Duchamp, aquel grito subversivo
El Barbican de Londres evoca en una exposici¨®n la impronta del artista franc¨¦s En la muestra hay obras de John Cage, Merce Cunningham o Robert Rauschenberg
Pintura, escultura, objetos de la vida cotidiana reciclados en piezas de museo, y la m¨²sica y la danza que encarna un cuerpo de bailarines en plena ejecuci¨®n: todo ello encerrado entre las cuatro paredes de una galer¨ªa de arte. El inspirador de ese despliegue multidisciplinar es Marcel Duchamp (1887-1968), esp¨ªritu provocador y subversivo que rompi¨® convenciones y moldes a principios del pasado siglo, alterando radicalmente la noci¨®n de lo que hoy conocemos como arte. A su influencia en toda la extensi¨®n de las manifestaciones art¨ªsticas,?desde la expresi¨®n pl¨¢stica hasta la dramaturgia, la coreograf¨ªa o las composiciones musicales, dedica el Centro Barbican de Londres su nueva temporada cultural, que tiene como epicentro una exposici¨®n sobre la impronta de Duchamp en una generaci¨®n de autores americanos pioneros en las vanguardias de la posguerra.
Aquel franc¨¦s inclasificable encarn¨® un poderoso referente para el compositor John Cage, el core¨®grafo Merce Cunningham y los artistas visuales Jasper Johns y Robert Rauschenberg, todos ellos amigos, colaboradores y futuros revolucionarios en sus respectivos campos. Duchamp suele ser considerado el padre del arte conceptual, pero la muestra del Barbican extiende su impacto hacia todo el universo del arte contempor¨¢neo, en gran parte a trav¨¦s de esos cuatro nombres que desde los a?os cincuenta rescataron su figura semiolvidada a causa de una prematura retirada (1923) en pro de la pasi¨®n por el ajedrez.
'La fuente', de 1917, alter¨® la noci¨®n de lo que hoy se conoce como arte
La superposici¨®n de cilindros, conos y esferas confiere movimiento a una suerte de cuerpo mecanizado que Duchamp titul¨® Desnudo bajando una escalera No 2. La galer¨ªa londinense exhibe esa pintura, gracias a un pr¨¦stamo del Museo de Arte de Filadelfia, cuando se cumple el centenario del esc¨¢ndalo que provoc¨® su estreno p¨²blico en Nueva York.?Generador imparable de ideas en su constante jugueteo con el absurdo, el humor y la iron¨ªa, asociado principalmente al dada¨ªsmo y al surrealismo, aunque nunca quiso alinearse con movimientos o grupos, el artista normando volvi¨® a desafiar al establishment neoyorquino elevando un urinario a la categor¨ªa de escultura (La Fuente, 1917, cuya r¨¦plica integra la muestra). Fue su m¨¢s c¨¦lebre readymade, el arte que se nutre de objetos de producci¨®n masiva y que prima el proceso creativo sobre el m¨¦rito de la obra final.
Un cierto esp¨ªritu neodada¨ªsta impregna la producci¨®n del artista experimental Jasper Johns (1930), con sus pinturas de objetos y s¨ªmbolos tan familiares como la bandera americana, o los famosos combinados de su colega Robert Rauschenberg (1925- 2008), trufados de sillas, espejos, camas y otros elementos mundanos. Ambos conocieron a Duchamp en el despegue de sus carreras y desarrollaron con ¨¦l una estrecha relaci¨®n que result¨® vital para el desarrollo de sus trabajos, el de Jones rebelado contra el expresionismo abstracto que dominaba la escena de mediados de siglo, y el de Rauschenberg centrado en propuestas h¨ªbridas que funden pintura, escultura, ensamblaje y collage.
Una treintena de t¨ªtulos de ambos autores se despliega en el Barbican junto a la obra de Duchamp, y en un escenario poco convencional que integra un piano y un espacio reservado para la danza. John Cage (1912-1992), un profundo innovador de la m¨²sica moderna que rompi¨® con las formas harm¨®nicas tradicionales, modificaba con frecuencia sus pianos y rodeaba de objetos sus teclados, en un acto comparable a los readymade de Duchamp. ?l mismo subray¨® siempre el enorme ascendente que tuvo aquel mentor en sus ideas est¨¦ticas, como la incorporaci¨®n de ruidos del entorno cotidiano en sus composiciones.
Compa?eros de trabajo y de vida, tanto Cage como Merce Cunningham (1919-2009), uno de los padres de la danza moderna, veneraban a Duchamp. La escultura de cristal que el franc¨¦s firm¨® como La novia desnudada por sus pretendientes, conocida por el sobrenombre de El gran vidrio, fue homenajeada por el bailar¨ªn en una coreograf¨ªa de 1968 (Walkaround time), donde iba cambiando de atuendo en pleno movimiento. Jasper Johns dise?¨® la escenograf¨ªa, reproduciendo elementos duchampianos como las cajas de pl¨¢stico transparente que desplazaban los bailarines en escena.
El lugar estelar que ocupa una r¨¦plica de El gran vidrio en esta exposici¨®n pretende sintetizar la influencia de Duchamp que cuatro grandes nombres amplificaron en el mundo de las artes. Y bajo un t¨ªtulo que probablemente todos ellos avalar¨ªan: La novia y los pretendientes: Duchamp con Cage, Cunningham, Rauschenberg y Johns.
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