Mecano para la utop¨ªa

Una cinta VHS enred¨¢ndose en los pies de una ni?a proporciona al desenlace de este segundo largo de Jon¨¢s Trueba una imagen cargada de fuerza, que parece contrastar violentamente con la llamativa secuencia que cerraba Todas las canciones hablan de m¨ª (2010). All¨ª, el protagonista formulaba un obsesivo mon¨®logo mientras la banda sonora crec¨ªa hasta ahogar sus palabras: un mon¨®logo que parec¨ªa una oda al inmovilismo sentimental y existencial y que, probablemente, era una falsa pista, porque, en Los ilusos ¨Cpel¨ªcula que, en buena medida, tambi¨¦n habla de una trinchera, de estrategias vitales para protegerse frente a las hostilidades de lo real-, Jon¨¢s Trueba pone en feliz movimiento hacia adelante su discurso y sus maneras, pero ¨Cy eso es lo m¨¢s llamativo- sin dejar de ser, esencialmente, el mismo.

Los ilusos es materia fr¨¢gil, una pel¨ªcula que parece estar desmont¨¢ndose plano tras plano, un relato que a ratos transmite la sensaci¨®n de querer apagarse, en consonancia con el impulso creativo de un protagonista ¨CFrancesco Carril como nueva declinaci¨®n de Antoine Doinel- que busca en el tema del suicidio la inspiraci¨®n para un nuevo proyecto. La pel¨ªcula integra supuestas tomas falsas, claquetas y micros, pero Jon¨¢s Trueba no pretende ni hacer metalenguaje, ni jugar a La noche americana (1973), sino subrayar la unidad org¨¢nica entre cine y vida, entre experiencia y representaci¨®n, entre lo subjetivo y sus sutiles tendencias a la automitificaci¨®n.

En la pel¨ªcula, un grupo de personajes que habita un limbo muy Nouvelle Vague, con centro de gravedad en el cine Dor¨¦, habla, elabora proyectos de futuro, sue?a, se enamora y vive, sin que el conjunto fuerce tensiones dram¨¢ticas, ni se empe?e en construir un relato. Jon¨¢s Trueba no ha hecho una pel¨ªcula: ha salido a buscarla y lo que ha encontrado es valioso. Y lo que el espectador ve en la pantalla es una minuciosa articulaci¨®n ¨Cel montaje de sonido es llamativo- de esos materiales dispersos que funcionan como un mecano para la utop¨ªa.