"Todo lo diseccionado en 'The wire' ha ido a peor cinco a?os despu¨¦s"
No, no escribimos hoy sobre The wire para decir que, probablemente, es una de las tres mejores series de la historia. Ni para animaros, una vez m¨¢s, a que teng¨¢is paciencia, pas¨¦is del tercer o cuarto cap¨ªtulo y os enganch¨¦is con fervor malsano a sus historias, humanidad y profundidad. Eso lo hemos hecho demasiadas veces. Hoy, lo que queremos, es abrir una peque?a ventana a uno de sus m¨²ltiples aspectos (series como esta conviene revisitarlas continuamente para captar todos los detalles y sutilezas) y acercarnos a uno de los personajes que est¨¢ detr¨¢s de las c¨¢maras. Coincidiendo con el quinto aniversario de la emisi¨®n en EE UU del ¨²ltimo cap¨ªtulo (9 de marzo) de la quinta y definitiva temporada (este blog le debe parte de su nombre a esta serie), hemos charlado con uno de sus guionistas, Rafael Alvarez (as¨ª, sin acentuar la A). Principal de los Libros acaba de publicar en Espa?a su libro sobre la serie, The wire. Toda la verdad, un volumen de 600 p¨¢ginas con una gu¨ªa cap¨ªtulo a cap¨ªtulo, entrevistas, an¨¢lisis, fotograf¨ªas y que cuenta con textos de David Simon, Laura Lippman, George Pelecanos y Nick Hornby, entre otros.
Polic¨ªas, camellos, pol¨ªticos, drogadictos, periodistas, ni?os, estibadores, trabajadores y, sobre todo, Baltimore como catalizador. De la forma m¨¢s realista posible. Siempre hablamos de que en The wire se ven reflejadas historias universales, que aunque est¨¦n ambientadas en una ciudad en concreto, tratan temas que pueden ocurrir en cualquier parte del mundo. Dramas diarios en un vecindario, corrupci¨®n pol¨ªtica, sistemas policiales ineficaces con pocos ¨¢nimos de ir m¨¢s all¨¢ de cumplir con una buena estad¨ªstica... S¨ª, historias universales, pero esta serie sin Baltimore, no ser¨ªa The wire. Rafael Alvarez (1958) lleva a su ciudad natal bajo la piel. Nieto de un marinero gallego que lleg¨® en los a?os 20 en barco y se qued¨® para siempre, ha escrito m¨¢s de 10.000 historias, de ficci¨®n o noticias, sobre ella. Y a¨²n as¨ª, dice "no estar seguro de haberla capturado".
Alvarez trabaj¨® en el Baltimore Sun desde lo m¨¢s bajo, repartiendo ejemplares. Despu¨¦s fue redactor de sucesos durante dos d¨¦cadas. Con el cambio de milenio dej¨® el peri¨®dico y, tras unirse al sindicato de marineros, trabaj¨® como marino mercante, un mundo que conoc¨ªa bien por su familia. Gracias a su amistad con David Simon, colabor¨® como guionista en la serie Homicidio. De ah¨ª, ya abandonando el mar, pas¨® a formar parte de la plantilla de guionistas de The wire en la segunda temporada, ambientada en el puerto de la ciudad, los sindicatos, y en los problemas y chanchullos de los estibadores.
Pregunta: ?C¨®mo explica una ciudad como Baltimore a alguien que nunca ha estado all¨ª?
Respuesta: He tratado de responder a esta pregunta en cada historia que he escrito. Le¨ª una vez, puede que fuera a Maugham, que los escritores cuentan la misma historia una y otra vez, novela tras novela. Eso es lo que he hecho desde que publiqu¨¦ mi primera pieza, cuando ten¨ªa 19 a?os, sobre los muelles de Baltimore, donde mi abuelo Rafael desembarc¨® de un antiguo barco de vapor ingl¨¦s en 1925, se "burrach¨®" [dicho as¨ª por el escritor] en un pub de marineros y nunca se fue. Baltimore es una ciudad preciosa cuando la visitas y una ciudad violenta si tienes la suficiente mala suerte de nacer pobre o adicto. En todas sus formas es una ciudad m¨¢gica, del tipo de magia hecha por (pero no siempre visible para) gente que sabe que es afortunada por tener un poco, gente que quiz¨¢ quiera m¨¢s. Antes hab¨ªa buenos empleos para la gente sencilla en Baltimore, gente de ascendencia campesina. Empleos fabricando acero, coches, barcos, paraguas e impermeables. La gente pod¨ªa comprarse peque?as casas y, m¨¢s o menos, sin dejarse llevar mucho, eran felices de poder comer bien y beber cerveza por la noche. Esos trabajos ya no existe y tenemos todav¨ªa que encontrar un nuevo camino. Ya no parece haber sitio en el mundo para la gente sencilla.
P. Echando la vista atr¨¢s, ?c¨®mo ha envejecido The wire?
R. Ha envejecido extraordinariamente bien. Cada problema que diseccionaba ¡ªla guerra contra las drogas, la muerte del trabajo, la mentira de la reforma pol¨ªtica, los colegios p¨²blicos de mierda para los pobres, la implosi¨®n del verdadero periodismo para mantener un ojo sobre todo lo superior¡ª ha empeorado.
P. Aparte de escribir cap¨ªtulos concretos, estuvo en plantilla en la segunda temporada. ?C¨®mo fue el trabajo ese a?o?
R. Estuve con Joy Lusco Kecken, George Pelecanos, Ed Burns y David Simon, entre otros, en la sala de los guionistas. El trabajo fue uno de los m¨¢s gratificantes que he hecho nunca. Como escritor de ficci¨®n, solo hab¨ªa sido capaz de ver a mis personajes en una pantalla detr¨¢s de mis ojos. En 2003 pude verlos escalar desde la p¨¢gina y andar como humanos.
P. Como escritor, ?qu¨¦ disfruta o sufre m¨¢s cuando escribe para televisi¨®n?
R. Disfruto cuando en el rompecabezas las diferentes piezas, ni siquiera imaginadas cuando comienza la escritura, se unen de una forma que no pod¨ªa haber predicho.
P. Usted conoce bien el ¨¢mbito del puerto de Baltimore y las entra?as del d¨ªa a d¨ªa de sus trabajadores. ?Qu¨¦ comentarios recibi¨® de los sindicatos y de los trabajadores tras la emisi¨®n de la segunda temporada?
R. La gente del sindicato me dijo que les daba verg¨¹enza que se les mostrara como ladrones y, en cierta forma, payasos, pero tambi¨¦n dijeron que era fiel.
P. El creador de la serie, David Simon, mand¨® una carta a HBO para defender la idea de la serie y que se llevase a cabo. En ella dijo que tras Los soprano, Oz, A dos metros bajo tierra y Sexo en Nueva York, no hab¨ªa una direcci¨®n obvia para la televisi¨®n, y que The wire era el siguiente paso l¨®gico. Cinco a?os despu¨¦s de la emisi¨®n del ¨²ltimo cap¨ªtulo, ?cu¨¢l debe ser el siguiente desaf¨ªo?
R. El reto es para la actual cosecha de productores ¡ªlos nuevos y los perros viejos, los que juegan a las sillas musicales¡ª para que no solo digan lo mucho que admiran The wire (todos lo hacen), pero para que encuentren el valor, frente a los hombres trajeados que solo quieren ver resultados inmediatos, de contar historias con la misma paciencia y restricci¨®n como se hac¨ªa en The wire, que est¨¦n dispuestos a dejar migas por el bosque en los primeros cinco episodios antes de poner el anzuelo en el cielo de la boca del espectador en vez de exigir que eso ocurra antes del primer anuncio.
P. Trabaj¨® 20 a?os en un peri¨®dico. Sigue escribiendo art¨ªculos. En la quinta temporada de la serie se habla de periodismo. ?C¨®mo ve la prensa hoy en d¨ªa? ?Est¨¢ el negocio por delante de las historias?
R. La prensa es algo totalmente necesario, que est¨¢ siendo pisoteada por el tsunami de kardashians [en referencia a la prensa rosa y personajes como las hermanas Kardashian] y gritones pol¨ªticos. En EE UU, el mejor periodismo, aparte del The New York Times y The New Yorker,se hace en la radio p¨²blica. De hecho, los fil¨¢ntropos est¨¢n comenzando a subvencionar periodismo impreso de investigaci¨®n de la forma en la que ayudan a financiar la radio p¨²blica como la NPR. Pertenec¨ª a un sindicato de periodistas. Espero que en los peri¨®dicos las personas que pierdan su trabajo se les d¨¦ algo m¨¢s que una patada en el culo. A m¨ª me dieron dos a?os de salario cuando acept¨¦ una oferta de salida del Baltimore Sun en 2001. Algunos a?os despu¨¦s, alrededor de 60 de mis compa?eros ¡ªalgunos de los mejores periodistas de Estados Unidos¡ª tan solo consiguieron una patada cuando les echaron.
P. ?Qu¨¦ series de televisi¨®n sigue? ?Cu¨¢l le gusta m¨¢s?
R. No veo la televisi¨®n. De vez en cuando pongo b¨¦isbol en la tele con el sonido quitado y lo veo de la forma en la que se mira a un pez en un acuario. Cuando intento ver la televisi¨®n, me acuerdo, despu¨¦s de varios minutos, que podr¨ªa estar leyendo un libro. Estoy caminando ahora a trav¨¦s de ?Absal¨®n, Absal¨®n!, de William Faulkner, el escritor del Mississipi, un gran h¨¦roe para Borges y Garc¨ªa M¨¢rquez. En qu¨¦ otro sitio puedes encontrar una frase como esta: "...reservado para alguna desolaci¨®n m¨¢s profunda que la ruina...". ?Me gustar¨ªa poner eso en boca de un personaje de televisi¨®n? Oh s¨ª, y si el salm¨®n se abre camino corriente arriba, lo har¨¦.
P. Su abuelo, Rafael ?lvarez Veiga, lleg¨® de Galicia. ?Qu¨¦ conoce de all¨ª?
R. He estados dos veces. Una, en 1970, toda la familia Alvarez de Baltimore fue a Vigo y Chapela cuando mi abuelo todav¨ªa viv¨ªa, y visitamos a nuestros parientes, todos ellos marineros, durante seis semanas. Y otra cuando llev¨¦ a mi hija Amelia, que ahora tiene 31 a?os, en 1990. Estoy deseando volver...
Para conocer mejor el trabajo de Alvarez como guionista conviene repasar los cap¨ªtulos:
- 1x07. Un arresto | 2x07. Repercusiones | 3x06. Regreso a casa
M¨¢s informaci¨®n:
- Primos lejanos, por Miriam Lagoa.
- The wire (ahora desde dentro), por Toni Garc¨ªa.
- 'The Corner': Un blues en cada esquina, por ?lvaro. P. Ruiz de Elvira.
- Curiosidades que quiz¨¢ no sab¨ªas sobre 'The Wire', por Natalia Marcos.
- Donnie Andrews, el alma de Omar Little (necrol¨®gica), por Carolina Garc¨ªa.
- Una realidad implacable (entrevista con David Simon), por B¨¢rbara Celis.
- Los dioses indiferentes, por Mario Vargas Llosa.
- Teleseries de autor, por Marcelo Figueras.
- Realiad con arte, por Carlos Boyero.
- Las calles abandonadas de David Mills (necrol¨®gica), por ?. P. R.
- Periodistas, maleantes y Baltimore, por Javier del Pino.
- El juego de Omar Little, por Fernando Navarro.
- El quinteto de Baltimore (Way down in the hole), por Francisco Casavella.
Principal de Libros tambi¨¦n ha publicado en Espa?a La esquina, de David Simon y Ed Burns y Homicidio, de David Simon.
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