Mambr¨² se fue enmascarado a la guerra
El artista dominicano Jorge Pineda denuncia la violencia infantil a trav¨¦s de la seducci¨®n po¨¦tica en el IVAM
¡°A nosotros tambi¨¦n nos cantaban Mambr¨² se fue la guerra¡±, cuenta el artista dominicano Jorge Pineda. ¡°Es una herencia de ustedes¡±, dice mientras se aparta para mostrar su particular Mambr¨²,una instalaci¨®n sobre el horror de la guerra con ni?os soldados, enmascarados y recubiertos de plomo. Las armas a¨²n descansan en el suelo. Pineda est¨¢ montando la exposici¨®n que se inaugura en el IVAM el jueves. ¡°Los ni?os son una referencia simb¨®lica del modelo de sociedad de mi pa¨ªs. No hemos crecido. Nos comportamos como ni?os malcriados, irresponsables, que luego clamamos por el autocastigo¡±, apunta. Hay otros ni?os, no tan simb¨®licos, que tambi¨¦n nutren su imaginario art¨ªstico. Son los ni?os y las ni?as que deambulan por las calles, se drogan, se prostituyen, se quedan embarazadas, sufren la violencia. ¡°Es una realidad que cuesta sentirla a fuerza de verla. Es la imperceptibilidad de lo cotidiano. Y yo intento mostrarla desde mi po¨¦tica¡±, explica el creador, uno de los m¨¢s destacados del arte contempor¨¢neo caribe?o.
La po¨¦tica de Jorge Pineda (Barahona, Rep¨²blica Dominicana, 1961) se expresa a trav¨¦s de unas formas seductoras, atractivas, nada tremendistas, ni sensacionalistas, aunque refiera denuncias de gran calado social. El artista habla de todo ello sin abandonar una expresi¨®n proclive a la sonrisa, con un tono tranquilo, entre humanista y optimista que llama la atenci¨®n. No en vano, la exposici¨®n del IVAM que repasar¨¢ sus ¨²ltimos 10 a?os de producci¨®n se titula After all, tomorrow is another day (Despu¨¦s de todo, ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa), una cita extra¨ªda de la pel¨ªcula Lo que el viento se llev¨®.
Es otro filme, sin embargo, el que le ha marcado recientemente. Elogia la po¨¦tica con la que el realizador Michael Hanecke ha impregnado su pel¨ªcula Amor. Esa forma de mostrar lo que ya sabes que va a pasar, incluyendo las cosas m¨¢s pedestres, pero yendo mucho m¨¢s all¨¢. ¡°Eso es lo que yo pretendo tambi¨¦n. Pretendo mostrar cosas seductoras en el sentido de ser bellas, pero cuando hurgas hay muchas m¨¢s cosas debajo¡±, sostiene.
Le interesa especialmente escrutar la doble moral, el juego entre el arte y el poder. ?Cu¨¢l es la incidencia de, por ejemplo, la publicaci¨®n de un canon de las mejores mujeres artistas por parte de la influyente editorial Taschen? Pineda ha trazado los rostros de esas conocidas creadoras con las huellas que han dejado unas supuestas m¨¢scaras de lucha libre mexicana en la espectacular obra Oh Taschen, Taschen. Ni?as locas sin m¨¢scaras, que se expone en el IVAM tras exhibirse el pasado a?o en Hunter College East Harlem Art Gallery de Nueva York.
Tambi¨¦n le preocupa la situaci¨®n de los pa¨ªses latinoamericanos, aunque su actitud es tanto de autocr¨ªtica como de denuncia de la colonizaci¨®n. ¡°Los pa¨ªses latinoamericanos hemos tenido un mont¨®n de oportunidades. F¨ªjese en Argentina a principios del siglo XX. Todo el mundo quer¨ªa emigrar all¨ª. Bueno, ahora empiezan ustedes a emigrar¡ El mundo siempre ha funcionado as¨ª, desde los griegos y los romanos, siempre ha habido sociedades m¨¢s privilegiadas. Eso no significa que debamos conformarnos con nuestras circunstancias, pero tenemos que dejar fluir las cosas¡±.
Se?alado como uno de los artistas latinoamericanos m¨¢s interesantes por la mecenas Patricia Phelps de Cisneros, Pineda dibuja, esculpe, graba v¨ªdeos y monta instalaciones. Ha vivido intermitentemente en Espa?a desde los a?os ochenta y no dejan de sorprenderle expresiones que escucha y que denotan un racismo imperceptible para el sujeto que las articula.
¡°Aqu¨ª se dice ahora por todos lados, dinero negro. Yo soy negro. Ya me gustar¨ªa a m¨ª ser ese dinero¡±, comenta sonriendo, aunque ah¨ª queda la acusaci¨®n de racismo. S¨ª muestra su vital optimismo cuando habla del futuro de Espa?a. El que no lo vea es porque es el sujeto afectado, como el racista que no puede percibir que es racista, agrega.
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