Las musas de Man Ray viajan a Londres
La National Portrait Gallery re¨²ne por primera vez los retratos del artista
Man Ray, uno de los artistas m¨¢s imaginativos y vers¨¢tiles del siglo XX como exponente de los movimientos dada¨ªsta y surrealista, se consideraba un pintor por encima de todo. Solo aprendi¨® el dominio de la fotograf¨ªa ¡ªy de forma autodidacta¡ª para documentar y reproducir sus piezas de arte, pero acab¨® revolucionando el g¨¦nero con t¨¦cnicas innovadoras y un estilo muy personal que inmortaliz¨® a una vasta n¨®mina de celebridades de su tiempo. La National Portrait Gallery ha conseguido reunir en Londres (hasta el 27 de mayo) una destacada muestra de esa colecci¨®n de retratos, con un centenar y medio de im¨¢genes que abarcan desde su amistad de juventud con Duchamp y Picasso hasta su desembarco en un Hollywood repleto de estrellas.
La primera exposici¨®n que brinda Reino Unido al Man Ray retratista incluye fotograf¨ªas conocidas, puesto que muchas pasaron a la posteridad por la destacada personalidad de sus protagonistas y aparecieron en las portadas de publicaciones de su tiempo, aunque tambi¨¦n suma im¨¢genes in¨¦ditas para el p¨²blico brit¨¢nico.
Nacido en el seno de una familia de inmigrantes ucranianos de Filadelfia, el encuentro de Emmanuel Radnitzky (1890-1976) con el artista franc¨¦s Marcel Duchamp embarc¨® al antiguo estudiante de arquitectura y pintor vocacional en el experimento dada¨ªsta y escor¨® su incipiente carrera hacia el arte de vanguardia. Duchamp, su mentor y gran amigo de los tiempos de Nueva York, aparece retratado en 1916 de espaldas a la c¨¢mara, la parte posterior del cr¨¢neo rasurada en forma de estrella. Solo la enorme pipa que sobresale tras la cabeza permite identificarlo.
Aquella alianza art¨ªstica y personal anim¨® a Man Ray, desde entonces su nombre de guerra, a trasladarse a Par¨ªs en 1921, una ¨¦poca de la que datan sus primeras fotograf¨ªas de Pablo Picasso, a quien defini¨® como ¡°un hombre que reacciona violentamente a todos los impactos, pero tiene un ¨²nico medio para expresar sus sentimientos: la pintura¡±. El Picasso de aquellos tiempos posa con la cabellera repeinada, corbata y chaleco, un atuendo formal que solo aparece desbaratado por un jersey de lana clara que sustituye a la chaqueta. En a?os sucesivos volver¨ªa a ser el centro del objetivo de Ray, con una actitud especialmente distendida en compa?¨ªa de Jacqueline.
El poeta, dramaturgo y director de cine Jean Cocteau o el arquitecto Le Corbusier destacan entre los modelos del fot¨®grafo, as¨ª como la escritora Virginia Woolf (portada de la revista Time) durante una escapada del autor a Londres, si bien la gran protagonista de su etapa parisina es la amante, modelo y posterior colaboradora Lee Miller, personaje esencial en la singladura de Ray.
La enorme reproducci¨®n del perfil de Miller abre la exposici¨®n de la galer¨ªa. La imagen de esa belleza rubia y de corta cabellera invierte parcialmente las zonas de luz y las oscuras, con un reborde que subraya el contraste. Los numerosos retratos que el artista ejecut¨® de su musa proyectan una modernidad por encima de los a?os treinta en los que fueron ejecutados, o ilustran la fascinaci¨®n de los surrealistas por las formas femeninas.
El estallido de la II Guerra Mundial forz¨® el regreso de Ray a su tierra natal y la inmersi¨®n en los estudios del cine hollywoodense, donde ¨¦l mismo se autorretrat¨®. All¨ª conoci¨® a la que se convertir¨ªa en su compa?era durante los siguientes 37 a?os, Juliet Browner, y fotografi¨® a la ¡°absolutamente cautivadora¡± Ava Gardner, vestida con el atrezzo de la pel¨ªcula Pandora y el holand¨¦s herrante (1951). Se trata de im¨¢genes que distan mucho de los proyectos experimentales que definieron su primera etapa, en unos tiempos donde ya se hab¨ªa consolidado como reclamado fot¨®grafo.
El juego art¨ªstico e ir¨®nico a base de ¡°objetos encontrados¡± que cultivara con Duchamp reaparece en la imagen que cierra la exposici¨®n, tomada tras el regreso de Ray a Par¨ªs, donde falleci¨® a los 86 a?os: Catherine Deneuve, reci¨¦n filmada la cinta Belle de Jour con Bu?uel, posa en 1968 para la c¨¢mara de Man Ray rodeada de objetos personales del autor, de s¨ªmbolos de su vida y de una obra singular.
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