Adi¨®s al ¡®Chico con rana¡¯
La escultura del californiano Charles Ray, en la Punta de la Aduana de Venecia, ser¨¢ sustituida En su lugar, se instalar¨¢ una l¨¢mpara de iluminaci¨®n p¨²blica
El chaval desnudo de pl¨¢stico blanco que en su mano derecha sostiene una rana y mira a la Plaza de San Marcos tiene sus d¨ªas contados. La escultura del artista californiano Charles Ray observa el Gran Canal desde la punta del tri¨¢ngulo que forma la vieja aduana del mar. Vive all¨ª desde junio de 2009, pero a partir del del 18 de marzo deber¨¢ buscar una nueva casa. As¨ª lo ha anunciado el director general del municipio de Venecia, Marco Agostini.
El Chico con rana fue instalado en la punta de la antigua aduana para inaugurar el ¨²ltimo capricho veneciano del multimillonario Fran?ois Pinault. El propietario de la casa de subastas Christie¡¯s, la FNAC y Gucci abri¨® en junio de 2009 el museo Punta de la Aduana, en un antiguo edificio del siglo XVII, que ve¨ªa pasar el tiempo abandonado y en malas condiciones. Dos a?os antes Pinault gan¨® un concurso promovido por el Ayuntamiento local para restaurarlo. De ello se encarg¨® con maestr¨ªa el arquitecto japon¨¦s Tadao Ando y en su interior hospeda ahora parte de la colecci¨®n privada de arte del mecenas, considerado el m¨¢s influyente en el mundo del arte contempor¨¢neo. Pinault es adem¨¢s propietario del Palacio Grassi, en el Gran Canal, antes propiedad de la familia Agnelli.
La escultura de Ray llama la atenci¨®n de quien viaja en vaporetto por el Gran Canal y de quienes se acercan a ella. Y ha sido desde su instalaci¨®n motivo de las m¨¢s filosas discusiones entre los partidarios de un nuevo aire en la vieja urbe y entre quienes consideran fatal que la escultura se haya convertido en un icono del que fuera escenario de las vistas de Canaletto, Guardi, Turner... El Ayuntamiento permiti¨® sustituir la hist¨®rica l¨¢mpara de iluminaci¨®n p¨²blica por el famoso chaval, pero solo durante la primera exposici¨®n inaugural, Mapping the studio, comisariada por Francesco Bonami y Alison M. Gingeras. ¡°La rana no es fea, el problema es que no es un s¨ªmbolo de Venecia y no ha sido escogida por los venecianos. Est¨¢ fuera de contexto. Aqu¨ª se ha desarrollado mucho el arte contempor¨¢neo, hemos visto obras de Botero y muchos otros artistas de la Bienal invadir campos, pero eso no significa que se deban adherir para siempre en el paisaje urbano¡±, declara Agostini a EL PA?S.
El 17 de marzo concluye la muestra Elogio de la duda, abierta en la Punta de la Aduana en abril de 2011. Su comisaria, Caroline Bourgeois, ide¨® un viaje a trav¨¦s de temas como la religi¨®n, el sexo y la pol¨ªtica. Consider¨® que deb¨ªa contar con la permanencia del Chico con rana, que a su vez dialoga con otra escultura externa de Thomas Sch¨¹tte, de 700 kilos. Sin embargo, el Ayuntamiento no quiere saber nada de pr¨®rrogas. As¨ª las cosas, el 18 de marzo, la obra de Ray abandonar¨¢ el lugar privilegiado que ocupa. Y 15 d¨ªas m¨¢s tarde, asegura Agostini, ser¨¢ instalada una l¨¢mpara de 7,5 metros, r¨¦plica de la original, creada en 1860. El paradero de Chico con rana a¨²n no parece bien definido. La portavoz de Pinault, Paola Manfredi, sostiene que la escultura no ¡°representa la ocupaci¨®n del suelo veneciano, debe ser vista como el proyecto de una exposici¨®n, como hemos hecho otras veces con piezas de Jeff Koons, en la fachada del Palacio Grassi¡±.
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