Camilo Vives, el productor que puso en pie los filmes m¨¢s c¨¦lebres del cine cubano
Estuvo a cargo de pel¨ªculas emblem¨¢ticas de la isla, como 'Luc¨ªa' o 'Fresa y chocolate'
Durante cuatro d¨¦cadas el nombre de Camilo Vives estuvo asociado al cine cubano de m¨¢s punter¨ªa y a sus pel¨ªculas emblem¨¢ticas, desde Luc¨ªa, de Humberto Solas, en los a?os sesenta, a Fresa y Chocolate, de Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea y Juan Carlos Tab¨ªo, en los noventa, o Suite Habana, de Fernando P¨¦rez, en la pasada d¨¦cada. Estuvo, adem¨¢s, al frente de la mayor¨ªa de las coproducciones realizadas con Espa?a y otros pa¨ªses de Europa y Am¨¦rica Latina tras la desintegraci¨®n del bloque socialista, cuando las finanzas de la industria del cine cubano se vinieron abajo y la producci¨®n de pel¨ªculas cay¨® de diez al a?o a una o dos, si acaso.
Vives fue, sin duda, el gran productor del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematogr¨¢ficos (ICAIC), la instituci¨®n que impuls¨® el cine en la isla tras el triunfo de la revoluci¨®n y favoreci¨® la integraci¨®n de los cineastas de la regi¨®n a trav¨¦s del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y la fundaci¨®n del mismo nombre, creada en 1985 bajo el auspicio de Garc¨ªa M¨¢rquez.
Su fallecimiento en La Habana, el pasado 13 de marzo, a la edad de 71 a?os, tuvo repercusi¨®n considerable en toda Am¨¦rica Latina, pues Vives era uno de los representantes m¨¢s conocidos del cine cubano. Su larga carrera le llev¨® a trabajar en m¨¢s de 130 pel¨ªculas y series cinematogr¨¢ficas, incluyendo cintas principales de la obra de Guti¨¦rrez Alea, como La ¨²ltima cena, las comedias m¨¢s famosas de Tab¨ªo o las ¨²ltimas de Solas, de contenido cr¨ªtico hacia la realidad y el mundo oficial, como Barrio Cuba (2006) o Miel para Osh¨²n (2001).
Vives tambi¨¦n ejerci¨® como profesor titular del Instituto Superior de Arte de La Habana y presidi¨® la junta directiva de la Federaci¨®n Iberoamericana de Productores de Cine y Audiovisuales. Era un experto en la tarea ¨ªmproba de conseguir recursos donde hay bien poco donde rascar, por no decir apenas nada. En 2001 se hizo cargo de la Productora Internacional del ICAIC y se dedic¨® a buscar proyectos y socios para poner en marcha coproduccciones, adem¨¢s de a contratar servicios para proyectos extranjeros en la isla, un modo de financiar proyectos propios en aquellos momentos de crisis.
De aquella ¨¦poca data la colaboraci¨®n con productores espa?oles, como Gerardo Herrero, con quien hizo Guantanamera (1995), codirigida por Alea y Tab¨ªo, y tambi¨¦n El misterio Gal¨ªndez, del propio Herrero, o Aunque est¨¦s lejos (2003) y El cuerno de la abundancia, ambas de Tab¨ªo. Tambi¨¦n trabaj¨® con Guti¨¦rrez Arag¨®n en Una rosa de Francia y en la serie para TVE Historias de la m¨²sica cubana.
A mediados de la d¨¦cada pasada, cuando el ICAIC perdi¨® el monopolio del cine y los cineastas, sobre todo los m¨¢s j¨®venes, empezaron a financiarse sus propias pel¨ªculas, Vives apoy¨® la desestatizaci¨®n de la industria. La muerte le sorprendi¨® trabajando como productor independiente en La pared de las palabras, la ¨²ltima cinta de Fernando P¨¦rez, con quien ya hab¨ªa realizado en 1999 La vida es silbar, ganadora de un Goya.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.