La Fura convierte a Wagner en cultura de masas
El grupo teatral congrega a 25.000 personas en Linz con su ¡®Parsifal¡¯
Presumen en Linz de tener el teatro musical m¨¢s moderno de Europa. Se han gastado 180 millones de euros en la construcci¨®n ¡ªcon el arquitecto Terry Pawson al frente¡ª de un edificio racional en la distribuci¨®n de espacios, tecnol¨®gicamente avanzado y con la mirada art¨ªstica puesta en una oferta plural. Y el auditorio ya ha gozado de un bautismo a la altura de sus afanes vanguardistas, gracias a un encargo a Carlus Padrissa, de La Fura dels Baus, de una versi¨®n nocturna al aire libre de Parsifal sobre el fondo de la entrada al teatro (un espacio de 65 metros de ancho por 24 de alto) y el vecino Volksgarten, un parque cuya hierba se protegi¨® para la ocasi¨®n con l¨¢minas de madera, por si la asistencia a las sesiones wagnerianas de La Fura era masiva. Y, en efecto, lo fue. Un elevado n¨²mero de voluntarios locales participaron como figurantes en el montaje. Sumaron m¨¢s de 25.000 espectadores entre las tres noches, seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s moderados, que, en cualquier caso, sobrepasan todas las previsiones.
Curiosamente, Padrissa ha simultaneado dos lecturas diferentes de Parsifal en Colonia y en Linz. La primera se estren¨® el Viernes Santo, con artesanos panaderos elaborando en vivo y en directo desde el primer acto el pan que despu¨¦s se repartir¨ªa en el ¨²ltimo, con Wagner encarnando al moribundo Titurel y con Nietzsche poni¨¦ndose en la piel de Amfortas. Lo de Linz es otra historia, m¨¢s pr¨®xima a lo que los fureros llaman familiarmente ¡°macro¡±, es decir, un espect¨¢culo de grandes dimensiones con despliegue de tecnolog¨ªa avanzada. De hecho se titula Ein Parzival ¡ªUn Parsifal¡ª para no llevarse a enga?os. Dura algo m¨¢s de 50 minutos y la m¨²sica procede de grabaciones discogr¨¢ficas emblem¨¢ticas, en las que no falta el m¨ªtico director musical Hans Knappertsbusch, y a cuya selecci¨®n se incorporan desde la soprano Maria Callas ¡ªque canta Kundry en italiano¡ª y el legendario tenor Georges Thill ¡ªque canta, claro, en franc¨¦s¡ª.
La idea es potenciar la universalidad de la obra. Dicho de otra forma, se pretende una versi¨®n para todos los p¨²blicos, con la m¨²sica como elemento de fascinaci¨®n y la escena como complemento visual lleno de sorpresas. La propuesta pl¨¢stica est¨¢ en la l¨ªnea de los espect¨¢culos de calle de La Fura, con figuras gigantescas ¡ªel mu?eco que encarna Parsifal mide unos 10 metros¡ª, utilizaci¨®n del espacio abierto en el movimiento de los distintos artilugios, potenciaci¨®n del fuego (los servicios de seguridad de bomberos no est¨¢n lejos, por si acaso) y la luz, y un tipo de belleza que podr¨ªamos llamar de ciencia ficci¨®n. Es posible que a los wagnerianos de pro les chirr¨ªe una puesta en escena semejante, pero para el p¨²blico desprejuiciado tiene una capacidad de comunicaci¨®n inmensa, tal y como se pudo comprobar en las veladas austriacas, con personas de todas las edades absolutamente entregadas.
El espect¨¢culo est¨¢ tambi¨¦n en el p¨²blico, con un continuo centelleo de flashes desde los m¨®viles, para captar fotogr¨¢ficamente cada momento de la representaci¨®n. Para la mayor¨ªa es una ceremonia de iniciaci¨®n a la ¨®pera. El car¨¢cter gratuito potencia la asistencia masiva. En una escena se introduce durante unos instantes, por conveniencia dram¨¢tica, un fragmento de La valquiria, y no pasa nada. Al final, despu¨¦s de mecanismos que simulan los episodios m¨¢s conocidos de Parsifal, desde la escena de las muchachas-flor a los encantos del Viernes Santo, el espect¨¢culo desemboca en una traca de fuegos artificiales mientras los caballeros del Grial ascienden a lo m¨¢s alto en una actitud de gesto solidario. Los numerosos ni?os se quedan perplejos, los mayores embelesados. No hay sillas, aunque algunos se las traen de sus casas, y el p¨²blico acude con m¨¢s de una hora de antelaci¨®n para buscar un ¨¢rbol o una valla de protecci¨®n donde apoyarse. La duraci¨®n limitada se agradece.
Linz ha tenido la osad¨ªa de poner en escena una mirada tan at¨ªpica sobre el drama esc¨¦nico sagrado de Wagner. Es una ciudad tranquila, de apenas 200.000 habitantes, entre Salzburgo y Viena, que hist¨®ricamente acogi¨® durante 12 a?os como organista en un par de iglesias al gran Anton Bruckner, tan af¨ªn a Wagner, y que estos d¨ªas no ha escatimado en los actos de inauguraci¨®n del nuevo auditorio, con buenos espect¨¢culos de teatro musical, ballet, una ¨®pera de las de toda la vida ¡ªEl caballero de la rosa, de Richard Strauss, con Anne Schwanewilms y Kurt Rydl encabezando el reparto¡ª y el estreno del ¨²ltimo t¨ªtulo para la escena de Philip Glass (Spuren der Verirrten) con libreto a partir de un texto de Peter Handke y direcci¨®n musical de Dennis Russell Davies, el mismo que dirigi¨® El americano perfecto en el Real de Madrid recientemente.
Linz ha apostado en la planificaci¨®n de su nuevo teatro por llevar la ¨®pera a todos los p¨²blicos y por ofrecer una programaci¨®n que abarque todas las est¨¦ticas y variantes del teatro musical. ?Conseguir¨¢ sus objetivos? Esperemos que todo sea tan placentero como ese Danubio azul que atraviesa la ciudad y da nombre a su aeropuerto.
Hitos del bicentenario
Las fronteras entre lo popular y lo culto se difuminan con montajes de este tipo. Se ha hablado incluso de representar algo semejante en Montserrat. Seguramente sea lo m¨¢s osado est¨¦ticamente en lo que va del a?o Wagner, y tambi¨¦n lo m¨¢s divulgativo para acercarse sin condicionantes a la m¨²sica m¨¢s compleja del compositor. Hengelbrock descubri¨® en Madrid la belleza austera de los instrumentos originales en Parsifal.Thielemann sent¨® c¨¢tedra en el Festival de Pascua de Salzburgo con la Staatskapelle de Dresde. La Fura se acerca a Wagner con una perspectiva inocente y populista, de efectos especiales.
Adem¨¢s, asistiremos hoy al estreno de El oro del Rin en el Liceo de Barcelona. Es la primera parte de la tetralog¨ªa de El anillo del nibelungo, del director de escena Robert Carsen, que el teatro catal¨¢n programar¨¢ durante los pr¨®ximos tres a?os. Al otro lado del Atl¨¢ntico, Manaos celebrar¨¢ el 22 de mayo (d¨ªa exacto del bicentenario) un Parsifal brasile?o-mexicano. Bayreuth, por su parte, celebrar¨¢ el a?o Wagner con un nuevo Anillo con direcci¨®n esc¨¦nica de Frank Castorf y musical a cargo de Kirill Petrenko.
Babelia
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