Moderno pastor de la belleza y el infinito
Juan Ram¨®n Jim¨¦nez protagoniza el comienzo del a?o con la aparici¨®n de ¡®Idilios¡¯ Es un poemario de 1912 que ve la luz y que guarda 38 in¨¦ditos sobre su amor a Zenobia Camprub¨ª
Entre un amor que no pudo ser y otro que s¨ª quer¨ªa serlo, se encuentran estos Idilios de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez (que la editoria1 La Isla de Siltol¨¢ publicar¨¢ a principios de febrero), escritos a partir de 1912, anteriores por tanto a Diario de un poeta reci¨¦n casado. Y aunque no lleg¨® a editarlos, s¨ª recogi¨® bastantes poemas en sus antolog¨ªas, repartidos en Idilios cl¨¢sicos e Idilios rom¨¢nticos. JRJ (1881-1958) fue un creador incesante para el que lo verdaderamente importante no eran los libros sino su Obra. Prefer¨ªa escribir a publicar, y as¨ª su Obra sobrepas¨® su vida con proyectos que a¨²n duermen entre sus archivos.
Los manuscritos de estos 98 Idilios se hallaban dispersos entre Madrid y la Universidad de R¨ªo Piedras en Puerto Rico. La estudiosa Roc¨ªo Fern¨¢ndez Berrocal ha reconstruido, ordenado y editado con paciencia y convenientemente este libro, que se abre con luminoso y sensible pr¨®logo del poeta Antonio Colinas y siempre alentado por la infatigable Carmen Hern¨¢ndez Pinz¨®n, sobrina nieta de JRJ.
La aparici¨®n ahora de Idilios, cien a?os despu¨¦s de su redacci¨®n, confirma que las maravillosas novedades y los formidables hallazgos que trajo el Diario a la poes¨ªa espa?ola estuvieron jalonados por obras como esta o El silencio de oro, tanto tiempo in¨¦ditas. Son los necesarios eslabones recobrados entre las recargadas y afrancesadas estrofas de Laberinto y el inusitado verso desnudo de Diario. Ser¨ªa inimaginable que tanto primor hubiese brotado sin estos aciertos previos. Hace dos a?os presentaba Caballero Bonald en EL PA?S la hasta ahora ¨²ltima pieza in¨¦dita de JRJ, Arte menor: libro de poes¨ªa neopopular, pero sin el f¨¢cil acarreo popularista.
Idilios es poes¨ªa amorosa, sensual, en la estela de Libros de amor, aunque sin el erotismo de este. En la primera parte, Idilios cl¨¢sicos, pasa la sombra de su idealizada Blanca Hern¨¢ndez Pinz¨®n, ¡°novia blanca¡± de su adolescencia, que finalmente se cas¨® con quien no deb¨ªa. Y tambi¨¦n cruza la desconocida, elegante y fina norteamericana Luisa Grimm, malcasada con un rico boliviano borrach¨ªsimo que no entend¨ªa de poemas, pero que ten¨ªa dinero. En esas mismas fechas, JRJ y su familia perdieron todo su patrimonio cuando el Tribunal Supremo daba la raz¨®n al Banco de Bilbao y embargaba las propiedades de la familia Jim¨¦nez. JRJ s¨ª entend¨ªa de poes¨ªa, pero no de dinero.
Los manuscritos se hallaban dispersos entre Madrid y Puerto Rico
Cuando conoci¨® en Madrid el amor verdadero, Zenobia, su verso vol¨® entonces hacia la cr¨®nica l¨ªrica, hacia el diario de ese otro ¡°idilio rom¨¢ntico¡±. Donde fluye con naturalidad el momento sentido y el tiempo enamorado en ¨¢giles y leves estrofas. No sorprende que algunos de estos poemas pasasen despu¨¦s a Diario de un poeta reci¨¦n casado. Eran su silencioso embri¨®n. JRJ hu¨ªa del recargado alejandrino melodioso para recogerse en un verso sencillo, pr¨®ximo, a veces, a la copla. El amor hizo esencial su poes¨ªa y la fue desnudando hermosamente desde Idilios hasta engrandecerla en Eternidades.
No hay pastores cl¨¢sicos como en los Idilios de Te¨®crito. En estos breves y tiernos Idilios de JRJ, s¨ª trato amoroso escrito mientras paseaba por el campo moguere?o, pero tambi¨¦n sentado en un solitario banco debajo del balc¨®n de Zenobia en el Paseo del Prado de Madrid. JRJ, moderno pastor, enamorado y perdido en una ciudad sucia y bulliciosa, no dejaba de cantar la belleza, el amor y el infinito.
Este a?o, habr¨¢ m¨¢s JRJ. La editorial Pre-Textos anuncia Vida, uno de sus magnos e imposibles proyectos. Una autobiograf¨ªa que constar¨¢ de varios tomos, en verso y prosa, y que comenz¨® a escribir a partir de 1940 en Miami. Antes, en los a?os treinta, se asust¨® cuando la editorial Atenea de Fernando Calleja le encarg¨® a Pedro Salinas redactar una pretendida biograf¨ªa del moguere?o. Para combatir tanta tergiversaci¨®n y tanta mentira con que quisieron lastrarlo sus enemigos, mejor hacerlo uno mismo que no dej¨¢rselo a otro. JRJ saldr¨¢ de nuevo, como la vida, desde su invierno hacia su primavera.
Jos¨¦ Antonio Exp¨®sito es doctor en Filolog¨ªa y editor de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez.
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