Comit¨¦ Cisne o la vuelta a los or¨ªgenes de Carlos Go?i

Despu¨¦s de 30 a?os de carrera, m¨¢s de 20 al frente de Rev¨®lver, Carlos Go?i ha decidido regresar a los or¨ªgenes. ¡°Necesitaba escuchar una guitarra, un bajo y una bater¨ªa y salir a ventilar esa m¨²sica¡±, confiesa. Los or¨ªgenes en Go?i, el hombre que fue captado por el radar de las grandes audiencias y las radiof¨®rmulas tras romper el molde en 1993 con B¨¢sico, el primer ¨¢lbum ac¨²stico grabado en directo en Espa?a que lleg¨® a lo alto de las listas de ¨¦xito, tienen principalmente un nombre: Comit¨¦ Cisne, el grupo de rock en el que se dio a conocer en Valencia en la segunda mitad de los a?os ochenta.

¡°Es un reto acojonante¡±, asegura Go?i durante una entrevista en el bar Madrid me mata, una especie de museo de la movida madrile?a con barra de copas y tirador de cerveza, en el barrio de Malasa?a. ¡°No me preocupa reinventarme de cara al p¨²blico sino que me preocupa no aburrirme yo¡±, explica. A pesar de que las cosas marchan bien con Rev¨®lver, Go?i ha decidido aparcar el grupo con el que todo el mundo le conoce y embarcarse a cuenta y riesgo, sin el amparo de su discogr¨¢fica Warner, en recuperar la m¨²sica que compuso con la formaci¨®n que le vio crecer. ¡°Cuando comenc¨¦ con Rev¨®lver la gente me ped¨ªa las canciones de Comit¨¦ Cisne y supongo que ahora me pedir¨¢n las de Rev¨®lver¡±, dice con sorna.

Sobre la pared del bar descansan fotograf¨ªas y memorabilia de Tequila y Alaska y los Pegamoides, entre otros grupos esenciales para entender el pop-rock espa?ol de los ochenta. Sin tanto ¨¦xito ni repercusi¨®n medi¨¢tica, Comit¨¦ Cisne, creados en 1984 de las cenizas de Garage y Glamour, tambi¨¦n aportaron su grano de arena a esa ¨¦poca de liberaci¨®n musical en la Espa?a post-franquista. ¡°?ramos la gran apuesta de la ciudad de Valencia¡±, afirma el cantante. ¡°Ten¨ªamos un amor desmedido por la m¨²sica de los setenta: Lou Reed, David Bowie, The Stooges, Mott the Hoople...¡±, a?ade.

Pero, a decir verdad, Comit¨¦ Cisne, que sonaron bastante con canciones como? Ana Frank, Licor o Balas de tranquilidad, fueron una formaci¨®n bastante Frankstein, donde el rock americano en la l¨ªnea de John Hiatt o Bruce Springsteen y el tecno-pop y toda la movida de los nuevos rom¨¢nticos compet¨ªan por dar forma a un grupo que lleg¨® a sacar tres discos con Go?i en sus filas. ¡°Mientras yo iba al estudio con el Tonight¡¯s the night de Neil Young, el resto ven¨ªa con Japan o Soft Cell. Y me repateaba¡±, r¨ªe el m¨²sico, quien reconoce que se meti¨® en la m¨²sica tras escuchar Rock n roll Animal de Lou Reed en la radio. ¡°Al final, fuimos tan extraordinariamente autodestructivos que perdimos la dignidad¡±.

Aunque la falta de consolidaci¨®n de esta banda tan querida en Valencia, que ten¨ªa m¨¢s tir¨®n en la ciudad que los puntales de la movida, tambi¨¦n vino, seg¨²n Go?i, por una falta de proyecci¨®n nacional. ¡°No supimos vendernos a pesar de que Valencia estaba muy por encima de Madrid y Barcelona en criterio musical¡±, asegura el cantante. ¡°Laurie Anderson met¨ªa 7.000 personas en Valencia mientras en el resto de Espa?a sal¨ªa a latazos y, cuando nadie sab¨ªa en Espa?a qu¨¦ era el sonido Manchester, en Valencia era la leche y todos est¨¢bamos con Stone Roses¡±, cuenta.

Con todo, seg¨²n ¨¦l, es buen momento para reivindicar el rock¡¯n¡¯roll de Comit¨¦ Cisne. Al frente, Go?i, alma mater como en Rev¨®lver, y sin Jos¨¦ Luis Mac¨ªas, el otro compositor destacado del grupo. ¡°Es pura diversi¨®n¡±, dice Go?i. ¡°Pero es un proyecto cerrado, que tendr¨¢ un elep¨¦ en directo como mucho, porque nunca me atrever¨ªa escribir una canci¨®n con Comit¨¦ porque sonar¨ªa a Rev¨®lver¡±, cuenta. ¡°En Comit¨¦ aprend¨ª m¨¢s c¨®mo no deber¨ªan ser las cosas a c¨®mo deb¨ªan ser¡±, recuerda Go?i. ¡°Me di cuenta que es bueno trabajar en equipo cuando todo el mundo tiene una cosa espec¨ªfica que hacer y en Comit¨¦ no era as¨ª: todos hac¨ªan todo y eso no se hac¨ªa bien¡±.

Ese caos le llev¨® a dejar el grupo en 1988 y formar Rev¨®lver, un proyecto con ¨¦l al mando, que pronto acab¨® en Warner, tras mandar una maqueta donde plasm¨® su gusto por el rock de Lou Reed o John Mellencamp, y que contagi¨® algo los primeros dos ¨¢lbumes de Rev¨®lver. Hasta que lleg¨® B¨¢sico, su tercer disco. ¡°Entonces, pas¨¦ del caj¨®n de los desconocidos al caj¨®n de la mayor¨ªa¡±. Pero eso es ya otra historia, una de ¨¦xito comercial, m¨¢s cercana a los 40 Principales que al rock m¨¢s desmelenado de Comit¨¦ Cisne.