El arte en las instituciones de fin de siglo
Contin¨²a el retrato de la cultura en la nueva ¨¦poca posCh¨¢vez con un repaso al estado del arte
El desarrollo pleno de las artes visuales en Venezuela ha franqueado desde finales del siglo XX, un per¨ªodo de rupturas y dificultades entre las relaciones naturales que se ven¨ªan concretando con los actores involucrados de todas las generaciones. Muchos de ellos (artistas, curadores, muse¨®grafos, dise?adores, registradores, educadores, administradores y p¨²blicos diversos) se formaron en una institucionalidad din¨¢mica, abierta y l¨ªder en la regi¨®n, gestada entre los 70 y los 90 donde j¨®venes de distintas disciplinas puntualizaron valiosos recorridos laborales y acad¨¦micos. Sin embargo buena parte del arte conceptual de los setenta, as¨ª como el vigor de la pintura en los ochenta, no tuvieron una mayor difusi¨®n en el exterior por ser producidos en un pa¨ªs con una escena local poderosa tanto en los perfiles program¨¢ticos de los museos como en el ejercicio del coleccionismo; as¨ª mismo por ser una ¨¦poca con grandes dificultades para abordar los temas divulgativos antes de la era internet y la proliferaci¨®n de bienales y ferias internacionales.
En todo caso, desde esquemas gerenciales diversos, la Venezuela de aquel momento sostuvo los tres ejes fundamentales de la institucionalidad muse¨ªstica: el perfil de investigaci¨®n, la programaci¨®n expositiva y las pol¨ªticas de adquisiciones. El correcto funcionamiento de estas aristas devel¨® el camino de cada gesti¨®n, testimonio asentado por las publicaciones y adquisiciones en un proceso necesario que deb¨ªa renovarse para que una nueva investigaci¨®n ampliara los logros y nutriera los vac¨ªos que un desempe?o anterior no pudo solventar. Pero con el ascenso del chavismo otras variables comenzaron a actuar, reestructurando los perfiles y los logros del pasado m¨¢s inmediato a trav¨¦s de una aparente renovaci¨®n de grandes aperturas que en realidad homogeneiz¨®, paraliz¨® y atasc¨® las autonom¨ªas institucionales y los procesos creativos.
Era necesario revisar los modelos de las organizaciones culturales para activar relaciones con otras unidades emergentes de la producci¨®n art¨ªstica como la cultura urbana, las tecnolog¨ªas recientes, las redes sociales, las culturas ancestrales o los v¨ªnculos con la comunidad. No obstante, una cosa es examinar y redefinir y otra muy distinta es anular. El proceso pol¨ªtico que inund¨® en sus inicios al espectro cultural con propuestas de inter¨¦s como la discusi¨®n abierta sobre estos temas o descabelladas como exhibiciones abiertas sin filtro art¨ªstico alguno por no ser excluyente, finalmente no prosperaron en el tiempo por direcciones contradictorias o por abandono. Consecutivamente, a mediados del 2000, una adversa decisi¨®n ministerial inici¨® un proceso de quebranto en la producci¨®n nacional diluyendo por completo los perfiles de investigaci¨®n, aniquilando las autonom¨ªas administrativas y debilitando los presupuestos. En lugar de analizar y reestructurar, el proceso de revisi¨®n se focaliz¨® en derogar una buena parte de lo ya existente para propiciar una vasta cadena de desconciertos. Por un lado se anularon los perfiles de los diferentes museos nacionales homogeneiz¨¢ndolos en uno solo irregularmente af¨ªn a las l¨ªneas del gobierno. Esta tendencia no s¨®lo lleg¨® a dominar el criterio de los premios nacionales o parte de los env¨ªos oficiales a bienales o eventos internacionales, sino tambi¨¦n a la promoci¨®n de un personal para los entes culturales que desplazar¨ªa a un personal profesionalizado pero inc¨®modo a nivel ideol¨®gico o a otros niveles. As¨ª mismo, los presupuestos que anteriormente dispon¨ªan los museos, fueron mermados en forma importante afectando de forma casi absoluta la pol¨ªtica de adquisiciones y de publicaciones.
A ra¨ªz de este programa de merma incesante, dos l¨ªneas de acci¨®n se consolidaron en la producci¨®n de los ¨²ltimos a?os. La primera, en una significativa di¨¢spora que ya se hab¨ªa iniciado de forma t¨ªmida en los 90s a ra¨ªz del desmantelamiento pol¨ªtico del pa¨ªs. Ciudades como Nueva York, Madrid, Par¨ªs, Londres o Barcelona han sido los principales destinos de artistas emigrados en los ¨²ltimos a?os como Meyer Vaisman, Emilia Azc¨¢rate, El¨ªas Cresp¨ªn, Alessandro Balteo Yazbeck, Mariana Bunimov, Eduardo Gil, Javier T¨¦llez, Ricardo Alcaide, Jaime Gili, Nayar¨ª Castillo, Jorge Pedro Nu?ez, Mauricio Lupini, Luc¨ªa Pizzani, Andr¨¦s Duque, Alexander Ap¨®stol y Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez-Diez, entre muchos otros; unidos a su vez a creadores previamente desplazados como Arturo Herrera, Carla Arocha, Juan Iribarren, Jos¨¦ Gabriel Fern¨¢ndez y Sammy Cucher. Aunque los artistas mencionados han logrado desarrollarse en la escena internacional, no son percibidos como un bloque homog¨¦neo, articulado o reconocible de arte venezolano junto a los artistas que permanecen en el pa¨ªs.
Del mismo modo, curadores que trabajaban en instituciones venezolanas se encontraron cesados o limitados en sus funciones y comenzaron a desenvolverse en instituciones extranjeras. Destacan, Gabriela Rangel (MFAH, Americas Society), Julieta Gonz¨¢lez (Tate Modern, Museo Tamayo), Nydia Guti¨¦rrez (Museo de Antioquia), Cecilia Fajardo-Hill (CIFO, MOLAA), Carlos Palacios (Museo Carrillo Gil) o Jes¨²s Fuenmayor (CIFO), junto a otros como Alex Slato (MOLAA) o Luis P¨¦rez-Oramas (MOMA, XXX Bienal de Sao Paulo); especialistas que han trasladado sus conocimientos de arte venezolano o sus perspectivas particulares relacionadas al pa¨ªs a otras latitudes de la institucionalidad muse¨ªstica. A ello le sumar¨ªamos la labor de Patricia Phelps de Cisneros con la Fundaci¨®n Cisneros y CPPC a trav¨¦s de instituciones for¨¢neas o la de Ella Fontanals-Cisneros con CIFO, quien promueve el arte contempor¨¢neo latinoamericano desde la ciudad de Miami. En este mismo sentido una buena parte del vigoroso coleccionismo local emigr¨® a otros pa¨ªses, reforzando nexos con museos como el MOMA, Tate, MFAH o Reina Sof¨ªa; la figura de Axel Stein se consolida en Sotheby¡¯s (NY) y son abiertas galer¨ªas contempor¨¢neas en el extranjero con presencia en ferias internacionales como Henrique Far¨ªa (NY), Arratia+Beer (Berl¨ªn), Federico Luger (Mil¨¢n), Kabe Contemporary, Ambrosino Gallery, Hardcore, Juan Ruiz en Miami, entre otras; junto a la casa de subastas Odalys que se desplaza a Madrid.
La segunda l¨ªnea fue una actividad sostenida por parte de la red de galer¨ªas y entidades no oficiales de la convulsa Caracas, quienes desde el 2004 y a pesar de la ausencia de recursos, sostuvieron y activaron la labor del arte contempor¨¢neo nacional tratando de recomponer la red cultural de la ciudad. Centros culturales privados que emergieron en esta d¨¦cada, como Los Galpones, Trasnocho y Hacienda La Trinidad albergan importantes espacios expositivos o galer¨ªsticos como Perif¨¦rico Caracas, Sala TAC, Carmen Araujo Arte u Oficina #1; uni¨¦ndose a otros espacios igualmente activos en la ciudad como Espacio Mercantil, La Caja del Centro Cultural Chacao, El Anexo, Far¨ªa+F¨¢bregas Galer¨ªa o la Sala Mendoza, donde confluye parte de la escena local previa como Luis Molina-Pantin, Magdalena Fern¨¢ndez, Juan Araujo, Juan Jos¨¦ Olavarr¨ªa, Angela Bonadies, Juan Nascimento y Daniela Lovera, Luis Romero o H¨¦ctor Fuenmayor con las nuevas generaciones de artistas como Daniel Medina, Iv¨¢n Candeo, Juan Pablo Garza, Deborah Castillo, Christian Vinck, Oscar Abraham, Rafael Serrano o Suwon Lee, entre muchos otros.
Este substancial ejercicio de actividad y resistencia repica hacia una nueva conciencia que ha obligado a los museos nacionales a reconocer los errores del pasado, para iniciar peque?os movimientos de una actividad expositiva casi interrumpida por m¨¢s de cinco a?os y abri¨¦ndose a la escena local contempor¨¢nea. As¨ª mismo y de forma t¨ªmida e inconexa se han estado replanteando reanudar las adquisiciones despu¨¦s de mas de 10 a?os sin invertir en el arte contempor¨¢neo local o for¨¢neo.
Si algo hemos criticado en estos a?os es justamente los partidismos que han segmentado los v¨ªnculos de una comunidad cultural que siempre llev¨® adelante un emprendedor movimiento en todas las ¨¢reas de la producci¨®n art¨ªstica nacional, sin distinciones ideol¨®gicas, sin marginaci¨®n ni anulaci¨®n, sin segmentaci¨®n ni prejuicios, sin preferencias de otra ¨ªndole que no fueran la calidad de los proyectos, la ¨¦tica y el respeto del trabajador cultural y la pertinencia del valor simb¨®lico y material que generan sus creadores. Ese esp¨ªritu trata de sobrevivir, pero a t¨ªtulo personal y no como l¨ªnea institucional, tanto en entes privados como en ciertos espacios de la oficialidad. As¨ª mismo, la a¨²n no soldificada di¨¢spora cultural venezolana ha propiciado una presencia en la escena internacional y una aproximaci¨®n m¨¢s activa y directa en la discusi¨®n y el conocimiento del arte venezolano contempor¨¢neo, en contraste con las dificultades de difusi¨®n generadas por las irregulares instituciones oficiales.
Tal vez ya sea tiempo de analizar los modelos que nos han precedido (incluso los de estos a?os de complejidades) para levantar un encuentro real. Es el momento de encaminar los esfuerzos que las individualidades y los colectivos de distintas generaciones, dentro y fuera de las instituciones p¨²blicas y privadas, han estado trazando en solitario; propiciar una cultura activa y dialogante donde no exista la condici¨®n partidista y donde la historia se preserve estemos o no de acuerdo con ella.
Alexander Ap¨®stol. Barquisimeto 1969. Artista pl¨¢stico residenciado entre Caracas y Madrid. Trabaja sobre aspectos sociales y pol¨ªticos a partir de la arquitectura y de la historia del arte. Ha mostrado en Tate Modern, Reina Sofia, Witte de With, NGBK, Martin-Gropius-Bau, The Aldrich Art Museum, etc., y en Manifesta 9, 54 Bienal de Venecia, VIII Bienal de Estambul, XXV Bienal de Sao Paulo, etc. Ha publicado el monogr¨¢fico Modernidad Tropical (MUSAC/Actar).
Lorena Gonz¨¢lez. Caracas, 1973. Curadora, dramaturga y Licenciada en Letras de la Universidad Central de Venezuela. Actualmente es curadora de La Caja. Espacio de investigaci¨®n visual del Centro Cultural Chacao, y Columnista de la cr¨ªtica de artes visuales del diario El Nacional. Desde 2004 ha llevado a cabo m¨¢s de 20 proyectos expositivos as¨ª como charlas y talleres para artistas, investigadores y p¨²blico diverso.
Los artistas
Aunque no todos, buena parte de la tem¨¢tica contempor¨¢nea del pa¨ªs pasa por una revision hist¨®rica de la modernidad, en la herencia del contructivismo o en temas de identidad, mayormente social y pol¨ªtica, bajo el conflicto urbano.
- Juan Araujo. 1971. Pintura. CGAC, Museu de Arte Moderna de S?o Paulo, Colecci¨®n Jumex. 9th Sharjah Biennial, VI Bienal de Mercosur, XXVII Bienal de Sao Paulo, VIII Bienal de Cuenca.
- Carla Arocha. 1961. Escultura e instalaciones. Kunsthalle Berna, MuHKA, Museo Tamayo, Witte de With, Museum of Contemporary Art Chicago, Shanghai Art Museum. Brussels Biennial 1.
- Emilia Azc¨¢rate. 1964. Pintura, escultura e instalaciones. CIFO, Caribbean Contemporary Arts, CAAM. Prague Biennale 1, XXV Bienal de Sao Paulo, VII Bienal de La Habana, V Bienal de Cuenca.
- Alessandro Balteo Yazbeck. 1972. Escultura, fotograf¨ªa e instalaciones. Carpenter Center, CCA Wattis Institute, CIFO, Museu de Arte Moderna de S?o Paulo. XII Bienal de Estambul, VII Bienal de la Habana.
- Sammy Cucher (Aziz+Cucher). 1958. Fotograf¨ªa. Indianapolis Museum of Art, New Museum of Contemporary Art, MUSAC, Fondation Cartier. V Biennale de Lyon, 46 Bienal de Venecia.
- Magdalena Fern¨¢ndez. 1964. Escultura, video e instalaciones. The Drawing Center, MOLAA, Miami Art Museum, CaixaForum, CIFO. 53 Bienal de Venecia, X Bienal de Cuenca, I Bienal de Mercosur.
- Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez-Diez. 1964. Video, fotograf¨ªa. New Museum of Contemporary Art, CGAC, Institute of Visual Arts of Milwaukee. 50 Bienal de Venecia, 25 Bienal de Sao Paulo, 1 Bienal de Gwangju.
- Arturo Herrera. 1959. Pintura, escultura. MOMA, Americas Society, The Aldrich Art Museum, CGAC, Whitney Museum, Castello di Rivoli, Martin-Gropius-Bau. XI Biennale de Lyon, Prospect.1 New Orleans, Whitney Biennial 2002.
- Mauricio Lupini. 1963. Fotograf¨ªa, video, instalaciones. Museu de Arte Moderna de S?o Paulo, Teoretica, Stedelijk Museum Bureau Amsterdam, Apexart. 2da Trienal Poli/Grafica de San Juan, Prague Biennale 1.
- Luis Molina-Pantin. 1969. Fotograf¨ªa. The Americas Society, NGBK, MOLAA, VI Bienal de Curitiba, X Bienal de Cuenca, VII Bienal de Gwangju, XXV Bienal de Sao Paulo, VII Bienal de La Habana.
- Jorge Pedro Nu?ez. 1976. Escultura, Fotograf¨ªa, instalaciones. Palais de Tokio, NGBK, Fondation d'entreprise Ricard, Museu de Arte Moderna de S?o Paulo, CIFO. XII Bienal de Estambul.
- Javier T¨¦llez. 1969. Video, escultura. Bronx Museum, KW Institute for Contemporary Art, MOMA PS1, ICA Boston, NGBK. Documenta 13, Manifesta 7, Whitney Biennial 2008, 16 Bienal de Sidney, 50 Bienal de Venecia.
- Meyer Vaisman. 1960. Pintura, escultura. Tate Modern, MOMA PS1, MFA Boston, New Museum of Contemporary Art, Walker Art Center, Mus¨¦e d?Art Moderne de la Ville de Paris. 50 Bienal de Venecia.
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