El negocio de copiar canciones

¡°El tributo te da facilidades para tocar en bares, porque entras por la puerta grande de cualquier sitio, ya que saben que va a ir gente¡±. Es Jorge Frusciante, as¨ª le llaman, guitarrista de Madrifornication, una banda de rock madrile?a que versiona al conjunto californiano Red Hot Chili Peppers. Ellos, como otros m¨²sicos han decidido rendir homenaje a la banda que m¨¢s les ha influido en lugar de componer sus propios temas. La explicaci¨®n es simple: ¡°Es m¨¢s f¨¢cil tocar en locales, la promoci¨®n est¨¢ hecha, las canciones las conoce todo el mundo¡±.

The Exploding Boys rinde tributo a la banda brit¨¢nica The Cure. Llevan seis a?os tocando juntos. Aunque es un grupo de versiones, intenta aportar su sello personal. Su cach¨¦ ronda los mil euros y aunque se consideran m¨²sicos, ninguno se ve viviendo de la m¨²sica. Pese a ello, se definen como unos profesionales y cuando salen a tocar intentan ofrecer a su p¨²blico una experiencia lo m¨¢s parecida a estar viendo al grupo original. Su cantante sale al escenario mimetizado de Robert Smith, vocalista de The Cure, con una vistosa peluca que simula la melena del m¨²sico brit¨¢nico.

Su cach¨¦ ronda los mil euros y aunque se consideran m¨²sicos ninguno se ve viviendo de la m¨²sica

Bandas tributo hay de todos los colores, formas y estilos musicales. Desde el t¨ªpico imitador de Elvis Presley pasando por Kiss o Mecano. A veces son tan buenos que pueden incluso casi rivalizar con los originales, es el caso de Dios salve a la Reina, una formaci¨®n argentina que interpreta las canciones de Queen y que para muchos es la mejor banda tributo del momento. Lo sorprendente, adem¨¢s de lo conseguido de la voz su cantante Pablo Pad¨ªn, que imita al desaparecido Freddie Mercury, es el parecido f¨ªsico que tienen los m¨²sicos con los originales.

Los due?os de las salas ven en estas formaciones una manera de obtener beneficios. Emilio Calle es encargado de la sala Arena de Madrid. ¡°En nuestro local no entra cualquier grupo. Los que vienen ya tienen cach¨¦¡±, asegura. Aunque reconoce que cuando traen una banda de tributos "de calidad" la sala se llena. La otra cara de la moneda la protagonizan los espacios m¨¢s modestos. Para estos, la idea de traer grupos que se sirven de nombres conocidos es un buen negocio. ?lvaro Rodr¨ªguez es el propietario de la sala Rey Louie, en Majadahonda, una localidad al noreste de Madrid. ?l mismo toca en una banda de versiones, doblan a varios grupos. Rodr¨ªguez asegura que cuando contratan a un grupo tributo la sala se llena m¨¢s que cuando la banda es poco conocida.

Por su local han pasado bandas de homenaje de diferentes tem¨¢ticas. Entre ellas el grupo Gtallica, una formaci¨®n que interpreta canciones de los californianos Metallica. Empezaron a versionarlos porque era el grupo que todos escuchaban desde peque?os. Con el tiempo, empezaron a a?adir utiler¨ªa en sus espect¨¢culos como mu?equeras o camisetas. El bater¨ªa tiene el mismo corte de barba que James Hetfield, vocalista de Metallica. Los grupos tributos son un homenaje de los m¨²sicos a sus bandas de toda la vida y adem¨¢s una v¨ªa r¨¢pida de abrirse un hueco en la escena musical.