Devotas de Al¨¢... y de Armani
Una nueva generaci¨®n de blogueras de moda musulmanas redefine los c¨®digos de vestimenta isl¨¢micos
Hana Tajima (Devon, 1987) lleva siempre los tacones m¨¢s espectaculares, los vaqueros m¨¢s deseados y hiyab. Es bloguera de moda y musulmana. Quiz¨¢s la m¨¢s influyente de una nueva generaci¨®n de mujeres que reivindica, con las redes sociales como aliadas, la posibilidad de seguir las tendencias internacionales sin traicionar el recato en el vestir que impone su religi¨®n. Una propuesta que, aunque no es exportable a todos los pa¨ªses isl¨¢micos, se ha extendido ¡ªno sin pol¨¦mica¡ª por el mundo y crecido exponencialmente en cuanto a n¨²mero de seguidores, proyectos textiles y p¨¢ginas web.
¡°El islam te alienta a ser t¨² mismo, as¨ª que no veo ninguna raz¨®n por la que no puedas ser musulm¨¢n y fashion. De hecho, la mayor parte de las mujeres musulmanas siempre han estado interesadas en la moda, pero la diferencia es que ahora lo expresan p¨²blicamente. Esa es la clave del fen¨®meno. Cuando puse en marcha mi p¨¢gina Stylecovered.com en 2009 nadie propon¨ªa una revisi¨®n moderna de nuestro c¨®digo de vestimenta. Ahora, que chicas desde Estados Unidos hasta Singapur se unen a este movimiento, es cada vez m¨¢s aceptado y ha generado un aut¨¦ntico sentimiento de hermandad entre nosotras¡±, explica Tajima, hija de japon¨¦s y brit¨¢nica, que se convirti¨® a la religi¨®n de Al¨¢ hace siete a?os.
Al calor de la repercusi¨®n global lograda por Tajima, han surgido cientos de iniciativas similares. Entre las m¨¢s relevantes: el blog Fashionwithfaith, de la estilista sueca Imane Asry, o las webs Hebamagazine.com, bolet¨ªn de esta tendencia que se ha llamado muslim hipster, y Hijabshigh.com, especializada en fotograf¨ªas de hiyabis (mujeres que llevan hiyab) an¨®nimas y glamurosas.
El mercado musulm¨¢n es may¨²sculo y, gracias en parte a esta corriente, se encuentra en plena redefinici¨®n. La industria textil no puede obviarlo. Y no lo hace. Las marcas de lujo llevan a?os adaptando sus colecciones a las necesidades del p¨²blico isl¨¢mico e incluso algunas, como Armani, Calvin Klein o Prada, producen l¨ªneas de pa?uelos especialmente pensados para cubrir la cabeza. Adem¨¢s, el pasado febrero y por primera vez, una firma autodefinida como musulmana ¡ªBarjis¡ª consigui¨® hacerse un hueco en la Semana de la Moda de Londres.
¡°Nada es f¨¢cil. Como siempre que se hace algo que nunca se ha hecho antes provocas reacciones fuertes y encontradas. Para mucha gente, estoy quebrantando los l¨ªmites de lo que se supone que una chica musulmana debe ser, y eso para m¨ª supone un reto¡±, cuenta Tajima v¨ªa mail.
Las cr¨ªticas no solo llegan desde la comunidad isl¨¢mica. Nancy Hoque, dise?adora de la firma californiana especializada en hiyabs Sixteenr, asegura que la percepci¨®n del velo como s¨ªmbolo de opresi¨®n pesa en la interpretaci¨®n de esta corriente por algunos. Son los que consideran que los dibujos de trampantojos de auriculares sobre los pa?uelos o la est¨¦tica hip-hop es algo puramente cosm¨¦tico. Un ejercicio de frivolidad que no representa evoluci¨®n alguna y carece de trascendencia real. ¡°Cada vez m¨¢s musulmanas entienden la moda como un instrumento para expresar su personalidad. Esta tendencia no tiene que ver solo con el pa?uelo, tiene que ver con el hecho de que tu actitud y tu forma de pensar se reflejan en la manera en la que vistes¡±, argumenta la dise?adora de Sixteenr, una de las firmas m¨¢s vanguardistas.
A¨²n as¨ª, gran parte de estas nuevas prescriptoras de estilo defienden que el velo, m¨¢s all¨¢ de su lectura religiosa, puede hacer sentirse m¨¢s poderosas a aquellas que lo eligen voluntariamente. ¡°Cuando una chica cubre su cabello, no solo cambia su aspecto sino tambi¨¦n la forma en la que los dem¨¢s interact¨²an con ella. Tienes que sentirte muy segura de ti misma para esconder tu belleza, adquirir una apariencia que se aparta de la norma y salir as¨ª al mundo occidental. Es un proceso de crecimiento personal que te hace m¨¢s fuerte¡±, apunta Hoque.
Pero la diferencia entre un blog musulm¨¢n y otro, llam¨¦moslo ¡°est¨¢ndar¡± no empieza y termina en la cabeza de la modelo. Es cierto que casi cualquier estilismo tiene cabida, desde las minifaldas de Balenciaga hasta los tops de Lanvin, pero siempre que vayan acompa?adas por pantalones y camisetas de manga larga, respectivamente. Porque el reto es conciliar la moda actual con el Cor¨¢n, que dispone que las mujeres deben vestir con pudor. Un concepto tan amplio que ha dado pie a que los m¨¢s ortodoxos condenen esta nueva est¨¦tica. Aunque cabr¨ªa preguntarse por qu¨¦ algunos miden el recato y la humildad solo en cent¨ªmetros y no en euros; por qu¨¦ lucir escote es m¨¢s inmodesto que presumir de un reloj de oro macizo. Pero ese ser¨ªa un debate distinto.
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