Un Arco para melanc¨®licos
A?o tras a?o, volvemos a la feria con el secreto deseo de ver algo que nos sorprenda
A?o tras a?o, volvemos a Arco con el secreto deseo de ver algo que nos sorprenda. Aunque sorprender no es quiz¨¢ la palabra adecuada porque las cosas sorprendentes en Arco tienden a ser esas obras medi¨¢ticas que atrapan la atenci¨®n ef¨ªmera de aficionados y medios; obras cuya sorpresa dura apenas el tiempo de consumirla y que al final terminan por ser insustanciales, banales, intrascendentes: al menos poco sutiles. La mirada se tropieza con ellas en los telediarios y se pregunta de pronto para qu¨¦ hablar de esas obras si lo que se busca en realidad es darse de bruces con algo que emocione, que haga so?ar, que consiga atrapar los ojos y la imaginaci¨®n durante el instante privilegiado en el cual olvidamos estar en una feria de arte, sitio poco propicio para aislarse del ruido y mirar con esos ojos ¨¢vidos que quieren beb¨¦rselo todo. Adem¨¢s, ver lo obvio es la parte sencilla en una feria, lugar que implica cierta gincana para la vista: por muchas horas que se pase uno mirando cada edici¨®n hay algo que no se ha visto, algo que un amigo comenta admirado y que nos pas¨® inadvertido. Lo dif¨ªcil en una feria, donde hay mucho que ver ¡ªincluida la gente que se saluda¡ª y donde son escasas las ocasiones para reflexionar, es ver lo fr¨¢gil, disfrutar de las obras sutiles que se camuflan para los ojos del espectador. Suele haberlas todos los a?os, solo que se escurren entre los p¨¢rpados, mientras lo enorme se pavonea absurdo ¡ªy todos a su alrededor¡ª, ¡°entrando en la fiesta como quien entra en un yate¡±, dec¨ªa Carly Simon en Eres tan vanidoso,la canci¨®n dedicada a su ex-amante Mick Jagger.
Pero este a?o Arco se ha vuelto sensato: muy sensato. Tanto, que a ratos nos ha puesto un poco melanc¨®licos, aunque lo cierto es que ya lleg¨¢bamos melanc¨®licos hasta Ifema. A ratos hemos cre¨ªdo echar de menos m¨¢s acci¨®n, como si otros a?os nos gustara m¨¢s lo que ten¨ªamos delante ¡ªsi bien tampoco nos gusta nada el momento que vivimos y nos aguantamos¡ª. Personalmente me parece positivo este Arco sensato, como me pareci¨® positivo el Arco m¨¢s profesionalizado del a?o pasado, ediciones menos abandonadas a los excesos. Porque no est¨¢ la cosa para brindis, en primer lugar, y porque el Arco de este a?o tiene algo ¡ªpor qu¨¦ no¡ª de enunciado a su modo pol¨ªtico: pese a las circunstancias hay que seguir adelante y demostrar que la realidad no va a poder con nosotros. En medio de una crisis econ¨®mica prolongada, con un IVA disparado ¡ªque hace que las galer¨ªas extranjeras vendan quiz¨¢ aqu¨ª y despachen a sus clientes en Lisboa o Londres¡ª, con una administraci¨®n poco sensible a los problemas en general y en especial a los de la cultura y la educaci¨®n, todos, incluidas muchas de las galer¨ªas extranjeras que vienen desde hace muchas ediciones, han hecho el gran esfuerzo de estar presentes. Discretos y presentes es much¨ªsimo. No hay grandes ostentaciones, sino m¨¢s bien una apuesta por obras y autores conocidos, discretos, se dec¨ªa. No faltan sin embargo, claro, algunos grandes maestros, europeos y latinoamericanos ¡ª¡°?efecto colecci¨®n Cisneros?¡±¡ª. Ni faltan algunas incre¨ªbles obras maestras, como el enorme cuadro de la serie negra de Maruja Mallo que secuestraba al p¨²blico en la galer¨ªa de Guillermo de Osma: otra forma de decir que, pese a todo, hay obras de envergadura en la feria.
Creo que se deben valorar el esfuerzo y la estrategia: discretos y presentes. Es tambi¨¦n una forma de estar unidos, de dejar claro que la vida sigue y nosotros con ella. Luego, claro, lo de cada a?o: las galer¨ªas interesantes han tra¨ªdo obras interesantes, como era de esperar, y las menos interesantes, igual que otros a?os. En cualquier caso, los melanc¨®licos hemos ido buscando nuestra dosis de fragilidad y la hemos encontrado en bastantes de los estands de los Solo Projects, este a?o especial¨ªsimos, frente a Opening que quiz¨¢ es m¨¢s previsible que el a?o pasado en l¨ªneas generales. El chileno ?lvaro Oyarz¨²n, el portorrique?o Daniel Bub¨² Negr¨®n o Sandra Nakamura de la Wu Galer¨ªa de Lima, son solo algunos nombres.
Despu¨¦s, caminando por un costado, el visitante se da de bruces con un ¡°almac¨¦n¡±, una pared entera de obras de menos de 5.000 euros entre las cuales se exhiben no solamente artistas j¨®venes, sino consagrados como Juan Hidalgo o Liliana Porter. Las obras seleccionadas por Tania Pardo, entre las muchas que se ofrecen en la casa de subastas virtual Paddle, son un programa nuevo para coleccionistas principiantes. El montaje es divertido y la iniciativa tambi¨¦n. Un poco de luminosidad, igual que las delicadas cajas de luz hechas con papel de la galer¨ªa Nev de Estambul. Luminosidad para este periodo tan oscuro.
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