?En el museo por votaci¨®n popular?

Convocaron a los artistas a abrir sus estudios durante un fin de semana el pasado septiembre. La respuesta fue abrumadora: 1708 aceptaron la invitaci¨®n del Museo del Brooklyn y abrieron las puertas de sus espacios de trabajo para que el p¨²blico ¨Cguiado por un mapa interactivo y una aplicaci¨®n de tel¨¦fono¨C los visitara y emitiera su veredicto. ¡°En Brooklyn viven m¨¢s artistas que en ning¨²n otro sitio de EE UU, es una de las capitales creativas del mundo¡±, explica la comisaria del proyecto Sharon Matt Atkins. ¡°La comunidad art¨ªstica es incre¨ªblemente diversa¡±.

Siguiendo el modelo de rese?as y comentarios de las p¨¢ginas webs, el proyecto Go! permit¨ªa al p¨²blico registrarse virtualmente y nominar a sus artistas favoritos. As¨ª, convertidos en comisarios o cr¨ªticos por un d¨ªa, pod¨ªan explicar cu¨¢les eran los motivos detr¨¢s de su elecci¨®n a trav¨¦s de sus tel¨¦fonos u ordenadores. Curiosidad, ganas de descubrir nuevos artistas o simplemente de opinar, el caso es que la iniciativa ¨Cinspirada en ArtPrize, el concurso de arte de Grand Rapids que se decide por votaci¨®n popular¨C triunf¨®. Cerca de 18.000 personas pasearon por los estudios abiertos y hubo m¨¢s de 9.500 nominaciones. ¡°La gente ha estado realmente muy metida en el proyecto desde el principio hasta el fin. Al invitar a la gente a nominar a los artistas, vimos que el p¨²blico hac¨ªa muchas m¨¢s preguntas para intentar entender el trabajo de los artistas¡±, explica Matt Atkins, que decidi¨® incluir algunas de los comentarios de los votantes en las cartelas de la muestra, para mostrar hasta qu¨¦ punto formaban parte de la misma.

El resultado de aquel fin de semana ha sido la primera en un museo para los cinco artistas finalmente seleccionados (Adrian Coleman, Oliver Jeffers, Naomi Safran-Hon, Gabrielle Watson y Yeon Ji Yoo), todos vecinos de Brooklyn, cuatro nacidos fuera de EE UU. Coleman, arquitecto de d¨ªa y artista y m¨²sico de noche, se enter¨® del proyecto a trav¨¦s de un amigo. ¡°No pensaba participar. Pinto en mi apartamento porque no tengo dinero para alquilar un estudio, y en aquel momento estaba en plena ruptura con mi novia. ?No parec¨ªa lo m¨¢s indicado abrir las puertas de este territorio que estaba en disputa!¡±, explica. Finalmente convenci¨® a un amigo para que le prestara su s¨®tano que convirti¨® en un escenario con sus cuadros, algunos de los cuales llegaron unos meses despu¨¦s al museo.

La israel¨ª Naomi Safran Hon, otra de las artistas seleccionadas, hab¨ªa abierto su estudio al p¨²blico en otras ocasiones, desde que lleg¨® a Brooklyn en 2010. ¡°Este lugar atrae a muchos artistas de muchos sitios distintos, ofrece espacios asequibles y un lugar tranquilo donde trabajar¡±, explica. Su obra combina fotograf¨ªas, cemento y encaje y ya prepara su siguiente muestra en la galer¨ªa Slag, de Bushwick, uno de los barrios con m¨¢s actividad art¨ªstica de Brooklyn. Gabrielle Watson pens¨® que Go! ser¨ªa una buena manera de presentar su trabajo a sus amigos y familia, y aunque su apartamento se convirti¨® aquel fin de semana de septiembre en un concurrido centro social, nunca pens¨® que ser¨ªa finalmente seleccionada. Se enter¨® la misma noche de la victoria electoral de Obama. ¡°?Fue una victoria doble!¡±, recuerda.

Los comisarios seleccionaron las piezas finalmente mostradas, pero aquello reconoce Matt Atkins no fue lo m¨¢s complicado. ¡°Al montar un modelo como este, el principal reto es definir los par¨¢metros con mucha antelaci¨®n, para poder avanzar y tener una idea de c¨®mo ser¨¢ la muestra al final. Pero tambi¨¦n supone ceder parte del control que normalmente tenemos¡±. Las cifras del n¨²mero de visitantes que ha recibido la muestra en el museo a¨²n no se han hecho p¨²blicas. Queda por ver si el p¨²blico responde igual de bien a la idea de participar, que a la de visitar el resultado final.