Jean-L¨¦on Destin¨¦, patriarca de la danza haitiana
Pasados los ochenta a?os, todav¨ªa ejerc¨ªa su fascinaci¨®n desde el escenario
El bailar¨ªn y core¨®grafo haitiano Jean-L¨¦on Destin¨¦ muri¨® el pasado 22 de enero en su casa de Manhattan (Nueva York) a los 94 a?os. Estaba considerado el patriarca del ballet haitiano y su larga trayectoria en Norteam¨¦rica le otorg¨® el papel de divulgador profesional de las danzas su pa¨ªs, donde, con un poso folcl¨®rico, se hablaba de la ¨¦poca colonial y de las tradiciones afroamericanas. Destin¨¦ hab¨ªa nacido el 26 de marzo de 1918 en Saint-Marc, en el seno de una familia de clase media; su padre era un funcionario del gobierno local y su madre trabajaba de costurera. Tras el divorcio de sus padres, siendo todav¨ªa un ni?o, se traslad¨® con su madre a la capital, Puerto Pr¨ªncipe, donde vivieron en circunstancias de franca pobreza. Desde adolescente, se sinti¨® cautivado por la m¨²sica haitiana, los tambores y el ritmo ancestral, aprendiendo desde muy joven danzas de tradici¨®n y asistiendo a rituales religiosos. En esta ¨¦poca, ya cantaba en el conjunto folcl¨®rico dirigido por Lina Mathon Blanchet (1903-1994), una destacada cantante, m¨²sica y bailarina folcl¨®rica.
Deben citarse a los bailarines de banda Emile Saint-Lot, Serge Saint Juste y Anthony Bayas, todos tambi¨¦n emigrados a Nueva York, donde formaban el Ibo Dancers of Hait¨ª, que popularizaron esta vitalista tradici¨®n. Ya en 1942, Destin¨¦ tuvo sus primera rese?as en la prensa, tanto cuando se adscribi¨® a la compa?¨ªa de Katherine Dunham, la matriarca de baile negro en EE UU. Destin¨¦ recibi¨® una beca de la Fundaci¨®n Rockefeller para estudiar como linotipista de imprenta. Despu¨¦s de tomar clases en la Universidad de Howard (Washington), se traslad¨® a Nueva York, obtuvo la ciudadan¨ªa estadounidense y viaj¨® con la compa?¨ªa de Dunham, que fij¨® su residencia en Hait¨ª por muchos a?os y como antrop¨®loga investig¨® el vud¨².
Destin¨¦ se mantuvo en escena hasta una avanzada edad. En 2003 apareci¨® en un programa del Symphony Space de Nueva York y, con esa ocasi¨®n, Anna Kisselgoff, en The New York Times, escribi¨® que ¡°se le ve¨ªa a¨²n ¨¢gil y sutil, fascinante en su solo¡±.
Como core¨®grafo, dirigi¨® su propia agrupaci¨®n, de la Compa?¨ªa de Danza Afrohaitiana Destin¨¦. De esta ¨¦poca data su cat¨¢logo de estilizaci¨®n de los ritos vud¨²s, donde se alud¨ªa en la danza a la posesi¨®n animista y otras leyendas. Su solo La danza de esclavos era una coreograf¨ªa reivindicativa y amarga, donde el bailar¨ªn comienza en cautiverio para despu¨¦s emerger a la libertad, con un final alegre. En Bal Champ¨ºtre, una de sus piezas m¨¢s famosas, recreaba el ambiente de los colonos franceses de Hait¨ª.
En Estados Unidos, Destin¨¦ actu¨® en Broadway, en la New York City Opera, y fue all¨ª donde en 1949 brill¨® en el estreno mundial del compositor negro William Grant Still titulado Troubled island, ambientada en Hait¨ª; tambi¨¦n particip¨® como int¨¦rprete y maestro en el Festival de Jacob Pillow (Massachusetts), al que permaneci¨® vinculado muchos a?os, y ense?¨® folclore en la Universidad de Nueva York. Ocasionalmente volvi¨® a Hait¨ª y fund¨® una compa?¨ªa nacional de danza que se mantuvo activa, con cierta ayuda gubernamental, desde los a?os cincuenta del siglo XX, aunque mantuvo su residencia estable en Nueva York.
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