¡®Sine qua non¡¯
Bastan dos espejos, uno frente al otro, para crear la impresi¨®n de infinito. En nuestra democracia, a menudo, sucede lo mismo. Pones un partido frente al otro y te parece que el espectro de elecci¨®n es inacabable. Pero es solo una impresi¨®n. As¨ª en los casos de corrupci¨®n la mirada partidista elude una visi¨®n general. Porque la visi¨®n general es espeluznante. Si uno considera que Luis B¨¢rcenas fue el senador m¨¢s votado por Cantabria en dos legislaturas, sin que los c¨¢ntabros tengan una idea demasiado clara de qui¨¦n es ese se?or, la duda es si reformar el Senado, algo aplazado ya de manera escandalosa, o sencillamente cerrarlo.
En la televisi¨®n, el juego de espejos enfrentados funciona tambi¨¦n dando una impresi¨®n de infinitud, cuando la realidad es la contraria. La noche del s¨¢bado, las dos empresas televisivas enfrentaron a sus cuatro canales con ofertas gemelas. Dos pel¨ªculas muy taquilleras norteamericanas para competir entre Antena 3 y Cuatro y dos debates encendidos sobre la trama de los sobrepagos en dinero negro a dirigentes conservadores en Telecinco y La Sexta. Al rojo vivo y El gran debate, que ya en la elecci¨®n de sus t¨ªtulos prometen m¨¢s temperatura que hondura, celebraron sesiones muy estimulantes sobre el esc¨¢ndalo de la semana. Sirvieron sobre todo para evidenciar la tibieza de las reacciones institucionales frente al hartazgo de la poblaci¨®n.
Asuntos que a menudo provocaban la indiferencia del ciudadano, que en ¨¦poca de bonanza votaba con reincidencia a pol¨ªticos se?alados por la corrupci¨®n, se valoran de distinta manera en la tesitura econ¨®mica actual. Desmontar la sanidad p¨²blica desde la terraza de un d¨²plex en Marbella y prescindir de profesores, m¨¦dicos de urgencias, cuidadores de dependientes y prestaciones sociales, mientras en sobres con dinero negro se premia la demolici¨®n, afean la vertiente est¨¦tica de la pol¨ªtica, esa que se sintetiza en la foto de un cartel, la frase de reclamo y una estrategia medi¨¢tica que genere confianza. A las personas se las conoce por el nombre que dan a sus empresas. Una de las m¨¢s rentables de B¨¢rcenas estaba bautizada como Sinequanon. Que en lat¨ªn y entre l¨ªneas viene a decir que lo que suced¨ªa ten¨ªa necesariamente que suceder. Hasta ahora, la m¨¢s sincera confesi¨®n
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