Julieta Venegas: ¡°Ni yo misma s¨¦ cu¨¢l es mi lugar en la m¨²sica¡±
La cantante mexicana regresa con 'Los momentos', un disco marcado por el desamor y su reciente maternidad
Quienes vivan obsesionados con rastrear la biograf¨ªa de los m¨²sicos a trav¨¦s de sus letras, podr¨ªan concluir que Los momentos le ha servido a Julieta Venegas (Long Beach, California, 1970) para espantar la sombra del desamor. Ella, que una vez cant¨® ¡°debajo de mi lengua se esconden las palabras que revelan todo de m¨ª¡±, parece conceder ese espacio interpretativo al oyente. Pero elude detalles privados cuando se le pregunta. ¡°Es cierto que hay mucho anhelo, mucha p¨¦rdida. No hay nada m¨¢s inspirador que lo que no sucede. Algo de eso hay, pero no es que tengas que saber cu¨¢l es mi momento personal para entender el disco¡±. Y, como quien busca equilibrar la balanza emocional, replica que, si le obligan a responder, ¡°yo estoy m¨¢s en el lado de los que han roto corazones. ?Suena s¨²per cre¨ªda!¡±, se r¨ªe.
Objetivamente, el s¨¦ptimo ¨¢lbum de Julieta Venegas, ahonda m¨¢s en su faceta tecnopop (¡°aunque no es un disco tecnopop, quiero que quede claro¡±) y preserva ese esp¨ªritu abierto a la colaboraci¨®n de los amigos (en esta ocasi¨®n, del vocalista de Caf¨¦ Tacvba, Rub¨¦n Albarr¨¢n, la rapera franco chilena Ana Tijoux o su c¨®mplice Natalia Lafourcade). Pero, tras las melod¨ªas pegadizas y los proverbiales t¨ªtulos sencillos, subyace el presente de Julieta Venegas. La notoria artista mexicana. La antiestrella. La cantante de esp¨ªritu indie que creci¨® al amparo de una multinacional. La mujer que hace casi tres a?os decidi¨® ser madre soltera. La que guarda silencio sobre la identidad del padre. El animal de carretera que ha recortado sus interminables calendarios de gira para vivir cada segundo de Simona, su hija. La progenitora preocupada que ha retrasado este viaje promocional por una otitis de la ni?a. La misma que podr¨ªa no haber cogido el avi¨®n del D.F. a Espa?a si no hubiera mejorado la criatura.
¡°Cuando eres madre dejas de tener prisa. Todo ha cambiado. Sobre todo, la cuesti¨®n log¨ªstica. Para m¨ª es muy natural viajar y hacerlo con mi hija. Pero ahora que est¨¢ creciendo voy a tener que replantear c¨®mo lo hago. No tengo con qui¨¦n dejarla. Y tampoco quiero despreocuparme y dejarla, sencillamente, en casa de mi hermana [su gemela, la fot¨®grafa Yvonne Venegas]. En lugar de estresarme ante esas ideas, mi filosof¨ªa es ¡®todo se va a acomodar¡¯. Tanto eso como tener una pareja. No hay una f¨®rmula para nada¡±, reflexiona en voz alta.
Yo no vivo el s¨²per estrellato. Ni vivo as¨ª, ni pienso as¨ª, ni me rodeo de gente que piensa as¨ª. Soy completamente normal"
Hay algo que s¨ª parece haber encontrado: su identidad como artista. En 2011, su inclusi¨®n en el cartel de Benic¨¤ssim evidenci¨® la fobia que puede desatar ante determinadas audiencias. Ella se lo tom¨® con deportividad, asumiendo con su desarmante simpat¨ªa el reguero de comentarios negativos que acumul¨® en Internet ante esa cita. A¨²n hoy le suena ¡°chistoso¡±. ¡°?Es que ni yo misma s¨¦ cu¨¢l es mi lugar en la m¨²sica! A m¨ª tambi¨¦n me resulta interesante comprobar las diferentes percepciones sobre m¨ª. Yo, la primera vez que vine a Espa?a, lo hice con un disco que no hab¨ªa o¨ªdo nadie. Despu¨¦s, con el segundo, vine participando en todo lo que pod¨ªa: festivales de m¨²sica latina, de m¨²sicas del mundo, de mujeres¡ Todo para ponerme en un escenario y que me conocieran aqu¨ª. Despu¨¦s entr¨¦ por la radio, sobre todo con Lim¨®n y sal, que se convirti¨® en un fen¨®meno y hasta cantaban alguna canci¨®n m¨ªa las bandas de pueblo; para m¨ª, el mejor halago posible. Hice una gira largu¨ªsima. Despu¨¦s saqu¨¦ un ¨¢lbum en vivo [MTV Unplugged] del que nadie se enter¨® y uno [Otra cosa] que no son¨® en ninguna parte. Ni en la radio ni nada. A decir verdad, yo me desconect¨¦ mucho de ese disco. Lo hice y tuve a mi hija. Y ya. A¨²n hoy siento que estoy encontrando cu¨¢l es mi p¨²blico, con lo cual no me importa d¨®nde estoy¡±.
Posiblemente no sea consciente, pero en su discurso introduce constantemente la palabra ¡°cotidiano¡±. Los sentimientos que desgrana en sus letras reflejan estados ¡°cotidianos¡±. La imposici¨®n de su hija Simona, de dos a?os y medio, de escuchar y cantar canciones infantiles en lugar de las que le gustan a mam¨¢ la vive de una manera ¡°muy linda y cotidiana¡±. Encuentra Twitter (donde tiene casi tres millones de seguidores) una herramienta muy ¨²til para el intercambio de informaci¨®n, ¡°tanto de lo que lees y escuchas como de cosas muy cotidianas¡±. Relata algunas noticias de violencia y corrupci¨®n con las que desayuna en M¨¦xico todos los d¨ªas (y que alimentan tambi¨¦n sus canciones) y concluye que ¡°el miedo es un elemento muy presente en nuestra cotidianeidad, un elemento por el que no nos deber¨ªamos dejar atrapar¡±. E incluso despacha su estatus art¨ªstico declarando: ¡°Yo no vivo el s¨²per estrellato. Ni vivo as¨ª, ni pienso as¨ª, ni me rodeo de gente que piensa as¨ª. Soy completamente normal, me gustan las cosas cotidianas¡±. Y lo repite como un mantra, sin un ¨¢pice de impostura.
Dice que siente que su manera de pensar y de moverse es independiente, que prosigue su propia b¨²squeda. ¡°Ser¨ªa muy f¨¢cil decir ahora mismo: ¡®Voy a hacer otro disco como Lim¨®n y sal, que fue el que a todo el mundo le gust¨®¡¯. Y no, me da pereza, yo ya lo hice. Ahora estoy con Los momentos, que no s¨¦ lo que es tampoco. Porque nunca hago los discos pensando: ¡®?Qui¨¦n soy? ?Qu¨¦ artista soy? Ay, tengo que seguir por aqu¨ª...¡¯. No. Estar en movimiento es mucho m¨¢s divertido. No saber d¨®nde van a caer las cosas¡±. Entonces, ?lo mejor que podemos decir de ella es que es una artista rara? ¡°Pues a lo mejor [risas]. A lo mejor eso es bueno¡±. ?Y c¨®mo le gustar¨ªa ser recordada en el futuro? ¡°M¨¢s que se me recuerde, me gustar¨ªa que se me escuche, que mis canciones se hayan colado en la vida de la gente. Si tengo que elegir, la verdad, eso ser¨ªa lo m¨¢s padre¡±.
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