¡°Toda novela es un poco la historia de una familia¡±

Con su primera novela, Tu rostro ser¨¢ el ¨²ltimo, el escritor Jo?o Ricardo Pedro, de 40 a?os, pas¨® de desconocido ingeniero portugu¨¦s en paro a causa de la omnipresente crisis a autor de ¨¦xito tras alzarse con el millonario premio Leya en 2011, dotado con 100.000 euros. No s¨®lo eso: los lectores portugueses no han dejado de aupar esta novela original a la lista de vol¨²menes m¨¢s vendidos desde entonces. Ahora batalla con su segundo libro desde una habitaci¨®n silenciosa de su casa de Lisboa mientras Tu rostro ser¨¢ el ¨²ltimo llega a Espa?a. El escritor se confiesa entusiasmado y curioso por saber lo que pensar¨¢n los espa?oles de este libro tan portugu¨¦s, que arranca la ma?ana del 25 de abril de 1974 (d¨ªa de la Revoluci¨®n de los Claveles) en una aldea perdida del pa¨ªs y recorre, con saltos hacia atr¨¢s y hacia delante en el tiempo, las miserias y la felicidades de tres generaciones de una misma familia.

Pregunta: ?Por qu¨¦ esa curiosidad?

Respuesta: Porque es la primera vez que me traducen (aunque ya est¨¢n en marcha las traducciones francesa, holandesa y alemana) y porque este libro recrea una realidad hist¨®rica y geogr¨¢fica, casi generacional, con la que los portugueses se pueden identificar al momento, pero no s¨¦ los dem¨¢s. Por eso, con los lectores no portugueses voy a entablar una relaci¨®n puramente literaria. Lo que m¨¢s admiro de los grandes escritores es, precisamente, eso: que son capaces de meterte en un mundo y en un tiempo que es suyo, s¨®lo con la literatura.

P: ?Por qu¨¦ eligi¨® el tema de la familia?

R: Bueno, en el fondo, toda novela es un poco la historia de una familia. Y yo siempre tuve fascinaci¨®n por las cosas que heredas de tus padres, de tus abuelos, de tus bisabuelos. No me refiero al dinero o a las tierras, sino a otra clase de herencia, a la memoria, a las historias que se cuentan unos a otros, a esa otra cosa que te conforma y que te influye, esa especie de patrimonio sentimental familiar. Yo no ser¨ªa el mismo si no hubiera pasado buena parte de mi infancia en la casa del pueblo de mis abuelos, que eran muy pobres y casi analfabetos, y si no hubiera escuchado las historias que contaban cuando se iba la luz y de repente no hab¨ªa televisi¨®n.

P: As¨ª que la novela es algo autobiogr¨¢fica¡­

R: Mis abuelos vivieron en una aldea, y mi padre luch¨® en la guerra colonial, como los personajes de la novela, pero no son ellos. Tampoco yo soy el representante de la tercera generaci¨®n, Duarte el pianista. Aunque hay un poco de todos, claro. Es dif¨ªcil separar lo autobiogr¨¢fico de lo que no lo es. Porque lo que se hace es transformar la memoria en ficci¨®n. Mi familia no es la familia de T¨² rostro ser¨¢ el ¨²ltimo, pero pudo haber sido.

P: La estructura es original, con cap¨ªtulos que casi son cuentos independientes, que viajan desde el presente al pasado y del pasado al presente.

R: S¨ª. Los cap¨ªtulos son casi intercambiables. El primer podr¨ªa convertirse en el ¨²ltimo, y as¨ª. De hecho, la escrib¨ª toda a la vez. Me pon¨ªa con el ordenador y arreglaba una cosa, por ejemplo, del cap¨ªtulo 5. Despu¨¦s, al d¨ªa siguiente, me pon¨ªa con el 1. Y al d¨ªa siguiente, con el 7. Y as¨ª. La novela creci¨® en bloque.

P: ?Qu¨¦ escritores le interesan de la literatura espa?ola?

R: Sobre todo, Juan Mars¨¦ y Javier Mar¨ªas. Con la novela de Mar¨ªas Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª tuve una suerte de revelaci¨®n. Cuando la acab¨¦, pens¨¦: ¡°Yo quiero ser escritor para poder hacer algo parecido a eso¡±. Los dos est¨¢n a la altura de los grandes nombres de la literatura universal, como Joyce o Faulkner. Tambi¨¦n me gusta Javier Cercas. De la narrativa portuguesa hay que recordar a Saramago y a Lobo Antunes, claro. Me gustan los dos, aunque soy m¨¢s af¨ªn al segundo. Siempre se dice que en la tradici¨®n de la literatura portuguesa subiste una vena po¨¦tica por la tremenda influencia que proyecta Fernando Pessoa. Pero hay tambi¨¦n novelistas importantes. A m¨ª me fascinan particularmente Raul Brand?o o Jorge de Sena.