Espasmos

La pol¨ªtica y los medios se parecen en que ambos funcionan a espasmos. Con contracciones incontrolables, cercanas al tic. En nuestras televisiones los espasmos son de dos tipos. Por un lado, el dram¨¢tico. Las cifras empujan al pa¨ªs a la tercera divisi¨®n mundial, la corrupci¨®n local se ha extendido como una met¨¢stasis incontrolable, de postre hay pastel caca en lugar de chocolate y hasta Rodolfo Langostino va destino al paro. Pero llega el espasmo contrario y regresa la chacota, la feria de vanidades y monstruos y un chapuz¨®n al agua. Todo coronado con un chiste de Falete o Corinna.

El s¨¢bado por la noche Telecinco y La Sexta compiten con debates por el primer tipo de espasmo. Quiz¨¢ en el de La Sexta se abusa del c¨¢ntabro Revilla, que le dice a la gente lo que la gente quiere o¨ªr con tanto ah¨ªnco que puede que la gente acabe sospechando hasta de s¨ª misma, pensando que en el fondo el pueblo es el primero que recurre al populismo. Es tal el desahogo de un personaje simp¨¢tico y expresivo, que da miedo de que al final le metan en un jacuzzi con azafatas y le obliguen a hablar con su caballo, como si todos los caminos televisivos llevaran a la Marbella que Telecinco lubric¨® para la sodom¨ªa populista de Gil y Gil. ?Han escuchado alg¨²n reconocimiento p¨²blico de culpa?

El Gobierno funciona a espasmos similares. En el drama contable busca la solidaridad y la compresi¨®n de los que pagan la factura del desastre. Hay una parte seria con la vicepresidenta Soraya o De Guindos al mando. Pero la fuga de agua del cachondeo que provocan otros miembros del gabinete en plena crisis hunde los esfuerzos. La cr¨ªtica m¨¢s brutal a estos personajes consiste en emitir sin tocar sus declaraciones. Esos v¨ªdeos son la m¨¢s catastr¨®fica imagen de descontrol. Capitaneados por ese Montoro que un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n acusa al vecino de no pagar impuestos y luego ese baile de Los Pajaritos al que B¨¢rcenas somete a la c¨²pula de su partido cada amanecer, cuando divorcia parejas y destartala despachos. A una Espa?a en traje de drama, de pronto le pegan otro chapuz¨®n de cachondeo. Y nadie sabe qu¨¦ ba?ador ponerse para salir a ahogarse.