V¨ªctimas que nadie llora
'Por el pa¨ªs del fr¨ªo' de J¨¤chym Topol lucha contra el olvido del campo de concentraci¨®n de Terez¨ªn Sus temas y personajes sean fruto de una fecunda obsesi¨®n elaborada por la memoria
Los personajes que llevan la voz cantante en las novelas de J¨¤chym Topol (Praga, 1962) son rid¨ªculos y a la vez heroicos, ingenuos y l¨²cidos, as¨ª como algo mis¨¢ntropos. El autor checo sabe modular sus voces para dar vida a una humanidad doliente que se niega a olvidar. En Misiones nocturnas (2001), Topol escenificaba la Primavera de Praga, mostrando la iniciaci¨®n a marchas forzadas de dos hermanos, Ondra y Chiqui, en el mundo irrespirable y aturdido de los adultos. En G¨¢rgaras con alquitr¨¢n (2005) nos met¨ªa en la piel de un hu¨¦rfano que vive con seres grotescos y acaba vistiendo uniforme en un tanque sovi¨¦tico, otra vez en aquella revoluci¨®n civil sofocada por Mosc¨². En ambas novelas los protagonistas eran ni?os o adolescentes que, como a los locos, les estaba permitido decir la verdad y oponerse a ella.
Topol es escritor por necesidad, de ah¨ª que sus temas y personajes sean fruto de una fecunda obsesi¨®n elaborada por la memoria. En su ¨²ltima novela, Por el pa¨ªs del fr¨ªo (publicada originalmente en 2009), volvemos a estar en familia. Nos habla una voz inocente y dura, encerrada en s¨ª misma, y a la vez eco de muchas voces, de palabras de aliento y de juramentos, de aullidos y canciones de liberaci¨®n pronunciadas en una ciudad desvanecida, Terez¨ªn. Hijo de un comandante del destacamento militar de la fortaleza, ha vivido siempre en esa ciudadela de soldadesca y muerte. Ha pasado por la prisi¨®n y se ha convertido en el ayudante del verdugo, quien acompa?a a los reos en el ¨²ltimo paseo. Hu¨¦rfano, le queda su t¨ªo Lebo, coleccionista de huellas del pasado, testamentos escritos en los muros con las u?as, fotos quemadas, notas para la oscuridad del porvenir. A su sombra, el chico se convierte en explorador de lo real, de lo s¨®rdido: la mugre de los b¨²nkeres, la proximidad agria de las cabras, la grisura momificada de los cad¨¢veres.
Topol es escritor por necesidad, de ah¨ª que sus temas y personajes sean fruto de una fecunda obsesi¨®n elaborada por la memoria
Terez¨ªn, ciudad cercana a Praga, fortaleza de los Augsburgo, fue el mod¨¦lico gueto de los nazis, calabozo del ej¨¦rcito rojo y, por fin, lugar de internamiento de alemanes sin tierra. Un monumento as¨¦ptico recuerda a las v¨ªctimas an¨®nimas, como quien honra al soldado desconocido. Pero Lebo las conoce a todas, conserva su valioso archivo en una carpeta que el h¨¦roe sin nombre de esta novela introduce en un l¨¢piz digital.
Experto en las catacumbas de Terez¨ªn, en ruinas del mal, en huidas, se convierte en cicerone de quienes llegan a la ciudad ¡°para indagar en el horrible secreto del mundo, es decir, el mal absoluto¡±. Son j¨®venes exploradores que viajan al Este buscando los catres que ocuparon sus antepasados porque ah¨ª se encuentran los holocaustos hurtados al mundo, las v¨ªctimas que nadie puede llorar. Con ellos funda un hogar de resistencia, Comenius. Se hace amigo de Rolf, el periodista; de S¨¢ra, que crea los Talleres Alegres; de Lea, la eslovaca; de Alex el Terco y de Marushka. En Comenius venden camisetas con la efigie de Kafka y patentan la Pizza Gueto. Cuando parece que va a sucumbir a la lucrativa industria del genocidio, comprende que el mal no ha muerto. Entonces solo le queda la huida a trav¨¦s del pa¨ªs del fr¨ªo, de Bielorrusia, en el este profundo, donde perecieron cuatro millones de personas olvidadas y unos partisanos enloquecidos pretenden levantar el mayor mausoleo del mundo.
Topol juega aqu¨ª con arquetipos y estad¨ªsticas, se apoya en personajes secundarios algo mec¨¢nicos, como Kagan y Artur, quiere abarcar demasiado territorio, todo el Este. Pero el Este es demasiado grande para llorarlo en una novela. Y uno no puede dejar de pensar que el tema ¨¦pico de Terez¨ªn, el antiguo Terienstadt de las SS, podr¨ªa haber dado lugar a una novela m¨¢s sutil y turbadora, m¨¢s kafkiana, si el autor checo se hubiera dejado llevar no tanto por una idea como por la voz libre de su personaje. Lo cual no resta m¨¦rito a esta breve novela. Sebald se aproxim¨® al mismo asunto de otra manera en su ¨²ltima obra, con el viaje de Austerlitz en busca del padre al antiguo campo de concentraci¨®n checo. Aunque sin agotar el potencial de su original voz narrativa, como si Topol dome?ase su capacidad de fabulaci¨®n interna en favor del testimonio, la magia literaria del checo consiste en dibujar un territorio de la mente ¡ªb¨²nkeres unidos por h¨²medas, interminables catacumbas pobladas de momias¡ª y hacer vivir en ¨¦l para siempre a un h¨¦roe sin edad, astuto y medio tarado que, como el Jim de Stevenson, tiene algo de todos nosotros.
'Por el pa¨ªs del fr¨ªo'. J¨¤chym Topol. Traducci¨®n de Kepa Uharte. Lengua de Trapo. Madrid, 2013.225 p¨¢ginas. 17,60 euros
Babelia
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