europeo surgido del cine mudo. Oliveira, que naci¨® el 11 de diciembre de 1908 en una familia burguesa en Oporto ¨Csu padre pose¨ªa, entre otras, una f¨¢brica de bombillas, la primera en Portugal-, estudi¨® de joven en un colegio de jesuitas en La Guardia (Pontevedra), junto a la desembocadura del Mi?o. ¡°Era un mal estudiante. Me interesaba m¨¢s el atletismo". Y ya entonces empez¨® a ver cine y decidi¨® que all¨ª estaba su carrera.
En la d¨¦cada de los a?os veinte, Manoel de Oliveira hizo su primera aparici¨®n en pantalla como actor en una pel¨ªcula de Rino Lupo, Os lobos (1923), un cineasta italiano que se hab¨ªa mudado a Portugal atra¨ªdo por las mujeres (una constante tambi¨¦n habitual en la carrera de Oliveira). Curiosamente, Oliveira sigui¨® actuando incluso despu¨¦s de debutar como director: encarna a uno de los protagonistas de la segunda pel¨ªcula sonora rodada en Portugal, A can??o de Lisboa (1933), de Cottinelli Telmo.
La t¨¦cnica no pertenece a la expresi¨®n. El arte s¨ª, a la vida"
Pero lo suyo era dirigir. En 1931, realiz¨® su primer corto, Douro, faina fluvial, documental que muestra c¨®mo le influ¨ªan directores como Robert Flaherty y los documentalistas sovi¨¦ticos, y en el que cuenta una jornada de trabajo de los pescadores de las orillas del r¨ªo Duero. Ese tema, el de los pescadores, lo repiti¨® en sus siguientes trabajos, con mucho tono etnogr¨¢fico. Entre medias, completa su bagaje t¨¦cnico con viajes a Alemania. Con las d¨¦cadas, Oliveira decidi¨® mantener fija la c¨¢mara, rodar con planos fijos, ¨¦l que en su juventud apostaba por montajes r¨¢pidos. ¡°Cuando empez¨® el cine, los Lumi¨¨re quer¨ªan dar movimiento a las fotograf¨ªas, que son fijas. El asunto est¨¢ en mover lo que est¨¢ dentro del cuadro, no mover el cuadro. El tiempo no tiene movimiento, sino que el movimiento est¨¢ dentro del tiempo. A m¨ª me cost¨® aprenderlo¡±. Y ese detalle le gustaba remarcarlo con gestos, hombre como era de charla f¨¢cil y de muchos movimientos: ¡°?T¨² mueves la cabeza a lo loco para mirar algo? No, las cosas se mueven delante de ti, y t¨² las sigues a veces en una panor¨¢mica. Eso de los directores que alardean de trucos t¨¦cnicos... no, no. Un director portugu¨¦s dijo que escuchaba los comentarios del p¨²blico a la salida de sus pel¨ªculas. Si dec¨ªan que se notaba que hab¨ªa un gran realizador, malo. Si dec¨ªan que era un gran filme, se pon¨ªa contento. Pues eso. La t¨¦cnica no pertenece a la expresi¨®n. Y el arte s¨ª pertenece a la expresi¨®n, a la vida. El arte es pensamiento, imaginaci¨®n, sentimiento... Ah¨ª no entra la t¨¦cnica. El cine se basa en el realismo de los Lumi¨¨re, en la imaginaci¨®n de M¨¦li¨¨s y en la comicidad de Max Linder. Y no hay m¨¢s. En realidad, el teatro es m¨¢s honesto que el cine, porque no te enga?a con sue?os, voces en off o pensamientos de los protagonistas. Lo que est¨¢ ah¨ª lo ves. Muchos no estar¨¢n de acuerdo conmigo, ?verdad? Yo antes ve¨ªa mucho cine. Ahora...¡±.
En 1942 dirigi¨® Aniki Bob¨®, relato de una pandilla de chicos de las calles de Oporto, precursor del neorrealismo italiano. Fue tal el desastre en taquilla, que Oliveira se recluy¨® en los negocios familiares y no volvi¨® al cine hasta 14 a?os despu¨¦s, con El pintor y la ciudad (1956), pel¨ªcula en la que empieza a virar hacia los planos largos, textos trabajados y cierta teatralidad, y que le lleva a O acto da primavera (1963), una docuficci¨®n que apuesta por la antropolog¨ªa visual en el cine en una l¨ªnea que comparte con otro veterano luso, Ant¨®nio Campos: ambos ser¨¢n los referentes posteriores de Jo?o C¨¦sar Monteiro, Pedro Costa o Ant¨®nio Reis. Al a?o siguiente estrena el mediometraje A ca?a, y por culpa de algunos de sus di¨¢logos pasa detenido diez d¨ªas por la PIDE, la polic¨ªa de la dictadura de Salazar. M¨¢s a¨²n, por la censura y la falta de recursos econ¨®micos, los trabajos de esa ¨¦poca de Oliveira son escasos en n¨²mero y en duraci¨®n: casi todos son mediometrajes. En 1972 vuelve a las tramas novelescas con El pasado y el presente, y dos a?os m¨¢s tarde, con la Revoluci¨®n de los Claveles, comienza un nuevo periodo creativo. Con el tiempo, incluso recuperar¨ªa alguno de esos materiales iniciados y no completados, como el libreto en el que se basaba su ¨²ltimo filme, El extra?o caso de Ang¨¦lica: ¡°Es un guion que escrib¨ª en los cuarenta, que se public¨® en los cincuenta y que retoqu¨¦ para filmarlo. No puedo parar de rodar¡±.
Con Amor de perdici¨®n (1979), que revisa la novela de Camilo Castelo Branco, arranca su etapa internacional y sus revisiones de la literatura: desde ese momento casi todas sus pel¨ªculas tendr¨¢n de base una obra literaria: Francisca (1981), basada en la novela de Agustina Bessa Lu¨ªs; El zapato de raso (1985), cuyo guion adapta la obra de teatro de Paul Claudel, y con la que gana el Le¨®n de Oro en Venecia; La divina comedia (1991); El d¨ªa de la desesperaci¨®n (1992), sobre el suicidio de su admirado escritor Camilo Castelo Branco; Valle Abraham (1993), basada en la novela de Agustina Bessa Lu¨ªs; A Caixa (1994), siguiendo la obra hom¨®nima Alvaro de Carvalhal; El convento (1995), a partir de otra novela de Agustina Bessa Lu¨ªs; Party (1996), seg¨²n la pieza teatral de tambi¨¦n Agustina Bessa Lu¨ªs; Inquietud (1998), que difunde tres relatos de escritores de diversas ¨¦pocas y estilos, o La carta (1999), basada en la obra de Madame de La Fayette.
Tengo en mente un mont¨®n de proyectos. Ahora bien, no s¨¦ si la vida me va a dar para hacerlos todos"
Entre medias est¨¢n Los can¨ªbales (1988), una pel¨ªcula cantada; No, o la vana gloria de mandar (1990), sobre la historia portuguesa, y Palabra y utop¨ªa (2000), sobre la vida y sermones barrocos del padre Antonio Vieira. En el nuevo siglo llegan Vuelvo a casa (2001), rodada en Francia con un guion suyo; Porto de mi infancia (2001), evocaciones sueltas de su ciudad natal (encargo de Oporto por ser capital europea de la cultura); El principio de incertidumbre (2002), basada de nuevo en la novela de Bessa Lu¨ªs; Una pel¨ªcula hablada (2003); El quinto imperio (2004); Espejo m¨¢gico (2005); Belle toujours (2006), especie de r¨¦plica del Belle de jour de Luis Bu?uel, con Michel Piccoli, y Crist¨®bal Col¨®n (2007).
En 2009 estren¨® Singularidades de una chica rubia -protagonizada por su nieto, Ricardo Tr¨ºpa, habitual en su cine-, una visi¨®n muy ir¨®nica de los problemas morales y econ¨®micos de la burgues¨ªa y el atontamiento que provoca el amor pasional. ¡°El fil¨®sofo Spinoza dec¨ªa que creemos que somos libres porque ignoramos que nuestros actos son comandados por las fuerzas m¨¢s oscuras. Y Ortega y Gasset, que cada d¨ªa me gusta m¨¢s, habla del hombre y sus circunstancias. Esto define lo que pienso de la pasi¨®n¡±. Oliveira se bas¨® en el primer relato que escribi¨® su compatriota E?a de Queir¨®s, que el cineasta traslad¨® del siglo XIX al XXI. ¡°Toda la iron¨ªa que ves en el filme ya estaba en el relato. Por eso me atrajo¡±.
Despu¨¦s realiz¨®, con Pilar L¨®pez de Ayala como actriz principal, la ya mencionada y fantasmag¨®rica El extra?o caso de Ang¨¦lica (2010). ¡°Me encantan las mujeres bonitas como Pilar. En la vida son m¨¢s bonitas que los hombres. En realidad, creo que todas las mujeres tienen un atractivo natural. La mujer m¨¢s conocida del mundo en pintura es la Mona Lisa, con su sonrisa enigm¨¢tica, y en escultura, la Venus de Milo. Las dos son atractivas, no provocadoras. Y en el vientre de la Venus est¨¢ algo para m¨ª fundamental: la creaci¨®n de la vida. La mujer es la madre de la humanidad, el hombre s¨®lo aparece en un momento. No entiendo a esas esposas sumisas que cuidan a sus maridos. En la naturaleza ning¨²n animal lo hace. Primero deben preocuparse por s¨ª mismas; despu¨¦s, por sus hijos¡±. Sin cesar en su ritmo, hizo un par de cortos -uno, para la pel¨ªcula colectiva Mundo invisible- y estren¨® en el certamen de Venecia de 2012 O gebo e a sombra (con Claudia Cardinale, Michael Lonsdale, su musa Leonor Silveira y Jeanne Moreau), ambienta a finales del siglo XIX y en el que describe el sacrificio de un patriarca para salvar a su hijo fugitivo. Su pen¨²ltimo trabajo es el cap¨ªtulo?O conquistador conquistado (un mediometraje socarr¨®n, con mucha co?a y bastante ¨¢gil) de la pel¨ªcula colectiva Centro hist¨®rico, realizada como parte de los actos de la ciudad de Guimar?es como capital cultural europea en 2012. En abril de 2014 rod¨® su ¨²ltimo filme, el corto O velho do Restelo, con sus habituales Lu¨ªs Miguel Cintra, Diodo D¨®ria y Ricardo Tr¨ºpa.
As¨ª que cuando fallezca, en ese suspiro ¨²ltimo al fin podr¨¦ perder toda mi maldad¡±
A Oliveira le gustaba hablar de pol¨ªtica ¨C¡°Espa?a parece que no mira a Portugal, pero lo hace. Yo tengo premios de todas las zonas espa?olas y siempre me han atendido bien¡±- y de Jesucristo. En las entrevista muchas de sus respuestas conten¨ªan una an¨¦cdota b¨ªblica y sobre el perd¨®n, eso s¨ª, con mucha socarroner¨ªa. ¡°Yo soy como Bu?uel, otro creyente descre¨ªdo. Sin el catolicismo no existir¨ªan las pel¨ªculas de Bu?uel¡±. Aunque llevaba bast¨®n, el cineasta solo lo us¨® para apoyarse en los ¨²ltimos meses, y parec¨ªa m¨¢s un elemento engatusador que una ayuda f¨ªsica. Este periodista pudo visitar su casa hace a?os y encima de la mesita del sal¨®n, entre decenas de papeles, hab¨ªa un folleto titulado Ventajas de Internet. Llamaba mucho la atenci¨®n en la estancia, un sal¨®n luminoso en el quinto piso de un bloque en el mejor barrio de Oporto: ¡°No s¨¦ si Internet es bueno. La vida moderna aumenta la capacidad mec¨¢nica sin mejorar la habilidad del hombre. Acabamos dependiendo de la m¨¢quina. Antes cultivabas la memoria, otras habilidades... Piense en los grandes exploradores, como Crist¨®bal Col¨®n, que se lanza a intentar llegar por el otro lado a la India. Sin ordenadores, bas¨¢ndose en su intelecto¡±. Preguntado por la muerte, respondi¨®: ¡°Un poeta portugu¨¦s dijo que el esp¨ªritu escapa cuando respiramos. Vi morir a mi padre, vi su ¨²ltimo suspiro. Y en ese soplo se iba su esp¨ªritu. Ah¨ª pierdes tu personalidad, queda la materia inanimada. Tambi¨¦n dicen que en esa expiraci¨®n se iba la maldad, hay expiaci¨®n. As¨ª que cuando fallezca, en ese suspiro ¨²ltimo al fin podr¨¦ perder toda mi maldad¡±.
Babelia
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