El chapuz¨®n de los seis millones
'Splash' enfrenta en el trampol¨ªn al campe¨®n ol¨ªmpico Deferr con Falete. Gan¨® el gimnasta, claro, pero la audiencia y el 'trending topic' se lo llev¨® el coplista. La f¨®rmula piscinera funciona a Antena 3
Lo mejor del verano es que anochece muy tarde, se puede ir en manga corta, los que trabajan tienen vacaciones y, para el espectador televisivo, que en a?os pares tendr¨¢ Juegos Ol¨ªmpicos y Eurocopa o Mundial de f¨²tbol, alternativamente. Lo peor del verano es no poder irse de vacaciones, carecer de aire acondicionado y tener que tragarse, en a?os impares como este, la programaci¨®n "refrescante" que planean los responsables de nuestras cadenas en abierto. Ya saben la f¨®rmula: agua, chapuzones, cuerpos bellos y menos bellos en ba?ador, inhibici¨®n del sentido del rid¨ªculo, competiciones extravagantes, tigres contra leones en otra ¨¦poca, el inevitable Ram¨®n Garc¨ªa, horas de parrilla resueltas sin ambici¨®n de dejar gran huella en el televidente, si acaso de prestarle algunos chascarrillos para las conversaciones menos trascendentes del a?o. Y as¨ª, cuando uno se quedaba de Rodr¨ªguez frente a la tele de verano en estas circunstancias, pod¨ªa desear que llegara septiembre, sus atascos, la manga larga, lo malo conocido, la bendita normalidad.
No nos hemos quitado la bufanda todav¨ªa y ya tenemos aqu¨ª Splash, gran apuesta de Antena 3 para los pr¨®ximos meses, otro formato de talent show que pone a famosos a aprender y a competir, esta vez en saltos de trampol¨ªn. Claro, se preguntar¨¢n, ?c¨®mo demonios van a competir en saltos de trampol¨ªn Gervasio Deferr, que es un profesional de ¨¦lite en la gimnasia, y Falete, ese cantante de copla y personaje del coraz¨®n que fue el trending topic de la noche en Twitter? No, claramente no compiten, sino que participan en el espect¨¢culo. Deferr, que fue un campe¨®n ol¨ªmpico y mundial de salto de potro, despose¨ªdo de varias medallas por un porro a destiempo, no dio m¨¢s que hablar con su perfect¨ªsimo salto que Falete y su ba?ador de lunares y volantes, aunque el popular cantante apenas dio un paso para caer de pie en el agua. Deferr pas¨® como primer clasificado pero Falete se llev¨® la m¨¢xima audiencia: un 41% de la tarta bien pasada la medianoche. Otro salto nada profesional pero digno, el del c¨®mico Miki Nadal, fue el minuto de oro, un pico de seis millones de espectadores, a esa hora un 30% del share. El resultado es que Antena 3 hizo una media del 26% durante el programa y barri¨® a esa hora a Gran Hermano 14, la alternativa obviamente desgastada de su rival Telecinco, diez puntos por detr¨¢s. Frente a los ap¨¢ticos y egoc¨¦ntricos chicos encerrados en la casa de Guadalix, los participantes de Splash al menos parec¨ªan ganarse el pan con esfuerzo.
Splash es un intento (exitoso, vistos los n¨²meros) de la cadena de Planeta de estirar los buenos resultados de audiencia logrados con Tu cara me suena, el concurso en que se obliga a las celebridades a actuar como una estrella determinada, preferiblemente del sexo opuesto, y as¨ª Santiago Segura se convierte en una lograda Raffaella Carr¨¢ y Arturo Valls baila y canta como la loba Shakira metida en una jaula. El escenario en que interpretan los n¨²meros musicales es ahora una gran piscina con trampolines a distintas alturas. Pero el concepto es id¨¦ntico: el grupo de faranduleros, una prueba para la que requieren formaci¨®n y entrenamiento (ahora se dice coaching), seguimiento de sus progresos, la actuaci¨®n en la gala y un jurado que pretende hacer un juicio profesional a lo que no lo es.
Anna Tarr¨¦s es la versi¨®n deportiva de Risto Mejide, el terror del concursante
Aqu¨ª Arturo Valls es el presentador, y su desparpajo de humorista experimentado funciona, porque lo peor que se puede hacer al frente de un programa as¨ª es tom¨¢rselo en serio. En el jurado ha entrado el comod¨ªn de la cadena, el rey midas Santiago Segura, un tipo que se mueve igual en los Goya que en el concurso m¨¢s fr¨ªvolo, capaz de llenar salas de cine como nadie en este pa¨ªs y autor del prodigio de que un personaje tan repulsivo como Torrente nos parezca tierno a ratos. Junto a Segura se sientan tres profesionales del deporte: Emilio Ratia, saltador de trampol¨ªn con discreto historial, es tambi¨¦n instructor de los participantes. Va de profesor de verdad. Guti, que como futbolista fue tan genial como intermitente, quiere mantener su imagen de chico rebelde e incomprendido, y eso casa mal con el papel de examinador. Y el gran personaje del jurado: Anna Tarr¨¦s, la entrenadora de nataci¨®n sincronizada aferrada a su fama de estricta instructora, la versi¨®n femenina y deportiva del sobreactuado Risto Mejide, el terror de los concursantes que deben cantar y bailar. Dijeron de Tarr¨¦s que vejaba a las gimnastas hasta dejarlas sin l¨¢grimas, pero sacaba lo mejor de ellas. Ella no quiere desmentir ese perfil autoritario, de exigencia espartana, que igual produce atletas de ¨¦lite que personas frustradas, y que le cost¨® seguramente el fin de su carrera en la selecci¨®n tras la gloria ol¨ªmpica. En Splash es la ¨²nica que le dice al concursante que ha saltado fatal; los dem¨¢s tambi¨¦n lo han visto pero prefieren aparecer con su cara amable y ser cari?osos con sus amigos concursantes. Pero vamos, tampoco es que Tarr¨¦s saque el l¨¢tigo, que no toca. Ya dije que esto no va de competir. Tan poco se parece a un deporte que la primera concursante, Daniela Blume, se estren¨® diciendo: "Estoy dopada", pero a?adi¨® que con biodramina, porque se marea. Menos mal, no imaginar¨ªamos que este t¨ªtulo mereciera recurrir a los trucos de Eufemiano.
?Es buen producto Splash? Nada que reprochar, porque es puro entretenimiento y punto. Lo que quiz¨¢s chirri¨® fue el intento de introducir los toques dram¨¢ticos que adornan todo reality. Para eso se invit¨® a concursar a personas con fobia al agua, o miedo a las alturas. As¨ª que To?i Salazar (la alta de Az¨²car Moreno) o la modelo Elisabeth Reyes se enfrentaban no a la piscina, sino a sus propios traumas, y eso hac¨ªa m¨¢s necesaria la terapia del coach. No result¨® convincente esta sensibler¨ªa, que el concursante nos diga que ha ido a este programa a derrotar a sus fantasmas.
De un r¨¢pido vistazo a Twitter uno deduce que hay algo liberador en que las caras conocidas hagan el rid¨ªculo para todos. En un pa¨ªs tan adicto al cotilleo da para muchas tertulias el desfile de gente en ba?ador, y as¨ª puntuamos el palmito de cada cual. A tal punto llega la competencia que Telecinco prepara su propio y cl¨®nico concurso piscinero: ?Mira qui¨¦n salta! , a partir del mi¨¦rcoles que viene. Ah¨ª el morbo no lo pondr¨¢ Falete (persona que saca partido a su indefinici¨®n sexual, que tambi¨¦n es una opci¨®n libre), sino Olvido Hormigos, la concejal toledana que fue v¨ªctima de la difusi¨®n de un v¨ªdeo er¨®tico, que recibi¨® una oleada de solidaridad para que siguiera en pol¨ªtica, y que al final ha acabado aprovechando aquel incidente para escapar de su pueblo y dar el salto a las pantallas. Cabr¨ªa preguntarse por qu¨¦ genera tanta expectaci¨®n ver en trikini a quien se vio en pura piel, pero as¨ª es la soberana audiencia.
?Por qu¨¦ genera tanta expectaci¨®n ver en ba?ador a quien tantos vieron en pura piel?
Uno se hace pasar por cr¨ªtico de televisi¨®n para que le pidan escribir sobre Juego de tronos o Homeland. Anoche el encargo era Splash, qu¨¦ le vamos a hacer, uno es un profesional, y eso me hizo pasar una falsa noche de televisi¨®n "refrescante" de verano mientras en la calle soplaban los pen¨²ltimos vientos fr¨ªos del invierno. Si esta es la programaci¨®n que nos espera el pr¨®ximo verano de a?o impar, seguir¨¦ haciendo acopio de series en mi disco duro para pegarme el atrac¨®n en los meses del calor, mientras varios millones de personas se burlan, se r¨ªen o se emocionan con los famosos en ba?ador en dos cadenas a la vez. Feliz chapuz¨®n a quien sepa disfrutarlo. Yo ya casi espero el oto?o.
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