El cuentista que crea entre tomas

El dibujante acab¨® como guionista; el guionista acab¨® como director, y el director ha acabado de cuentista. A Fernando Le¨®n de Aranoa (Madrid, 1968) el recorrido le provoca una sonrisa. Porque a algunos de esos pasos le han empujado. ¡°A editar los cuentos mitad y mitad. Llevo 10 a?os escribi¨¦ndolos, peque?as ideas que he ido realizando como si fuera una escritura ad¨²ltera, practicada a ratos. Los plasmaba en aviones, en descansos de rodajes¡±. Cuando rebosaban el caj¨®n (¡°Y tampoco me apetec¨ªa que murieran all¨ª¡±, confiesa su autor), lleg¨® la oferta de publicarlos: ¡°Como dec¨ªa Ribeyro, gran cuentista, uno escribe por diversi¨®n, por necesidad, y publica para comer. Lo maravilloso es inventar¡±. Ha hecho una criba, ha reescrito algunos de ellos para que el libro tenga una unidad, y ahora llega Aqu¨ª yacen dragones (Seix Barral), 113 piezas que se extienden desde una frase a no m¨¢s de seis p¨¢ginas: en ellos se exhibe el aut¨¦ntico Le¨®n, que como autor ha tenido que constre?irse, ¨¦l, que es un guionista de pel¨ªculas muy dialogadas. ¡°Una pel¨ªcula es una carrera de fondo, un cuento es un sprint. Me gustaba esa idea de crear por combusti¨®n y no por aguante, que es como nacen las pel¨ªculas¡±. Aunque en esta recopilaci¨®n ha estado dos a?os poniendo orden, hace seis encontr¨® el t¨ªtulo ¨Cuna bella referencia a la mitolog¨ªa y a la cartograf¨ªa medieval que se explica en uno de los textos- y ah¨ª se percat¨® de que ¡°esa expresi¨®n daba ya un tono y una direcci¨®n a lo escrito¡±.

Como cuentista, el cineasta ha cambiado sus esquemas narrativos: ¡°En la mayor parte de los relatos, el t¨ªtulo ya es el primer acto, y la primera l¨ªnea del texto, el segundo. Hay muchos personajes, situaciones, no regateo momentos, entiendo que la lectura ser¨¢ fluida ¡ªun poco al estilo cinematogr¨¢fico¡ª, pero que a lo mejor necesita unos segundos entre cuento y cuento para descansar en este laberinto de historias¡±. Cierto, pero tambi¨¦n hay cuentos que repiten historias desde distintos puntos de vista, juegos variados (uno de ellos es solo el t¨ªtulo). ¡°Son muchas ideas r¨¢pidas, flasazos. El cine intelectualiza mucho lo que est¨¢s creando, porque te pasas a?os reelaborando la historia. Aqu¨ª no, son m¨¢s imp¨²dicos, incluso cuentan m¨¢s cosas de m¨ª porque voy, lo plasmo y ah¨ª queda; en el cine lo hubiera reescrito, me hubiera tapado m¨¢s¡±.

No es el primer libro de Le¨®n ¨CContra la hipermetrop¨ªa recopilaba sus textos period¨ªsticos-, ni la primera vez que salen a la luz cuentos suyos ¨Cfue finalista al Premio Camilo Jos¨¦ Cela y gan¨® el Antonio Machado de narrativa breve-, pero ¨¦l se siente como debutante. ¡°Hago lo que puedo por defenderlos. Si sirve como marketing, creo que es un libro que se puede regalar el d¨ªa de los enamorados y el de los difuntos. Porque los cuentos tienen doble nacionalidad, est¨¢n entre la realidad y la ficci¨®n, tanto sentimentales y rom¨¢nticos como combativos, pol¨ªticos o incluso fant¨¢sticos. Me gustan las situaciones parad¨®jicas, hasta surrealistas, para con ellas explicar la realidad m¨¢s prosaica. Sospecho que desde la fantas¨ªa es como mejor se describe muchas veces el comportamiento diario¡±.

?Volver¨¢n los dragones? ¡°He descartado 40 textos que se sal¨ªan de la unidad¡±, en su obsesi¨®n por la arquitectura interior. ¡°Y me gusta este rumbo, habr¨¢ m¨¢s. Aunque antes llegar¨¢ la nueva pel¨ªcula¡±. Rodar¨¢ en primavera una historia sobre cooperantes internacionales que probablemente filme en ingl¨¦s, ¡°el idioma en el que se entienden los personajes¡±. Y entre toma y toma, cuento. ¡°No lo voy a dejar. Yo me enamor¨¦ del cine a trav¨¦s de la escritura. Era un guionista militante, que repudi¨¦ la direcci¨®n. Llegu¨¦ a gritar que nunca dirigir¨ªa. Por eso no debes fiarte de nada de lo que diga [risas]. Ahora bien, llevo 20 a?os escribiendo. No puedo parar¡±.